Susana Giménez acató al pie de la letra las medidas que tomó el Gobierno Nacional con el objetivo de detener la propagación del coronavirus. Tal como pidió Alberto Fernández a todos los mayores de 60 años, la diva decidió ponerse en cuarentena preventiva en su casa en Buenos Aires y toma todas las precauciones recomendadas por los expertos, como lavarse las manos con regularidad y evitar el contacto con otras personas.
Si bien los casi 800 metros cuadrados de superficie que ocupa la propiedad en Barrio Parque de Susana, que cuenta con todas las comodidades para pasar una cuarentena -por lo menos- amena, a la diva nada le gustaría más en este momento que estar en su lugar en el mundo: La Mary, su chacra ubicada en las afueras de Punta del Este.
“Estoy en Buenos Aires pero tengo muchas ganas de irme a La Mary a respirar aire puro y pasar la cuarentena allí, con mis perros y mis plantas”, contó Susana a Teleshow. Ella lo sabe, esto no es posible: no solo porque -lo dicho- pertenece al grupo de riesgo por su edad, sino también debido a que Uruguay cerró por completo la frontera con la Argentina.
El lunes pasado el presidente del país vecino, Luis Alberto Lacalle Pou, anunció que el cierre, que comenzó a regir a partir de las 00:00 de hoy es fluvial, aéreo y marítimo. La medida fue tomada con acuerdo de Alberto Fernández, luego de que se advirtiera que muchos europeos varados en la Argentina por las recientes restricciones que tomó el país estaban viajando a Uruguay para luego regresar al Viejo Continente.
Valuada aproximadamente en 15 millones de dólares, La Mary cuenta con ocho hectáreas de superficie, y la mansión es de unos 1500 metros cuadrados. Ella adquirió el terreno tras su separación de Jorge Corcho Rodríguez y no tardó en convertirse en su lugar preferido. Gran parte del verano lo pasa allí y durante el año, siempre que puede, hace una escapada.
La chacra colonial de estilo español cuenta con una amplia cocina, varias habitaciones, una pileta y hasta un lago artificial. Desde el balcón de su dormitorio se aprecia una imponente vista en dirección al bosque.
Lejos de todos y de todo, excepto de sus amados perros, que siempre se desesperan cuando la ven llegar. El lugar ideal de Susana para pasar la cuarentena: en especial ahora, que estuvo circulando la versión que indica que una de sus mascotas estaba pasando un momento complicado de salud.
En este caso la suerte no estuvo del lado de la diva, quien tendrá que quedarse en su propiedad de Barrio Parque. “Me quedo en mi casa, como todo el mundo. Es fundamental no salir en lo posible”, señaló la conductora a Teleshow, atenta a las indicaciones recomendadas para evitar la propagación del virus.
Ella está aprovechando estos días para relajarse y hacer sus actividades que más le gustan, como leer y mirar películas. Y no se ha mostrado demasiado activa en las redes sociales. Simplemente publicó un video en el que se puede ver a diferentes líderes mundiales, como Donald Trump, Vladimir Putin y Benjamín Netanyahu, en el que cantan la famosa canción de John Lennon Imagine.
Por supuesto, se trata de un video realizado virtualmente, en donde se aclara que no son imágenes reales. Pero le pareció una buena oportunidad para recordar al músico de Los Beatles y dejar un mensaje de unión y esperanza: “Pueden decir que fue un soñador… ¡pero no ha sido, ni será el único! #JohnLennon #Unidos #Humanidad #Dreamer #Believe #Imagine #World #Fight #Coronavirus.”
De todas formas, Susana no tendrá inconvenientes en permanecer en cuarentena en Barrio Parque. Una propiedad que, más allá de los encantos de sus plantas y flores que tanto le gustan a la diva, tiene un jardín con una historia muy especial: allí está enterrado Jazmín, su entrañable y famosa mascota.
Susana se instaló en la propiedad durante la década del ’90, cuando hacía apenas algunos años que estaba al frente de Hola Susana. Luego de buscar durante un tiempo, finalmente se inclinó por una casona de estilo francés, que según datos oficiales de la Ciudad de Buenos Aires contaba en aquel momento con una superficie de 403 metros cuadrados, menos de la mitad que en la actualidad.
Para fines de la década, luego de su escandalosa separación de Huberto Roviralta, la diva decidió adquirir la casa de al lado, de un estilo más moderno y un terreno de 357 metros cuadrados. A partir de ahí, comenzó a reformar ambas viviendas, sacó dormitorios y baños de la nueva, mudó la cocina de la casa original a la antigua y desarrolló una impresionante obra para que pareciera que siempre hubo tan solo una propiedad. En el nuevo casco se ubicaron las dependencias de servicio, se amplió la cocina, se colocó una antecocina, se agrandó el lavadero y se colocaron cuatro habitaciones y un living-hall para los empleados, que a su vez se comunica con las habitaciones.
De esa forma logró recrear tres ventanales en el segundo piso exactamente iguales al formato que tenía la casa original. Por otro lado, se desarrollaron molduras y hasta tejas exactamente iguales. Fue así como tras varios meses de trabajo, se lograron unificar por completo las dos casas, quedando conformada lo que es hoy su famosa casona de Barrio Parque, el lugar -forzado- para la cuarentena de Susana Giménez.
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