Natacha Jaitt murió a los 41 años el 23 de febrero de 2019 en el salón de fiestas Xanadú, en el barrio de La Ñata, en Benavídez. A más de un año de su muerte, todavía están investigando la causa de su fallecimiento. No hay imputados ni pruebas que demuestren que haya sido un homicidio, como sospecha su familia.
La tablet de la actriz era uno de los principales obstáculos en el avance de la investigación. El iPad contendría material audiovisual con información relevante que ayudaría a esclarecer qué sucedió durante los últimos días de Natacha. Los investigadores no podían acceder al dispositivo de la marca Apple, que tiene un sistema operativo difícil de violar.
La causa estaba empantanada hasta que este viernes finalmente lograron acceder al material guardado en la tablet. De acuerdo a lo confirmado por Ulises Jaitt a Teleshow, se trató de un trabajo en conjunto realizado por Gendarmería Nacional Argentina y Celebrate Inc., una compañía israelí especializada en desbloquear este tipo de dispositivos.
“Estoy contento. Hicieron una apertura parcial y encontraron 20 mil imágenes y 370 videos –informó el conductor–. Tienen que seguir buscando más información en la memoria. Los fiscales nos decían que hasta que no se abriera la tablet, la causa no podía avanzar. Los testigos que estuvieron con ella esa noche gozaron de que no se les adjudicara ningún delito, porque la primera medida que tenían los fiscales era abrir la tablet, y tardaron un año en hacerlo".
Además, Ulises recordó el largo camino que debieron recorrer para acceder al contenido del iPad: “Primero, la Policía de la Ciudad nos dijo que no podían desbloquearla. Después nos dijeron que había que mandarla a Brasil: salía 25 mil dólares, pero no había fondos. Era toda una mentira, nos tenían pedaleando la causa”.
Luego, le solicitaron a la Justicia si podían desbloquear el dispositivo de la actriz con el mismo sistema con el que lograron acceder a los celulares de los acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido en Villa Gesell. “La Policía Federal abrió rápido los teléfonos de los rugbiers. Hicimos la presentación, y mandaron a la Policía de la Provincia a desbloquear la tablet. Probaron dos veces, y fallaron", aseguró Ulises.
"Ahora recién en el cuarto intento lo lograron. ¿Por qué abrieron la tablet de Natacha? Porque nosotros expusimos a la Justicia que en la causa de los rugbiers pudieron, y en la investigación de mi hermana, no. Ellos estaban pasando una vergüenza nacional. Entonces llamaron a Gendarmería Nacional y Celebrate Inc. A mí me llama la atención que vinieron de una empresa extranjera a abrir la tablet en plena pandemia del coronavirus”.
‘La primera medida que tenían los fiscales era abrir la tablet, y tardaron un año en hacerlo’, acusó Ulises Jaitt
De esta manera, la familia Jaitt confía en que podrá tener más certezas sobre qué pasó realmente en la noche trágica en la que Natacha perdió la vida. “Espero que avance la causa y se le adjudiquen los delitos a los que colaboraron para que mi hermana se muera –manifestó Ulises–. Los testigos solo realizaron una declaración testimonial y cometieron delitos graves, como el suministro de drogas y la facilitación a la prostitución”.
Más allá de este avance, señaló que sigue sin confiar en la Justicia por la manera en la que trabajaron en la investigación. Además, espera poder recuperar la tablet de su hermana que contiene muchos recuerdos familiares, como fotos y videos. “Me da felicidad saber que la voy a poder reclamar. No creo que haya algún esclarecimiento del caso, no va a pasar nada”, finalizó.
Una muerte y muchas sospechas
En la noche del 22 de febrero, Natacha Jaitt fue al salón de eventos Xanadú, de Villa La Ñata, en Tigre, para una reunión de negocios. Estaba acompañada por Raúl de Jesús Velaztiqui Duarte, su productor y socio. Allí se encontraron con el anfitrión Guillermo Gonzalo Rigoni, el empresario Gaspar Esteban Fonolla y el electricista Gustavo Andrés Voltio Bartolín, además de una joven identificada como Luana Micaela M.
Los testigos aseguraron que durante el encuentro la conductora consumió cocaína y tomó champagne. En un momento, Jaitt fue hasta la habitación de Rigoni. El anfitrión declaró que regresó al salón, pensando que ella se había quedado dormida. Luego, Velaztiqui y Rigoni fueron a buscarla y al ver que no reaccionaba llamaron al 911. La muerte fue constatada por los oficiales a las 1:49 de la madrugada del 23 de febrero.
Todos declararon como testigos, y solo Velaztiqui fue imputado por falso testimonio. El celular de Natacha fue hallado en su auto: en un principio dijo que alguien lo colocó allí, pero luego se supo que él se lo había llevado. Sin embargo, fue absuelto.
En la autopsia se determinó que la causal de la muerte fue una falla multiorgánica. Los estudios de laboratorio ordenados por la Justicia indicaron resultados positivos para la cocaína y se detectó que poseía un 0,7% de alcohol en sangre al momento de perder la vida. Además, precisaron que Natacha padecía una patología cardíaca y otra pulmonar.
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