El último fin de semana Natalie Pérez ingresó al Sanatorio Los Arcos, en donde quedó internada por una hemorragia interna, producto de un tratamiento para congelar óvulos. “Natalie se sometió a un tratamiento para congelar óvulos. Ese tratamiento puede presentar, en algunos casos, ciertas complicaciones durante la punción. A ella le provocó una hemorragia interna”, aseguró Denise Kemelmajer, mánager de la actriz a TN. Según confirmaron a Teleshow fuentes cercanas a la actriz, “estuvo muy dolorida y ahora está mejor".
La cantante “está internada en observación por prevención”, y en las próximas horas, si presenta una mejoría, le darán el alta para que se recupere en su casa. “Ella está de buen humor y acompañada por su mamá”, agregaron desde su entorno, y describieron lo sucedido como “un pequeño susto”. “Se sintió mal y resulta que tenía una hemorragia”, detallaron sobre la ex protagonista de Pequeña Victoria.
“Está todo totalmente controlado”, agregaron sobre el estado de salud de la cantante que recientemente lanzó su tema “Te quiero y nada más”, y que hasta el momento no se expresó a través de las redes sociales.
La palabra de Natalie Pérez sobre la materidad
En noviembre pasado, la actriz había brindo una entrevista a Teleshow en la cual había expresado sus ganas de congelar óvulos. Había estado durante seis años en pareja con Ramiro Gayoso, un ex compañero de colegio, y cuando se separó se refirió a sus ganas de ser madre en un futuro. “Hay una vida útil. Por suerte la tecnología nos acompaña, podemos congelar óvulos y todas esas cosas”, dijo.
—¿Pensaste en congelar óvulos?
—Sí, lo pensé.
—¿Y no te decidiste?
—Bueno, ahora, cuando descanse, cuando baje, cuando tenga mi rato para poder ir al médico y hacerme estudios, hay que hacer varias cosas para que eso suceda. Tenés que tener tiempo, que es lo que me estaba faltando.
—Sí, tenés que poner tiempo y tenés que poner el cuerpo. Es como la previa de un tratamiento de fertilidad, ¿pero es algo que se evalúa?
—Y... voy a cumplir 33 años y creo que estaría bueno, porque si quiero tener hijos, por ahí puedo... no sé... pienso: ¿viste que uno hace cálculos con esas cosas? Decís: “Bueno, dos años, pero si quiero tener uno cuando tenga 40 ya no puedo”. Entonces, no está mal guardar.
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