Paula Chaves y Zaira Nara reavivaron un viejo debate -al que hace unos días se sumaron Virginia Gallardo y Mery del Cerro-. Dos amigas que transitaron juntas el embarazo salieron a informar públicamente que tendrían un parto respetado con sus próximos hijos por nacer. Y algunas mujeres del medio, como Yanina Latorre o Florencia Etcheves, se opusieron a las palabras de las modelos. Sin embargo, el debate se abre haciendo referencia a otro tipo de parto, el domiciliario, que se maneja en el hogar de la parturienta, sin intervención de un médico obstetra, y con la sola participación de la madre, el niño y una partera. Método que fue utilizado por Carla Conte, Jimena Barón o Paz Cornú para dar a luz a sus hijos.
El cruce de esta pelea la llevó la desinformación. El “parto respetado” al que hacen referencia las famosas no es una elección de cada mujer, sino que es una ley que debe ser cumplida en todos los partos que se practiquen en la República Argentina. Se trata de la ley 25.929 sancionada el 25 de agosto de 2004, que señala que “las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar obligatoriamente determinadas prestaciones relacionadas con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, incorporándose las mismas al Programa Médico Obligatorio”, como así también se promueve el “derechos de los padres y de la persona recién nacida”.
El “parto respetado” es un derecho de todas las madres, que pueden decidir cómo quieren parir, dónde y con quién, siempre y cuando no se presenten complicaciones durante el proceso que puedan poner en peligro la vida de la mamá o del bebé que está por nacer.
En el debate abierto, se interfirió sobre la opción de “parto domiciliario”, pero sin tener en cuenta que esta modalidad es completamente distinta. Mientras el “parto respetado” -o mal llamado “humanizado”- habla de los derechos del niño y la madre y alcanza a todas las mujeres de la Nación, el parto en el hogar es una opción particular de cada mujer, que implica la decisión de ambientar su casa para dar a luz a su niño allí, evitando la internación de la madre en un hospital o clínica.
Embarazada de ocho meses (Viggo Silvestre nació el jueves 6), la hermana de Wanda Nara había posado para la portada de una revista señalando que con su segundo hijo tendría un “parto humanizado”, sin la utilización de anestesia, oxitocina y respetando los tiempos del bebé y de su propio cuerpo. Esta exposición generó una fuerte controversia.
Primero fue Yanina Latorre quien salió a repudiar a la ex conductora de Morfi y a su amiga Paula Chaves, señalando cierta soberbia en sus declaraciones: “Terminen de creerse que son distintas por los partos", sostuvo la panelista, y agregó: “Todo el mundo pare como puede, da la teta como puede, hay gente que tiene que salir a laburar y no los puede criar".
Envalentonada, agregó argumentos a su postura sobre el tipo de parto pregonado por Zaira. "Es peligroso. Hay mujeres que tienen problemas. Por algo existen los sanatorios, los anestesistas. Es poco serio lo que dicen estas chicas. Hablan desde un lugar que me choca. Se creen que están en un pedestal, que son distintas, originales, y les ponen nombres raros a los pibes, que después los marcás para toda la vida”, señaló, en referencia al Filipa que eligieron Chaves y su marido, Pedro Alfonso, para la tercera hija de la pareja que nacerá en algunos meses.
Paula Chaves -amiga de Zaira, embarazada de su tercer hijo- también intentó dejar en claro su postura, y retrucar las críticas: “Nos tildan de cool y originales por querer que se nos respete en un parto natural. ¡Qué desinformadas algunas mujeres!".
La mujer de Pedro Alfonso intentó llevar mayor claridad al respecto sobre lo que está mal llamado como “parto respetado”: "Cada una es libre de elegir lo que quiera, pero de elegir. Siempre cuando se habla de parto humanizado salen estas polémicas que no deberían ni existir. Un parto humanizado es un parto y nadie se cree más madre que nadie por parir”, sostuvo la conductora en sus redes sociales.
En 2016, Paula dio a su luz a Baltazar, su segundo hijo. Luego del nacimiento, la modelo contó las difíciles horas que vivió hasta la llegada del bebé, tras sostener su postura de respetar los tiempos naturales del parto: "Estaba muy asustada, porque creo que a eso de las 22 como que colgué la toalla, después de estar desde las 15 en la clínica metida adentro de la bañadera y la ducha, con Pedro metido atrás mío abrazándome, con la partera alentándome. Fue muy difícil y si no hubiera sido por ellos, no sé si hubiera podido. De ahí nos fuimos a la sala de parto. Ahí es donde empecé a aplicar todo lo que aprendí para parir en movimiento, porque un bebito no sale así nomás, uno no puede encajar. Fue como un parto animal, pude ponerme en cuclillas, de costado como mi cuerpo me lo pedía”, sostuvo en aquel momento.
Zaira también intentó marcar la diferencia, y desde sus redes sociales explicó la diferencia: “Por suerte hoy las cosas avanzaron mucho y se respeta mucho más a la mujer que va a parir y a su bebé. Eso no quiere decir que solo un parto natural o humanizado sea la única opción para ‘ser respetada’ tengo muchas amigas con partos que han sido intervenidos porque eso era lo mejor para el bebé y esa mamá en ese momento. Y han sido respetadas ellas, su proceso y su bebé. Y eso es lo importante, elegir un equipo de profesionales y saber que estás en las mejores manos porque muchas veces hay decisiones de último momento que son necesarias para salvar una o las dos vidas”, agregó la mamá de Malaika y el pequeño Viggo.
Más cercano en el tiempo, Mery del Cerro y Virginia Gallardo también se mostraron cercanas a difundir el respeto por el parto respetado. “El parto humanizado hace referencia a estar informada, a tener las herramientas y saber que, llegado el momento, hay una ley que nos ampara. Hace referencia al modo de atender el proceso del parto priorizando siempre a la mamá y al bebé como único objetivo respetando los tiempos fisiológicos de cada una", sostuvo Gallardo cuando fue consultada por el tema. Por su parte, del Cerro -quien está embarazada de su segunda hija, Cala- sostuvo: “No significa parir en el piso, sin médicos. Cuando hablamos de parto respetado es respetar a la mujer y respetar al bebé en el momento del nacimiento. No tiene que ver con parir sin anestesia, aunque también puede ser. Es poder decidir lo que una quiere", sostuvo en una nota con revista Gente.
A las diferencias planteadas entre las famosas, sorprendieron las declaraciones públicas de la periodista Florencia Etcheves, quien salió a pedir mayor información al respecto. “A favor de que cada mujer elija cómo parir y de que los médicos las asesoren de los riesgos de algunas elecciones. Dicho esto: basta de decirle parto humanizado a una de esas elecciones. Inferir que las otras formas son inhumanas es un montón. Feliz parto para todas”, señaló la periodista.
Pero el parto respetado viene siendo un tema de debate hace mucho tiempo. Otras famosas ya hicieron referencia al tema, y sostuvieron su postura sobre el nacimiento de sus hijos.
En julio del año pasado, Agustina Cherri también había hablado del nacimiento de su tercera hija, Alba: “El parto de mi hija será respetado y sin anestesia”. Y así lo reflejó luego del nacimiento de la niña, agradeciendo a quienes la acompañaron: “un equipo de parteras y médicos obstetras comprometidos con un nacimiento respetado y feliz”, sostuvo en las redes.
Algunos años atrás, Emilia Attías había tomado la misma decisión, cuando dio a luz a su hija Gina, en 2016, luego de una ardua espera previa al nacimiento: “Después de 50 horas de trabajo de parto, la responsabilidad de hacerlo bien, poder lograrlo, la euforia por conocerte. Sentirte todo el tiempo adentro mío, moverte, buscar tu camino para nacer. Me lo guardo en mis células para siempre. Ahora te tengo en mis brazos, no paro de contemplarte. Nos colmas de amor, hija mía”, había escrito la actriz tras el nacimiento de la niña.
Distinto es el caso de mujeres que quisieron recibir a sus hijos en sus hogares, en partos que se llevaron a cabo en su domicilio, sin intervención de un obstetra, y con la presencia de una partera, simulando los nacimientos que se realizaban en el siglo pasado.
Ese fue el caso de Jimena Barón, quien dio a luz a su hijo Morrison en el baño de su hogar, mientras vivía en Italia junto al padre del pequeño, Daniel Osvaldo: “Me da pánico la anestesia y las agujas. Lo del baño fue casualidad. Fui a ver unas clínicas y todas mis amigas iban a cesárea y yo no entendía bien por qué. Me dio pánico que me abran… Y decidí tenerlo en mi casa. Estaba en el baño, haciendo pis. El parto fue en italiano, en inglés y en español. Estaba el papá de Momo, una partera inglesa y una italiana. Yo había pagado una pileta de parto, me salió un huevo todo. Era la idea, pero no llegué nunca, nació en un baño, en Torino”, señaló la cantante en una entrevista.
Similar decisión fue la que tomó Paz Cornú, que trajo al mundo a su segundo hijo, Ítalo, en su propio hogar. “La mejor experiencia que tuve en mi vida”, había relatado la diseñadora en una nota realizada con Teleshow. Y agregó: “Hay que volver a lo natural. Es una experiencia mágica y transformadora, que te da fuerza".
Carla Conte fue pionera en esta metodología. La conductora decidió tener a su hija Mora en su hogar y despertó una fuerte polémica en ese momento, cuando aún poco se hablaba de las distintas opciones de elección a la hora de parir. En 2009, la mujer dio a luz a su hija en el living de su casa, sin anestesia y con la intervención de una partera. Incluso, fue el ex marido de Carla y padre de sus hijos, Guillermo Brutto, quien cortó el cordón umbilical.
En una época donde la mujer tomó mayor protagonismo sobre sus propias decisiones, el debate sobre el parto brinda mayores herramientas de comunicación para aquellas que, sin posibilidad de obtener referencias cercanas de su entorno, pueden escuchar otras opciones para poder elegir en libertad y cuidando su salud y la de su hijo.
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