“Empecé a trabajar a los 13 años porque tuve una oportunidad pero, sobre todo, porque necesitaba la plata para ayudar en casa. Somos cinco hermanos y mis padres, que hoy ya no están. A los 15 me di cuenta de que ese dinero venía muy bien en casa. Después mis padres se separaron y yo apoyé a mi mamá. Sabía que la situación no daba para más”, contó este miércoles Pía Slapka, entre lágrimas, en su visita al programa Intrusos. “Yo veía que la situación no daba para más y también necesitaba salir de ahí. Entonces, tenía unos ahorros de un comercial y nos fuimos”, agregó.
“Cuando tus papás se llevan mal, querés salir de ahí. Había violencia verbal, de llevarse mal, nada más. Pero no había golpes. A mi papá lo amo profundamente. Yo era muy joven y ahí sí fui sostén de familia, de mi mamá y de mi hermanito”, destacó Pía.
La modelo contó que su papá murió en 2005 y su mamá el año pasado, luego de sufrir un ACV. También se emocionó al hablar de su ex marido y padre de sus dos hijos Paul García Navarro. “Él siempre me contuvo y me ayudó mucho. Nos casamos cuando yo tenía 20 años, y a los dos de casados él sufrió un infarto. Casi se muere”, recordó muy emocionada.
“Estamos separados pero tenemos un vínculo muy bueno. Tenemos dos hijos hermosos pero yo siempre digo que tenemos tres, porque a mi hermanito, que ahora tiene 24, lo adoptamos y esa decisión salió de Paul. No cualquier hombre hace eso. Es una gran persona Paul. Nos separamos hace dos años. Ninguno formó pareja y nunca nos dejamos de ver”, reveló sobre la relación que mantiene con su ex.
Pía Slapka también expresó que tiene una hermana que es monja misionera consagrada. “Fue otro duelo aceptar esa elección. Es un poco más grande que yo, es abogada y hace ocho años tomó esa decisión, después de un proceso largo. Teníamos una relación muy estrecha y ahora no puedo llamarla cuando quiero”, manifestó.
En cuanto a su vida en las pasarelas, en una entrevista con Infobae, la también conductora había manifestado: “Yo siempre critiqué que muchas modelos dieran ejemplos poco saludables. Para mí es un poco una fábrica de anorexia. De hecho, me han bajado de algunos desfiles por no llegar al peso que querían… Pero no es sólo culpa de la industria. Lamentablemente, el público es el primero en criticar si ‘estás gordita’, si tenés estrías o si no tenés tetas. La sociedad es muy exigente a nivel estético y no hay bondi que nos venga bien”.
Si bien nunca sufrió un trastorno alimenticio, Pía Slapka confesó que fue ajustando más su alimentación hasta llegar al punto natural, simple y con la menor cantidad de productos procesados posibles.
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