A poco más de dos años de la muerte de Débora Pérez Volpin, sus hijos, Agustín y Luna, la homenajearon realizándose un tatuaje. Los jóvenes ahora llevan grabada la letra “D” en un tobillo en honor a su madre.
Marcelo Funes, el papá de los jóvenes, publicó dos videos en su cuenta en Instagram en donde se ve el proceso del tatuaje en el tobillo de Luna, quien en un momento pregunta “¿no más pinchazos?” Luego, se ve el resultado, y la cara de felicidad de los hermanos al ver el homenaje a su madre terminado.
“El deseo de @agusmfunes y @luna_funes #tatuajes #tatoo”, escribió Marcelo Funes junto a los videos de los jóvenes.
Él es fotógrafo y estuvo casado con Débora Pérez Volpin. De todas formas, después de separarse mantuvieron una buena relación y lograron formar una familia ensamblada en armonía: ella luego se puso en pareja con Enrique Sacco y él con Melina Fleiderman, con quien tuvo dos hijos más. Antes solían compartir momentos juntos y, tras la muerte de la periodista, siguieron unidos para reclamar justicia por ella.
El 6 de febrero pasado, día en el que se cumplieron dos años de la muerte de la periodista, Enrique Sacco le dedicó un emotivo mensaje a través de las redes sociales.
“Dos años sin Débora. Aún hoy resulta increíble. Sabemos lo que sucedió aquel 6 de febrero de 2018”, comenzó el posteo junto a un video en el que se van pasando imágenes de la recordada periodista acompañadas con el tema Can’t take my eyes de fondo. “El juicio oral y la posterior condena a uno de los médicos responsables nos permite transitar con mayor calma y confianza el camino hacia la verdad y la justicia plena”, continúa.
“Estamos cada vez más cerca de lograrlo. Y es por eso que reclamamos la revisión de la absolución del otro médico involucrado, también responsable. Asimismo, seguimos buscando que todos aquellos que encubrieron la muerte de Débora y mintieron ante la justicia reciban la sanción que la ley establece”, recalca en otro de los párrafos.
A mediados de febrero el director médico del sanatorio La Trinidad, Roberto Martingano, declaró como imputado en la causa por la muerte de Débora Pérez Volpin. Si bien está acusado de obstaculizar la investigación penal sobre el hecho, ocurrido el 6 de febrero de 2018, negó los cargos en su contra.
Acompañado por su abogado Carlos Froment, Martingano afirmó que no tiene intereses personales en el sanatorio, que no es dueño del mismo y que solo es su director médico. Además, aseguró que el endoscopio funcionaba bien y que se siguió usando luego de la muerte de Pérez Volpin.
Fuentes judiciales detallaron a la agencia de noticias Télam que el director médico de la Trinidad indicó que faltaban más de 30 hojas en blanco del registro cardiológico de la paciente, un instrumento clave para determinar si la periodista estuvo conectada al inicio del estudio o se la conectó en el momento de la crisis que derivó en su fallecimiento.
En su declaración, Martingano responsabilizó de manera indirecta a un empleado de una empresa tercerizada, de apellido Chávez, encargado del mantenimiento de los equipos del sanatorio, por haber retirado esta documentación que podría ser relevante para la causa.
El Tribunal Oral y Correccional 8 de Capital Federal expuso que la “conducta imprudente y negligente” del médico Diego Bialolenkier durante el procedimiento de endoscopia provocó la muerte de Débora Pérez Volpin. El hombre fue condenado a tres años de prisión condicional y siete y medio de inhabilitación para ejercer la medicina.
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