Floppy Tesouro exhibió su imponente penthouse ubicado en una torre de Puerto Madero en Divina comida, el programa de Telefe en el que cinco famosos compiten para ver quién es el mejor anfitrión. El objetivo es que cada uno de los participantes agasajen a sus invitados con una rica comida.
“En el living de mi casa puedo ver 360 (grados), increíble”, dijo la modelo que hizo un recorrido por el impactante propiedad de tres pisos que tiene una vista abierta a todo Puerto Madero, uno de los barrios más caros de la ciudad de Buenos Aires.
“Yo soy fanática de los candelabros y amo las velas. El sillón es súper amplio porque nos encanta ver películas en la tevé y tirarnos (como si estuviéramos) en el cine”, agregó la panelista de Incorrectas, el ciclo que se emite por América con la conducción de Moria Casán.
Portarretratos con fotografías familiares, un sable y varios budas completan la decoración del lugar. Luego, la anfitriona mostró el rincón preferido de su casa: una terraza en donde preparó la cena para sus invitados: Boy Olmi, Coco Sily, Denise Dumas y Grego Rossello.
Cuando ya estaban todos los invitados, Tesouro sirvió la entrada y Grego confesó sentirse de mal humor por su impactante departamento. Con tono irónico, Coco le respondió: “También con lo que tenés vos, viejo, como para que no te pongas de mal humor. No te quiero ofender, pero tu departamento es un baño de esta casa”.
La modelo comparte el penthouse con su hija Moorea y su esposo, Rodrigo Fernández Prieto. A fines de 2019, ella decidió distanciarse del arquitecto. “No nos estamos encontrando, él es una gran persona y un gran papá, pero como pareja a veces uno elige un camino, otro elige otro”, había contado muy dolida.
Este 2020, se fueron de vacaciones a Punta del Este y allí se reconciliaron. En una entrevista con Teleshow, Floppy aseguró: “Es una linda oportunidad para la pareja y la familia. Siempre digo que cuando hay amor hay que apostar, y las cosas se van acomodando. La verdad que me costó mucho tomar la decisión (de separarse), es difícil soltar cuando hay amor, pero no estábamos funcionando, no había mucho diálogo y se habían perdido muchas cosas que tienen que ver con la pareja”.
Además, explicó que las diferencias entre ellos tenían que ver “con la vorágine del día a día”, que provocó que “se perdiera el diálogo”, pilar fundamental para sostener su relación. Estuvieron distanciados cuatro meses, en los que se dieron la oportunidad de “pensar y madurar” aquellas diferencias.
“Ahora a Rodrigo lo veo más plantado con apostar a la familia, que es lo mismo que quiero yo, y vamos a darle para adelante”, aseguró. “La noche antes de venir para acá fuimos a cenar y él me pidió una oportunidad. En los cuatro meses de separación nunca dejó de decirme que me amaba y que quería que la pareja funcionara, y que le diera una oportunidad. Yo estuve bastante negada. ¡El que más la remó fue él!”, finalizó.
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