Algunos llevaban días acampando. A cuatro años de haber visitado la Argentina por última vez, Ricky Martin volvió al país en el marco de su gira Movimiento Tour. Y sus fanáticos no solo agotaron las entradas de cada una de sus presentaciones, sino que también se agolparon frente al Palacio Duhau - Park Hyatt de Buenos Aires con la esperanza de verlo, aunque sea de lejos. Y se llevaron una sorpresa.
Recién llegado de la ciudad de Córdoba, donde ofreció un show frente a más de 7500 personas en el estadio Orfeo Superdomo, el boricua decidió salir a saludar a los seguidores que lo aguardaban con una murga en la puerta del hotel donde se encuentra alojado: no dudó en subirse a las rejas para poder interactuar con ellos.
“Movimiento en Argentina. Estaba sentado en mi habitación del hotel y de momento escuché la comparsa. Gracias por tanto amor. Te adoro #Argentina #MovimientoTour”, escribió Ricky en su cuenta de Instagram junto al video en el que se lo ve en plena acción junto a sus fans.
El cantante brindará tres presentaciones en el Arena Buenos Aires: el jueves 27, el viernes 28 y el sábado 29. Y, en cada una de ellas, hará un repaso de los mejores temas de su carrera y dará un adelanto de “Tiburones”, su próximo disco.
Antes de arribar a nuestro país, Ricky causó sensación en el Festival de Viña del Mar, en Chile. Primero, sorprendió a todos al darle un “piquito” a Martín Cárcamo, presentador del evento junto a María Luisa Godoy. Y, después, conquistó al “monstruo” de la Quinta Vergara con su nuevo sencillo, “Tiburones”, y con un repaso por sus históricos éxitos como “Livin’ la vida loca”, “Te extraño, te olvido, te amo", “Tal vez”, “Vuelve”, “Pégate”, “La mordidita” y “Vente Pa´ca”.
Después, el cantante viajó a Córdoba, donde comenzó a correr el rumor que había ido a un hospital. E, incluso, hubo quienes dejaron entrever la posibilidad de que debiera suspender sus recitales por algún problema de salud. Ante esto, obviamente, sus fanáticos se escandalizaron. Sin embargo, en diálogo con Teleshow, los representantes de 6 Pasos, la productora que lo trajo al país, aseguraron que el cantante se encontraba en “perfecto estado” y que solo se había tratado de una “falsa alarma”.
A las pocas horas, sin embargo, se supo que en realidad Ricky se habría acercado hasta el Sanatorio Allende para acompañar a uno de sus músicos, quien se tenía que realizar un chequeo. Y hasta se dijo que el boricua habría aprovechado su visita al nosocomio para visitar a un fanático que lo quería conocer.
En esta oportunidad, el cantante viajó con todo su staff pero sin su esposo, Jwan Yosef, ni sus hijos Mateo, Valentino, Renn y Lucía. Y, según trascendió, entre sus exigencias previas a cada show habría pedido una sala pintada de azul, su color preferido, una pava eléctrica, velas blancas, desinfectante de manos, un exprimidor y una licuadora. Los alimentos que solicitó fueron en su mayoría frutas y verduras, algunas crudas y otras cocidas, aunque también pidió algunos snacks y algo de “comida chatarra”, como para darse unos permitidos.
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