Dolores Fonzi, Esteban Lamothe y Adrián Cateno presentaron "Puerta 7″, la primera serie que abordará el flagelo de las barras bravas

Decididos a meterse en el territorio inexplorado de las barras bravas, Puerta 7, la nueva serie de Netflix creada por Martín Zimmerman, dirigida por Israel Adrián Caetano y producida por PolKa, muestra a una mujer (Dolores Fonzi) que en medio de la lucha de los violentos por territorio y dinero, busca limpiar al club de su elemento criminal.

La serie se presentó en La Usina del Arte con todos los talentos locales de la plataforma de streaming y Teleshow conversó con ellos.

“Estoy ansioso, muy contento con el laburo, un poco nervioso y expectante”, resume Adrian Caetano sobre su estado de animo a horas del debut de Puerta 7. “Es un mundo enorme e insondable el de las barras. Es una porción de la sociedad muy grande porque la connivencia es enorme. Es una expresión social nuestra y la serie va más allá de eso, va más allá de la denuncia social, es una ficción con los pies muy bien puestos sobre la tierra”.

“Estoy muy contento, volver a trabajar con Adrián (Caetano) es un verdadero placer, uno aprende con él todo el tiempo. Y además la temática del fútbol a mí me llega muy de cerca”, cuenta Antonio Grimau, hincha fanático de Huracán. “Es importante que se hable porque tiene que ver con esta fea degeneración que ha ido sufriendo un deporte tan noble como el fútbol y es además de un hermoso programa una alerta importante que se da en ese sentido”.

Sobre su personaje, el presidente de un club de un club de fútbol, afirmó: “Tiene básicamente una intención honesta, pero las presiones, el dinero en juego, el personaje de Dolores Fonzi que lo pone permanentemente en un brete y frente a una realidad que lo compromete, le traen algunos problemas”.

“Un oscuro más. Es la especialidad de la casa”, dice Juan Gil Navarro, en referencia al rol que interpreta. Y agrega, irónico: “Un tesorero de club en este caso que no tiene nada que ver con la realidad argentina”. Reconoce no ser futbolero y cuenta que su acercamiento a las canchas fue gracias a su abuela, que era fanática de River, y lo llevó al Monumental: “El espectáculo era ver a mi abuela gritando, y ver a todos los que tenía al lado, pero no ver el partido”.

“Me tocó un personaje que es muy lindo y estoy muy agradecido”, dice Esteban Lamothe, que interpreta a uno de los líderes de la barra brava: “Lo interesante es que no es una sola cosa, no es solamente malo también, es alguien que a la mañana puede ir a pegarle a alguien o torturar a alguien y a la tarde tener un gesto de amor enorme por un pibe mucho más chico que él. Lo interesante del personaje justamente es la contradicción que plantea”.

—¿Neflix anunció varios lanzamientos de producciones locales, aparece una forma nueva de hacer ficción?

—Aparece una forma nueva de hacer ficción muy buena, se parece mucho más al cine, o tiene esa calidad. Ojalá haya muchos proyectos como Puerta 7 porque así da gusto trabajar hay tiempo, hay directores. Argentina es un país muy fértil tiene muchos directores, directores de fotografía, guionistas, actores, es un lugar que puede llegar a explotar.

La palabra de Dolores Fonzi

—¿Cómo llegás a construir a Diana, una mujer que va a manejar la seguridad en un club de fútbol?

—De la mano de Caetano, un gran director, con un guión buenísimo, con un elenco increíble, un trabajo de cuatro meses de rodaje, muy intenso. Entregándome a lo que cada escena requería, mucho texto, mucho con Grimau, que es un genio.

—¿Estabas al tanto del mundo del fútbol?

—La verdad que no mucho. Todos tenemos naturalizado, somos argentinos, el fútbol es moneda corriente de nuestra realidad, pero no, no voy a la cancha, no soy de ningún cuadro en particular.

—¿Cómo estás vos? ¿Cómo estás de salud? ¿Es un buen momento?

—Bien, contenta. Sí, re buen momento.

En la cita estuvo presente Enrique Macaya Márquez. El periodista deportivo habló sobre la similitud entre la ficción y los eventos violentos que se vivieron el fin de semana pasado en la cancha de Chicago: “Estamos hablando de la sociedad argentina lamentablemente, en algunos aspectos, muy negativos. Uno no puede dejar de reconocerlo, y de alguna manera tomar la medida que corresponda en cuanto a los acontecimientos y en cuanto a qué es lo que provoca y lo que permite el crecimiento de esos acontecimientos tan negativos. Esto antes no pasaba, pero nosotros, los argentinos, éramos distintos”.

Quien también opino sobre el tema fue su colega Horacio Pagani: “Tengo más de 50 años de periodista, y ya conozco bien el tema. Las cuestiones se han tornado más difíciles porque las barras ya se han transformado en mafia directamente y a veces los dirigentes de los clubes son rehenes de la situación”.

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