El próximo jueves Dieguito Fernando, el hijo menor de Diego Maradona, cumplirá siete años y probablemente lo celebre lejos de su padre, a quien desde hace meses no ve. Pero como siempre, muy cerca de su mamá, Verónica Ojeda. Por primera vez, en diálogo con Teleshow, la ex profesora de educación física contó detalles de las terapias a las que asiste el pequeño, diagnosticado según contó ella en lo de Susana Giménez con TEL (trastorno específico del lenguaje), y sobre la relación entre él y el director técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
"Dieguito vivió solo. ¿Por qué no lo vi antes? Soy culpable, y no tengo excusas para nada. Quiero que me lo traiga (Ojeda a Dieguito) todos los días que yo esté en Buenos Aires. ¿Para qué? Porque me dijo ‘papá’ por primera vez”, decía hace apenas más de un año Maradona, entre la felicidad de haberse reencontrado con su hijo menor y la nostalgia por el tiempo perdido. Incluso el 13 de febrero del 2019 el pequeño celebró en México sus seis años, en uno de los cumpleaños que jamás olvidará, el primero que pudo soplar las velitas con su mamá y con su papá.
Sin embargo, en pocos días cumplirá siete y nuevamente su papá no estaría. Con una vida planeada en México, en mayo del año pasado Ojeda y su hijo regresaron a la Argentina, pero la distancia entre ellos y el Diez era mucho mayor a los kilómetros que separaban a Sinaloa (donde él era director técnico), de Buenos Aires. Días más tarde el ex futbolista arribó al país, pero la relación con su ex, y con el nene, nunca se recompuso.
La semana pasada el ídolo deportivo realizó un video con gente de la agrupación cannábica La Semilla.“Apoyemos el autocultivo para que nuestros hijos vivan mejor, tengan una calidad de vida mucho mejor de la que tenemos nosotros”, dijo. Araceli Rea, presidenta del grupo creado en el 2019 con el fin de apoyar el autocultivo con fines medicinales explicó que el papá de Dalma y Gianinna “se copó porque también tiene un hijo con autismo” y que la mamá del nene “está empezando a pensar en darle aceite”.
En diálogo con Teleshow, Ojeda aseguró que no era así: “A mí nadie me vino a ver ni a consultar nada”, agregó y dijo que “a Diegui no le están dando ningún aceite de ningún tipo”. Sobre los tratamientos que recibe su hijo detalló: “Solo hace fonoudiología, piscopedagogía y asiste a una terapista ocupacional”.
Además, aseguró contundente que el Diez no está al tanto de las cuestiones que atañan a la salud del pequeño: "Respecto al padre, desde que llegó de México, nunca lo vino a ver, con lo cual no sabe cómo está hoy nuestro hijo”. Incluso, agregó que padre e hijo no tienen comunicación porque Maradona “nunca lo llamó”.
Es ellá, según su relato, quien se ocupa de todo lo referente al pequeño: “Yo hago todo sola, lo llevo a todas las terapias yo”. Si bien no quiso dar más detalles sobre cómo se siente su hijo ante la ausencia de su padre, dijo que “Diegui -como ella cariñosamente lo llama- gracias a Dios está muy bien. Está mejor con todos nosotros".
“Nosotros somos adultos, yo ya estoy curtida con todos los golpes que me dio la vida”, agregó, un tanto resignada, al ser consultada sobre cómo se sentía ella ante la situación, que una vez más tiene a su hijo lejos del papá.
No es la primera vez que en sus cortos siete años el menor de los herederos del ex futbolista pasa por algo similar. Siempre dividido entre Dubai y Buenos Aires, más adelante entre Bielorrusia y Argentina, hasta que el año pasado trabajó en México, el DT veía a niño en algún encuentro esporádico cuando estaba en el país, siempre acompañado de alguien más. Del lado paterno, él era muy unido a su abuelo Don Diego, que falleció en el 2015 y alguna vez Gianinna y Benjamín lo visitaron.
En tres días el pequeño celebrará sus siete primaveras en compañía de su mamá y familia materna. Pero el jueves, además, Diego tendrá una oportunidad de oro para volver a acercarse a él, llamarlo por el cumpleaños y por qué no, recomponer la relación, como lo hizo en los últimos meses con sus hijas mayores Dalma y Gianinna y hace cuatro años con Diejo Junior, luego de treinta años.
Después de todo, junto con sus sobrinos Benjamín (el hijo de once años de Gianinna), Roma (de once meses hija de Dalma) y Diego Matías e India Nicole (casi dos años y tres meses y medio, hijos de Diego Junior), Dieguito Fernando es un niño, y no tiene que pagar por los errores de los adultos.
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