“La primera vez que fumé marihuana fue en mi patio trasero, me drogué, tendría doce o trece años", contó Justin Bieber en el documental que lleva su nombre. En una charla a corazón abierto siguió develando detalles su adicción, que se hizo cada vez más difícil de manejar y que lo llevó a tomar antidepresivos, hongos alucinógenos y hasta jarabe para la tos.
Tras probar la marihuana, se dio cuenta que le “gustaba mucho”: “Fue entonces cuando comenzó mi deseo de fumar hierba, y me aficioné. Era una vía de escape para mí. Era joven”. Luego, contó que sin darse cuenta, llegó un momento en el que dependía de eso y que fue consciente de que tenía que hacer algo para frenarlo: "No creo que sea malo, es solo que me creó una dependencia y eso no era bueno”.
Sin embargo, no fue fácil dejarlo y a eso se le sumaron otras sustancias que enumeró en Justin Bieber: Seasons, el ciclo que se puede ver a través de Youtube Premium: pastillas de MDMA, hongos alucinógenos y jarabe para la tos. Para dejar de consumir drogas, comenzó a tomar antidepresivos y eso lo ayudó a “levantarse de la cama cada mañana”, admitió.
"Sentía que estaba muriendo. Mi equipo de seguridad tenía que comprobar todas las noches que tenía pulso. La gente no sabe lo serio que se puso aquello”, contó con dolor.
El año pasado se supo que estaba recibiendo ayuda profesional y tomando medicamentos y recordó que en la gira que realizó en el 2016 se sentía deprimido ya que era “incapaz de acabar los conciertos porque estaba exhausto”. Sobre aquellos tiempos, agregó: “No he hablado de esto, y todavía estoy procesando muchas cosas que no he contado. Estaba solo. Necesitaba algo de tiempo”.
Actualmente, Bieber tiene en su casa una cámara de oxígeno y se somete a un tratamiento de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD) IV para ayudar a eliminar las toxinas de su cuerpo.
El documental también contó con el testimonio de su esposa, Hailey Baldwin, de 23 años: "Creo que cuando alguien muy joven padece esa ansiedad tan fuerte no se diagnostica y la automedicación te hace sentir mejor. Simplemente porque lo que te hace es dejar de sentir”.
Hace un tiempo, en una entrevista para Vogue contó cómo la fama le afectó: "Comencé realmente sintiéndome demasiado. Pensaba: ‘La gente me ama, yo soy el amo’. Me volví muy arrogante”.
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