“Fue un proceso largo, acumulativo de sensaciones, experiencias y ganas. Y de un gran reencuentro también”. Charly Alberti busca poner en palabras lo que solo puede percibirse a flor de piel, o desde el alma; al fin, como la música misma. Lo que trata de explicar es cómo surgió Gracias Totales, la serie de shows que ofrecerá junto a Zeta Bosio para emular aquellos conciertos inolvidables de Soda Stereo. Porque en ese sinfín de sensaciones acumuladas de las que habla el baterista, está el inolvidable Gustavo Cerati. Y su ausencia, la misma que -aún tantos años después- cuesta explicar, entender, asimilar...
Aquel reencuentro de Charly y Zeta se produjo cuando el Cirque du Soleil quiso realizar un espectáculo basado en los grandes temas de Soda: el elogiado Sép7imo Día. A los dos -cuenta el bajista- les tomó “un año de trabajo" poder “ajustar la música” al show que buscaba poner en escena la compañía canadiense. Lo que sucedió después de ese tiempo de trabajo en el estudio fue clave para ellos. “Nos acostumbramos a estar juntos de vuelta -confía Bosio-. Y nos empezamos a extrañar". Así, surgió el deseo: “¡Qué ganas de hacer las canciones de vuelta, de hacerlas sonar!”.
Ese fue el germen de Gracias Totales. Aunque de inmediato se toparon con la “primera dificultad", la esencial: “No está Gustavo... ¿Cómo hacemos un show? Es el frontman, el líder”, recuerda Zeta sobre el dilema planteado. Junto a Alberti, comenzaron a evaluar distintas posibilidades. “(Lo resolvimos priorizando el) respeto hacia la propia presencia de Gustavo: cómo aparece, cómo no, en qué momento está él, qué no hacemos para ocupar su lugar -advierte Charly-. Él es irremplazable. (Entonces), ¿cómo hacemos para que ese espacio enorme que es su ausencia sea ocupado de manera respetuosa?”.
Finalmente, creen haberlo logrado, siempre -lo dicho- desde la deferencia que merece Cerati. Pero, ¿de qué manera lo hicieron? Si bien cuentan que las pantallas que se montarán en el escenario son fundamentales para cumplir con esa misión tan delicada (“Hoy en día la tecnología nos permite hacer milagros”, se entusiasman), el resultado recién podrá verse cuando se realice la primera función, el 29 de febrero en el Estadio El Campín, de Bogotá. “El desafío más importante es la ausencia de nuestro líder, del cerebro. Esto era una trinidad fantástica que funcionaba como un organismo. Nos está faltando una parte muy importante, y eso se hace difícil”, lamenta Zeta.
Luego de Colombia, irán a México, Panamá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos y, claro, Argentina. Además, habrá músicos invitados, que se irán renovando cada noche. Por eso, ningún show será igual a otro. Las colaboraciones (Gustavo Santaolalla, Mon Laferte, Richard Coleman y Adrián Dárgelos, entre muchos otros) serán presenciales, es decir, en vivo, o bien a través de grabaciones que se hicieron “en otro lugar del mundo y en otro momento”, y que podrán seguirse en videos a través de las pantallas.
En todo momento los músicos remarcan que Gracias Totales será una “celebración”: de ellos dos, de los fanáticos, “de un gran homenaje” a la música de Soda y a Cerati. “Queremos celebrar con nuestro público por última vez el poder cantar las canciones todos juntos”, dice Charly. “Porque de hecho, Gustavo está en el show -destaca Zeta-. Esta es la mejor forma de homenajear a nuestro amigo que no está”. Y es que además, será la última vez: no volverán a reunirse.
“Mis brazos tampoco me acompañan demasiado...”, revela Alberti (cumplirá 57 años durante la gira, el 27 de marzo), sobre los palillos que hacen vibrar su batería. Y se ilusiona (e ilusiona) al hablar de que el recital que preparan será “un viaje audiovisual” por la rica “historia” del grupo, en un recorrido que “no es lineal pero sí impactante”. Del mismo modo que lo será verlos en el escenario, de nuevo juntos. “Será la última vez que la gente verá a Soda en vivo -dice-, porque en algún momento nos van a ver a los tres en el escenario”.
Eso mismo que tanto cuesta explicar. Pero que valdrá la pena sentir. Una vez más...
SEGUÍ LEYENDO