Su sueño era mostrar su arte. Se definía como bailarín, actor, patinador y coreógrafo. Juan Carlos Acosta alcanzó la popularidad en 2014 cuando participó del Bailando junto a Jésica Cirio, con quien ya había participado del Patinando 2007 en lo que fue su debut en televisión.
Llegaron a la semifinal del certamen y gracias a los meses que trabajaron juntos forjaron una amistad que continuó a pesar de haber dejado de compartir la pista. A ese vínculo se sumó María Laura Cattalini -más conocida como La Catta-, que fue su coach en el Bailando 2014.
“Ese año fue su momento artístico más grande”, destacó en diálogo con Teleshow Lolo Rossi. “Era un chico muy laburador, que siempre tenía la mejor predisposición para trabajar. Su única preocupación era dar lo mejor y que todo saliera bien. Sobre todas estas cosas, era un gran bailarín y un gran artista”, continuó la jefa de coach del ciclo que conduce Marcelo Tinelli.
Al año siguiente fue partenaire de Nazarena Vélez, quien lo describió como “extremadamente talentoso y perfeccionista”. En 2016 bailó junto a Sabrina Rojas en el ritmo de precisión y su último paso por la pista de ShowMatch fue en la apertura del Bailando 2018 cuando lo convocaron para ser parte de un cuadro de teatro negro. “Lo llamamos por sus condiciones de artista. Siempre estaba predispuesto”, continuó Rossi.
En 2019, Lolo y Juanky -como lo llamaban en su círculo íntimo- se encontraron en distintas ocasiones en las que compartieron un lugar como jurados de distintas escuelas de baile. Acosta, además, daba seminarios de distintos ritmos urbanos, de femme style y de jazz.
“Era un gran profesional y muy humano. Tenía buena predisposición para todo, como artista y como persona”, resaltó a Teleshow Laura Rodríguez, directora de una escuela de danza que lo convocó en reiteradas ocasiones para dar seminarios en su estudio. Acosta, además, realizó dos obras de teatro con sus alumnos: El gran baile de la luna llena y Giros, un baile con el destino.
Formó parte de distintos infantiles con Jésica Cirio y patinó sobre hielo en el Luna Park con Valeria Archimó y había integrado el elenco de Stravaganza, el majestuoso espectáculo de Flavio Mendoza. Alejado de la televisión, pero no del ambiente artístico, Juan Carlos continuaba haciendo lo que más lo apasionaba. Estaba en pareja, su padre había muerto y su madre estaba al cuidado de una enfermera.
Su muerte conmovió y desconcertó a su círculo íntimo. Según pudo saber Teleshow, en las últimas semanas había presentado fuertes dolores en su espalda. Su pareja le había sugerido que fuera a hacer una consulta médica. A pesar de que -según sostuvo el bailarín- la molestia había aminorado, el domingo por la noche volvió a sentirse mal, se comunicó con su novio y cuando llegó lo encontró sin vida.
La bondad que lo caracterizaba y el profesionalismo con el que trabajaba dejó una huella imborrable en todos los artistas que tuvieron la fortuna de conocerlo. Así lo señaló Nazarena Vélez en su cuenta en Instagram: “Siempre brillarás”.
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