A diferencia de su divorcio de Huberto Roviralta, la separación de Susana Giménez y Jorge Corcho Rodríguez se dio en términos mucho más pacíficos. “Fue una relación que me llenó de felicidad”, dijo la diva en su programa al anunciar la noticia, en 2003. El amor que la unía con el empresario se terminó, pero a lo largo de su noviazgo nació un sentimiento mucho más duradero: la pasión de la conductora por Punta del Este.
Susana y Corcho solían ir a Yellow Rose, la estancia que él compró en 1998 en La Barra, y la diva quedó tan encantada con el lugar que ni bien se separaron mandó a construir una chacra en Rincón del Indio, una de sus zonas más exclusivas de la ciudad, donde la naturaleza y la vegetación autóctona esconden opulentos caserones.
El terreno que adquirió Susana está ubicado a la altura de la parada 25. Allí le dio vida a una chacra, que por sus dimensiones es considerada una auténtica mansión, a la que nombró La Mary, inspirada en la famosa película que protagonizó en 1974 junto a Carlos Monzón, quien luego sería su pareja.
Este lugar en las afueras de Punta del Este se convirtió con el paso de los años en el “lugar en el mundo” de la Su, tal como ella misma ha confesado en varias oportunidades. Su refugio durante los fines de semana a lo largo de todo el año. Su punto de encuentro con amigos y familiares durante el verano. Su hogar para siempre.
El barrio es muy tranquilo, las calles son de tierra y el único ruido que se suele escuchar, además de alguna que otra camioneta, es el de los pájaros y los árboles. La chacra de Susana se encuentra bastante aislada, entre medio de la abundante vegetación, aunque desde su entrada se pueden ver algunos caserones que asoman en dirección a la playa. Valuada aproximadamente en 15 millones de dólares, cuenta con ocho hectáreas de superficie, y la mansión es de unos 1500 metros cuadrados.
Celosa de su intimidad, Susana no suele abrir las puertas de su chacra a los medios, ni publica demasiadas fotos de su interior. Por eso la imagen más conocida es su entrada. Ella siempre se ocupó de que el ingreso estuviera prácticamente tapado por árboles y arbustos, para preservar su privacidad. Se distingue de las demás por su estilo rupestre, su color salmón y el portón de madera. Pero principalmente porque en la parte superior se lee en azul “La Mary”, con la tipografía que se usó originalmente para el afiche de la película.
Una vez que se ingresa a la propiedad a través del portón principal, se debe transitar por un largo camino boscoso de tierra que finaliza en la imponente fuente ubicada en la entrada de la mansión. Susana suele subir imágenes de este sector de La Mary: cada vez que llega, sus perros enloquecen y salen corriendo para recibirla.
También de color salmón, la chacra es de estilo colonial español. Cuenta con varias habitaciones, una cocina de grandes dimensiones y uno de los lugares predilectos de la Su es el living. Pintado de rojo, con un imponente cuadro de Frida Kahlo sobre la chimenea, la diva suele pasar horas allí charlando con sus agasajados, o simplemente leyendo un libro con la compañía de sus perros.
La suite de Susana se encuentra en el segundo piso. Tiene salida directa al balcón terraza y una vista majestuosa. Desde allí, la diva aprecia la enorme piscina, el parque que se extiende a lo lejos y, casi sobre el horizonte, la zona de bosque. Esta vista fue uno de los encantos de La Mary que enamoró a la conductora hace ya varios años.
Por la puerta trasera del caserón se accede a la galería externa, que cuenta con mesas para tomar el té, sillones y hasta hamacas paraguayas. Está decorada prolijamente con flores y otros detalles. Luego, se llega a la piscina. Es inmensa: 120 metros cuadrados, con unas escalinatas en uno de sus laterales. Rodeada por un piso antideslizante donde siempre tiene reposeras blancas a disposición para relajarse y tomar sol con sus invitados, es otro de los lugares preferidos de la Su.
“Con o sin sol, el verano en La Mary se trata de horas de charla alrededor de la pileta con amigos y familia hasta que caiga el sol”, publicó recientemente en Instagram, junto a una imagen donde se la ve a ella y a otras personas sentadas en las reposeras prolijamente dispuestas junto a la piscina.
A sus costados cuenta con dos pequeñas construcciones: un vestuario para hombres y otro para mujeres, con duchas y todas las comodidades para disfrutar de la pileta en verano. Y a unos metros el quincho. También muy espacioso, es de estilo más rústico, hecho con piedras, arañas de luces de campo y una mueblería confeccionada especialmente para Susana. Cuenta con parrilla y una destacada colección de vinos.
Cruzando el amplio parque detrás de la pileta hay una zona de bosque que lleva a una de las principales atracciones de la chacra: el lago artificial. Es el lugar ideal para salir a dar una vuelta con sus visitas y también con sus perros, que se refrescan en el agua y juegan entre las plantas acuáticas que le dan el toque natural al lugar.
“Salir a caminar con mis perros es uno de mis momentos favoritos. Ellos se divierten. Son felices corriendo a toda velocidad y a mí me hace bien, me oxigena. Es una rutina que amo”, contó Susana.
Es un espacio con mucha vida: allí conviven varias especies exóticas de peces con patos y gansos. A través de su cuenta en Instagram, la diva suele compartir imágenes de sus paseos por el lago, una de sus actividades preferidas durante su estadía veraniega en La Mary.
La chacra está habitada los 365 días por el personal que realiza diferentes actividades. Desde empleados de seguridad, pasando por caseros, mucamas y jardineros, siempre tienen tareas para hacer, incluyendo el cuidado de los animales.
Los caseros tienen su propia casa dentro de La Mary, a unos metros de la mansión. En temporada alta también hay varias mucamas que realizan las tareas domésticas y ayudan a la diva en diferentes actividades. Los jardineros no viven allí, pero concurren regularmente para hacerse cargo de la alta demanda de trabajo que implica un terreno de semejantes características.
En cuanto a la seguridad, La Mary está “resguardada” por la abundante vegetación pero, por supuesto, también cuenta con paredones, alambrados, cercos electrificados y cámaras de seguridad en todo su perímetro. Algunos encargados de seguridad permanecen en sus casillas ubicadas estratégicamente, y otros recorren el lugar a pie o en pequeños carritos eléctricos. La diva también los suele utilizar para ahorrar tiempo y energía a la hora de desplazarse a lo largo y a lo ancho de su chacra.
Por todas las medidas de seguridad que toma para resguardar su chacra, Susana se vio sorprendida en febrero de 2014, mientras estaba de vacaciones en Miami, cuando se enteró de que la puerta de La Mary apareció rota y derrumbada. Nadie sabe qué fue lo que ocurrió, aunque no se registraron otros desmanes ni robos dentro de la propiedad.
La imponente mansión de Susana ya es prácticamente una marca registrada de la diva. A tal punto que cuando se nombra a “La Mary” se debe aclarar si se está hablando de la famosa película que protagonizó con Monzón, o de su propiedad en Punta del Este. Un dato curioso para graficarlo: en 2013 se realizó un torneo del popular juego de animación The Sims, ¡en el que los participantes debían recrear con lujo de detalles la chacra de Susana! En la representación, se incluyó a la diva y hasta sus mucamas.
Tan identificada se siente Susana con La Mary que casi no usa su otra mansión, La Tertulia, ubicada a 15 kilómetros de Laguna Garzón. Cuenta con 500 metros cuadrados, un estilo más rústico y hasta una pileta de piedra. Pero no tiene el mismo encanto que su propiedad preferida, y decidió ponerla en venta. “Está lejos de todo, nadie viene y me cuesta quedarme sola en un lugar así”, reconoció.
Susana no pasa uno de sus veranos más felices. El comienzo del 2020 será recordado como aquel en el que su nieta, Lucía Celasco, protagonizó un violento episodio en medio de una pelea callejera en Punta del Este, a la salida del boliche Tequila en el marco de los festejos por Año Nuevo. Además, la propia diva quedó en el medio de la polémica por sus declaraciones en torno a la situación actual de la Argentina. “Si hay mucha pobreza que la gente vaya al campo”, dijo. Sin embargo, como todos los años, y a pesar de todas las vicisitudes que pudieran presentarse, ella disfruta de su estadía en La Mary, de los amigos que van a visitarla y de la compañía de sus perros. Alejada de todo. Pero lo más cercano a su lugar en el mundo.
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