Los motivos que los mantuvieron alejados nunca estuvieron del todo claros. Lógicamente, quedaron para el ámbito privado. Prefirieron no hacer un escándalo mediático con el complicado pasar de su relación y se enfocaron en sus respectivos trabajo y en su familia. De esta manera, lograron recomponer las diferencias y, ahora sí, disfrutan del amor que los une.
A fines de noviembre pasado Eugenia la China Suárez confirmó lo que ya todos sabían: estaba separada de Benjamín Vicuña. “Estamos en paz, no hay ningún conflicto, tuvimos una relación hermosa de mucho respeto y cariño”, contó la actriz en aquella oportunidad, sin brindar mayores detalles. Ella se fue con sus hijas a Miami y él se quedó en Chile, grabando la serie Inés del alma mía. Pero un mes después se reencontraron en Buenos Aires y fueron vistos juntos en un hotel en Pilar, despertando los rumores de reconciliación.
Efectivamente, ellos confirmaron a través de sus respectivas redes sociales que se dieron una nueva oportunidad en el amor. Sin hacer declaraciones al respecto, tan solo con tiernas postales desde Carmelo, Uruguay, la actriz se mostró sonriente junto a su colega y dejó en claro que entre ellos no hay más que puro amor.
Y los días siguieron en esa sintonía: disfrutar de las vacaciones, la playa y, por sobre todas las cosas, la familia. Las fotos que ha publicado en los últimos días la actriz lo demuestran. Este sábado la China subió imágenes desde una playa en algún lugar de Chile, país natal de su marido, junto a él y su pequeña Magnolia. Jugando, riendo y muy felices, disfrutan de estar juntos nuevamente.
“Amor del bueno”, “las amo”, “demasiado hermosas” y “puro amor”, fueron algunos de los comentarios que le dejaron sus seguidores a la actriz en las fotos junto a su hija menor, además de unos 350 mil “me gusta”.
Vicuña, por su parte, un tanto más reacio a las redes sociales, no publicó fotos de su estadía en la playa con ellas. Una de sus últimas publicaciones fue el 8 de enero pasado cuando, al igual que todos los 8 de cada mes, recordó a su hija Blanca. Ese día, en septiembre de 2012, murió a raíz de una bacteria que había contraído durante un viaje a México.
“Duerme tranquila, mi niña”, escribió en esta oportunidad, junto a una imagen con su pequeña, a siete años y cuatro meses de su fallecimiento.
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