El Teatro Tronador de Mar del Plata volvió a subir el telón después de más de tres años. Les Luthiers brindaron una función de su espectáculo, Gran Reserva, a modo de reapertura oficial de la emblemática sala, pero definitivamente fue la presencia de Susana Giménez y Mirtha Legrand lo más destacado de la jornada.
Mirtha llegó al teatro a bordo de un Mercedes Benz color gris, con un vestido rosado, se acercó a las cámaras y posó para que le tomaran imágenes sin interactuar con la prensa. Unos minutos más tarde, enérgica, de animal print y lentes oscuros, Susana hizo su entrada y saludó a todos los presentes, ante la ovación que la acompañó hasta la entrada.
En el primer piso, fueron recibidas por los empresarios Marcelo González y Guillermo Seita, responsables del proyecto que le devolvieron la vida al teatro. Luego, las divas recorrieron el teatro juntas, para conocer los palcos exclusivos que llevan sus nombres. Se trata de dos de los diez lujosos palcos de la renovada sala. Las placas que los identifica llevan una rosa enchapada en oro, obra de Juan Carlos Pallarols.
Una vez ubicada en su butaca, Susana manifestó su emoción: “¡Impresionante! Este teatro para mí significa mucho porque hice acá dos cosas muy importantes para mi carrera, que fueron La mujer del año y Sugar. Lo veo así y digo: ‘¡Dios mío! ¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla!’”
A lo largo de los años, por el escenario del Tronador, además de Susana y Mirtha, pasaron las figuras más destacadas del espectáculo argentino, como Jorge Porcel, Alberto Olmedo, Antonio Gasalla, Moria Casán y Mariano Mores.
En la noche del jueves, cuando a las 21 el telón volvió a abrirse ante las 790 nuevas butacas, significó sobre todo la recuperación de un espacio emblemático. Ahora, tras su completa renovación y habiendo sumado tecnología de última generación, el Tronador albergará todo tipo de obras y conciertos de nivel internacional, que le devolverán el brillo de las viejas épocas doradas.
“Se inauguró por primera vez en 1979 y desde ese entonces no le hicieron nada. Todo lo que tenía el teatro adentro lo doné a la ONG Gama. Solo dejamos las paredes, lo levantamos 10 metros y adosamos locales y cocheras para poder emplazar el teatro como lo pidió la gente del Teatro Colón. Ellos hicieron un protocolo y yo lo seguí, por supuesto modernizado”, había explicado Marcelo González antes de la reapertura.
Durante estos años de remodelación, varios famosos viajaron exclusivamente a Mar del Plata para conocer el nuevo edificio. Marcelo Tinelli, Nelson Castro y decenas de actores que recorrieron el lujoso foyer de mármol, los exclusivos camarines y la sala principal.
“Tiene un escenario desmontable hecho por torneras chilenas especializadas, accesos directos desde las cocheras a los palcos, siete niveles acústicos, todo lo necesario en cuanto a salidas de emergencia, sistemas de escape y servicios para discapacitados, cada butaca está hecha a mano...”, enumeró el empresario.
El arquitecto Alfio Sambataro y el escenógrafo Enrique Bordolini, quienes formaron parte de este proyecto, coincidieron en que nunca antes se había encarado una obra de semejante magnitud en Mar del Plata. “Los teatros de acá son del año 80. Te podés imaginar lo que es hacer un teatro de semejante envergadura, con sala de piano, de odontología, de kinesiología, de audiovisuales, de maestros, tintorería, lavandería, restaurante y jacuzzi para el artista principal”, expuso González.
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