Se conocieron hace tres años y a partir de entonces forjaron una relación de amistad que las llevó, incluso, a compartir un proyecto de trabajo en Coronados de Gloria y Julieta Díaz, el espectáculo infantil que presentaron en La Usina del Arte y en el Teatro Helios.
Por eso, para aquellos que saben de ese entrañable vínculo no resultó una sorpresa que este viernes por la noche Julieta Díaz visitara a Gloria Carrá en el Gorriti Art Center, donde junto a Militta Bora, Magui Bravi, Jorge Dorio, Esther Goris, el Tucu López, Noelia Marzol, Diego Ramos, Agustín Sierra, Walter Soares y Gabo Usandivaras protagoniza Sex, la obra de José María Muscari.
Sin embargo, lo que sí llamó la atención de los presentes es que la actriz se mostró por primera vez públicamente en compañía de su nuevo amor, el humorista gráfico Juan Matías Loiseau, más conocido como Tute, hijo del recordado Caloi, tal como se puede ver en la foto exclusiva de Teleshow.
“Estoy muy bien, recién empezamos a salir y estamos muy bien. No sigo hablando porque me da vergüenza hablar de esto”, reconoció hace unos meses durante una entrevista con la revista Caras, pero sin querer dar demasiada información al respecto.
La relación entre ambos habría surgido a mediados del año pasado, justamente cuando a ella la vinculaban sentimentalmente al gerente de programación de El Trece, Adrián Suar.
Vale recordar que una de las protagonistas de Pequeña Victoria no había vuelto a estar en pareja después de su separación, tras diez años de matrimonio, del norteamericano Brent Federighi, padre de su hija Elena.
“Con el papá de Elena nos llevamos muy bien. Somos muy respetuosos y tenemos algo que está buenísimo, que es facilitarle la vida al otro, no hacérsela más difícil. Nos peleamos, obvio, pero menos que cuando estábamos juntos”, se sinceró tiempo atrás.
En diálogo con Teleshow, al ser consultada -en relación a su personaje en Pequeña Victoria- si hubiese alquilado un vientre para ser mamá, la actriz respondió: “Cuando busqué a mi hija, la buscamos seis meses con el padre, la encontramos; mejor dicho, nos encontró ella a nosotros. Hasta que uno no está en esa situación no puede saber. ¿Cómo puedo saber si hubiera adoptado, si hubiera subrogado un vientre? Es imposible saberlo. No se me pasó nunca por la cabeza pero porque no tuve el impedimento de ser madre. Quizás, si no hubiera podido ser madre de la manera más tradicional, lo hubiera hecho”.
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