Fueron imperfectos, difíciles, melancólicos e inseguros. Pero también fueron respetados por sus pares. Se los llamó antihéroes por tener características que no corresponden al héroe tradicional, sino todo lo contrario. Fueron muchos y protagonizaban la mayoría de las series, pero nos abandonaron.
Algunos de los ejemplos claros de las historias de hombres que marcaron la década:
La serie Mad Men nos hizo viajar en el tiempo y nos regaló personajes inolvidables. Ambientada en los 50, 60 y 70 en el seno de una agencia de publicidad, esta ficción se animó a mostrarnos a un personaje en constante conflicto: Don Draper. Dueño de un físico privilegiado, con una familia clásica estadounidense, exitoso en su trabajo, con un excelente pasar económico pero con una infancia dura y llena de abandono y robo de identidad, Don no era feliz. La búsqueda de su bienestar le costó abandonar todos sus lujos y aislarse del mundo que había construido. El antihéroe en todo su esplendor.
Walter White (Breaking bad) había hallado en su alter ego, Heisenberg, a ese antihéroe tan de moda en la década que acaba de terminar, lo mismo que el protagonista de Dr House. Y quizás el “padre” de todos ellos encuentre a su gestor en Tony Soprano, aquel mafioso de Los Soprano que supo mostrar al héroe con sus contradicciones.
Cuesta mucho encontrar a personajes como los mencionados en las nuevas series. ¿Es el fin del antihéroe definitivamente?
Los personajes masculinos están intentando encontrar su lugar y buscan cómo acomodarse a las nuevas ficciones. Aunque algunos intentan sobrevivir en esta era de la sororidad y empoderamiento femenino como son los casos de Elliot de Mr Robot o Saul Goodman de Better Call Saul, lo cierto es que llegó la era de las antiheroínas.
Una de las que inauguró este nuevo concepto ha sido sin dudas la protagonista del policial británico, Happy Valley. Catherine Cawood (Sarah Lancashire) es una sargento de policía de la localidad de West Yorkshire que enfrenta un duelo interno: su hija se suicidó luego de dar a luz a un hijo nacido de una violación. Catherine no muestra este dolor al que se enfrenta a diario (a su vez convive con su hermana adicta a las drogas en plena recuperación) sino que se ocupa de criar a su nieto y dar lo mejor en su trabajo. Ella fue tal vez la que dio el puntapié inicial a un puñado de personajes femeninos diferentes que comenzaron a llegar en esta década.
Los personajes de Killing Eve son un claro ejemplo de que las mujeres antiheroínas desplazaron a los hombres del foco de la pantalla. Lejos de las series de grupo de amigas que resolvían banalidades mientras mostraban su adicción a la moda y a los hombres bellos y fornidos, las reemplazantes de los antihéroes son mujeres complejas, con contradicciones y a las que nos cuesta conocer en profundidad. Tanto Eve (Sandra Oh) como Villeneuve (Jodie Comer), presentan inseguridades pero son personajes que toman decisiones sin un hombre al lado que las convierta en consorte.
Y así fuimos conociendo a Fleabag, una treintañera inglesa que quieres ser algo que no sabe y se sumerge en la ironía como un escudo de salvación. También a las mujeres de Game of thrones, Cersei y Daenerys, cada una con su estilo, jugaron a la perfección el rol de la antiheroína. Y por supuesto debemos sumar a las más modernas de Big Little Lies, que plantearon el tema de la violencia y los secretos que van de su mano. ¿Cómo son estas mujeres? Muchas veces menos soportables que algunos hombres que copaban las series, pero le dieron un refresh a los guiones. ¿Acaso queremos seguir viendo hombres con crisis de mediana edad qué no saben adónde ir pero que la sociedad los entiende y los defiende?
El fin de los antihéroes finalizando la década habla de un desgaste del tema que surgió como consecuencia del hombre superpoderoso de los años que precedieron el 2009-2019. Las historias masculinas o los roles que tengan como protagonistas a los hombres deben reinventarse de alguna manera para poder seguir formando parte de este aluvión de ficciones femeninas.
Le decimos entonces adiós a estos hombre difíciles y le damos la bienvenida a ellas que hace rato estaban esperando roles diferentes.
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