En diciembre pasado, se lanzó una edición especial de La grasa de las capitales, el segundo disco de estudio de Serú Girán. El Instituto Nacional de la Música (INAMU), en el marco de la recuperación del catálogo de Music Hall, puso en marcha la tarea de reeditar álbumes históricos y llegó el turno del emblemático trabajo del grupo integrado por Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro.
Una persona importante en esa placa fue sin dudas Rubén Andón, encargado de la portada y de las imágenes que acompañaron el disco. En diálogo con Teleshow, el prestigioso fotógrafo -de largo recorrido en el rock nacional- contó qué sintió cuando lo convocaron para la reedición, narró el proceso de trabajo para la recuperación de esas fotos y recordó cómo fue compartir tiempo con los Serú Girán en esas sesiones de 1979. “Si bien tenía una idea de que había imágenes interesantes y nunca publicadas, me sorprendió volver a verlas 40 años después. Fue un hallazgo”, manifestó.
- ¿Qué sentiste cuando te convocaron desde el INAMU para la reedición de La grasa de las capitales?
- Ya había trabajado junto a ellos el año anterior para la reedición del álbum Metegol, de Raúl Porchetto, y fue entonces cuando Diego Boris (presidente del INAMU) me contó acerca de la posibilidad de reeditar La grasa en su 40 aniversario. Por eso, cuando me llamó hace un par de meses, me alegró mucho saber que se reeditaría ese álbum ícono del rock y, si yo podía participar aportando alguna imagen extra, mucho mejor.
- ¿Cómo fue el proceso de trabajo para reeditar esas imágenes? Me imagino que arduo...
- Cuando me enteré que Pedro Aznar estaba trabajando en la remasterización de las cintas, pensé si se podía hacer lo mismo con las imágenes. Y probé lavando los negativos originales y digitalizándolos en alta resolución, ya que hoy contamos con herramientas mucho más desarrolladas para escanear y corregir parámetros y ajustes de color, obteniendo una calidad de imagen superior a la de 1979, donde el negativo que salía de la cámara iba a la imprenta sin muchas posibilidades de corrección.
Lo que hice fue reunir todo el material de las diferentes cámaras, volver a lavarlo y darles un proceso de humectación para evitar las manchas que deja el agua al secar. Luego escaneé todos los negativos y fui seleccionando las mejores fotos. Con esas imágenes, armamos varios bocetos del insert que incluye esta versión y los compartí con el INAMU. Así fuimos ajustando ideas hasta llegar al resultado que vemos ahora.
La tapa es igual a la original pero con todas las imágenes en “copia nueva”. Se agregó un póster con 17 fotografías de la sesión original de tomas de la tapa. Varias de ellas son inéditas.
- ¿Te sorprendió encontrar fotos inéditas o sabías que algo guardado tenías?
- Si bien tenía una idea de que había imágenes interesantes y nunca publicadas, me sorprendió volver a verlas 40 años después, revisando con una lupa cuidadosamente, y encontrarme con algunas tomas que anteriormente no habíamos tomado en cuenta y ahora se veían diferentes. Fue un hallazgo. Creo que ese material estuvo guardado 40 años esperando el momento apropiado para ser mostrado.
- ¿Cómo conociste a los Serú Girán?
- A los músicos los conocía de haber hecho fotos en sus bandas anteriores. Pedro (Aznar) grabó con Raúl Porchetto en 1977 para el álbum Volando de vida. A (Oscar) Moro lo fotografié en La máquina de hacer pájaros. A David (Lebón) en Polifemo, Seleste y en el Festival del amor de 1977 en el Luna. Y a Charly (García) lo fotografié desde 1973 con Sui Géneris y luego en la gira de PorSuiGieco, donde tuve la posibilidad de acompañarlos en el micro cubriendo la gira y después en su carrera posterior.
- ¿Cómo fue trabajar con ellos? ¿Sentís que La grasa de las capitales es una de las tapas que marcaron tu carrera?
- Para mí siempre fue un placer fotografiar a los músicos, a todos ellos, porque básicamente unía dos pasiones, que eran sacar fotos y además sacarle fotos a mis ídolos. Y con la enorme responsabilidad de hacer un buen trabajo, ya que ellos confiaban en mi y me daban nada menos que la tarea de hacer las fotos de tapa de sus discos...
Más de una vez me temblaron las piernas porque, además de sentir que tenía que estar a la altura de esa obra musical, lo cual ya eso te genera una presión importante, en esos años de fotografía analógica vos no sabías cómo salían las fotos hasta que no se revelaban los rollos. Los músicos se iban felices del estudio y vos te quedabas pensando si técnicamente todo estaba bien y no te relajabas hasta no ver el rollo revelado.
Tenía 25 años cuando hice las fotos de La grasa y 19 cuando fotografié a Invisible en 1974. Era muy joven, con poca experiencia y todas las dudas del mundo.
Siempre estuve y estaré agradecido por esa función que me tocó cumplir con el rock porque fue un medio importantísimo para mostrar mis trabajos, lo cual, además del placer de hacer esas fotos, existe el orgullo y el honor de ver aún hoy tapas de discos de rock con fotos mías.
Todos los trabajos que hice fueron importantes para mi y, de alguna forma, representan guías en el camino, como si fueran mojones en la ruta que te avisan en qué kilómetro estás. Y La grasa de las capitales no se queda atrás. Es una obra musical impresionante que marcó la carrera de todos los que formamos parte de alguna forma de ese álbum.
La reedición de La grasa de las capitales y un poco de historia
Esta edición especial -a 40 años de su lanzamiento- tuvo su estreno digital en diciembre (está disponible en distintas plataformas), mientras que el vinilo y CD, con la restauración de todo el arte de tapa, incluyendo nuevas imágenes y un póster, estarán en las disquerías este mes.
La grasa de las capitales (1979) fue un trabajo en el que se hizo una dura crítica de la sociedad argentina, hecho que convirtió a la obra en uno de los discos conceptuales más exitosos del rock argentino. "Habíamos compuesto ese disco para ir al choque directamente. Las canciones eran más pesadas, más contestatarias. Había que salir de la grasa, de la mediocridad”, afirmó Charly García en varios reportajes cuando le preguntaron por ese álbum.
En la portada del disco, que quedó en la memoria de todos, Pedro Aznar era el oficinista, David Lebón el rugbier, Oscar Moro el carnicero y Charly el empleado de una estación de servicio, en lo que se trataba de una crítica a las petroleras.
Ficha técnica de la edición 40 aniversario
Restauración, ajuste de mezcla y remasterización: Pedro Aznar y Ariel Lavigna.
Edición 2019: INAMU / Zarpa / 300 producciones.
Producción: Instituto Nacional de la Música, Diego Boris y Gustavo Gauvry (AATIA).
Fotos y diseño de insert: Rubén Andón.
Restauración de arte de tapa: Pali Muñoz y Eduardo Marcé por INAMU.
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