A Susana Giménez no le gustó nada empezar el año siendo noticia por el escándalo protagonizado por su hija Mecha y su nieta, Lucía Celasco, en Punta del Este. Fue la primera noticia del 2020 y le costó más que un reto en privado a su familia: a instancias suyas, el abogado Fernando Burlando -a quien la diva llamó por teléfono- medió para solucionar el conflicto con el vecino agredido.
Pero el alto perfil de la diva en esta temporada esteña no terminó ahí: fue centro de polémicas y debates en las redes sociales y en televisión a partir de sus dichos sobre la pobreza durante una nota que brindó en un evento y que le trajo otro dolor de cabeza.
Los habitués de las temporadas en la costa uruguaya dicen que la diva está más “eventera” que nunca, va a las fiestas y sale muchísimo. El sábado pasado llegó en helicóptero a la fiesta de la revista Gente junto a su amiga Teté Coustarot, especialmente invitada para ser figura central de la tapa en una celebración mucho más selecta que otros años en cuanto a cantidad de invitados que tuvo lugar en el barrio cerrado Las Garzas, propiedad del empresario Eduardo Costantini, quien fue el anfitrión junto a su novia.
En otro evento por el lanzamiento de un proyecto inmobiliario en Punta del Este se llegó a decir que la presencia de la diva tuvo un alto cachet, nada más ni nada menos que un departamento. Sin embargo, la versión fue desmentida por su entorno. De hecho, la propiedad más barata del lujoso condominio vale seiscientos mil dólares.
Si de tema inmobiliario se trata, Susana tiene una única obsesión: poder vender de una vez por todas su gigante casa en Laguna Garzón, esa a la que nunca va, la que considera un proyecto fallido en que gastó millones y de la que por el momento no se pudo desprender. Es tan inaccesible que nadie se termina de interesar por el lugar, y, aunque le baja el precio, no encuentra comprador. Ni ella la disfruta. Le alcanza y sobra con su casa La Mary, su histórica chacra esteña donde recibe amigos y familia, disfruta sus plantas, sus perros y su tiempo de ocio.
Mientras tanto, la diva piensa en el 2020. Tiene la oferta de cada año para volver con su ciclo en Telefe en el segundo semestre, pero apareció otra propuesta que la tienta muchísimo: una serie producida por gigante de streaming, Amazon. La cifra para su protagónico es millonaria. No se trata del proyecto para contar su vida, que por el momento quedó archivado en un cajón, sino otra ficción, de la que no han corrido aún demasiados detalles, pero en la que volvería a actuar.
Vale recordar que Amazon avanza en la primera temporada de la serie Sueño bendito, sobre la vida de Diego Maradona, próxima a estrenarse, y también quiere a Susana Giménez para una ficción. Los grandes del on demand quieren a nuestras primeras figuras. Mientras la diva estudia la propuesta, Disney, próximo a lanzar su plataforma de streaming con el claro objetivo de disputarle el liderazgo a Netflix- le hizo una jugosa oferta a Guillermo Francella para una serie escrita y producida por la dupla Mariano Cohn y Gastón Duprat, con quienes el actor hizo la película Animal.
SEGUÍ LEYENDO