Marcela Tiraboschi se hizo conocida a principios de los ’90 por ser una de las secretarias de Gerardo Sofovich y luego por ser pareja de Cacho Fontana, cuya relación terminó en 1992 con una denuncia por lesiones. La ex modelo, ahora está alejada de los medios, vive en Bragado y relató un grave accidente que sufrió hace unos días y que podría haberle costado la vida.
“Caí a un pozo ciego, que está en el fondo de casa”, contó en diálogo con LAM y siguió: “Es un pozo, donde pasa todo lo del baño y sale el agua. Sabía que estaba eso, pero había un gatito en el tapial, me subí para agarrarlo y ¡blum! me voy para abajo, se desmorona. Caigo y me engancho en un pedazo de mármol con los brazos para que el agua no me arrastrara, estoy viva de milagro. Empecé a los gritos, estaba sola porque vivo sola, ‘ayudenme socorro’, viene el vecino y los bomberos y una ambulancia".
En ese momento, se asustó: “Dije ‘me muero’ porque tenía excremento hasta acá (se señala el cuello), el agua me tapaba, nunca vi la muerte tan cerca, fue feo feo. Y acá estoy, puedo hablar y te la puedo contar. Son accidentes caseros, uno qué se iba a imaginar”.
Desde hace seis años Marcela vive en Bragado. ¿Por qué fue allí? “En el 2014 fallece mi mamá, que era mi mano derecha en todo, me agarró estado de shock, ella es oriunda de acá, y una prima me dijo que por qué no venía a buscar la paz que necesitaba porque la ciudad me estaba haciendo daño”.
En el interín, conoció a un hombre con quien se casó: “Ahora estoy separada, no fue tan lindo. Nosotros trabajábamos, cuidábamos la plaza, fue un atorrante, se colgó, fue a hablar de mí a los medios y prendió el ventilador, estoy en juicio y no puedo hablar nada”.
Inevitablemente no pudo dejar de mencionar a Cacho Fontana, a quien le mandó un beso: “Pasaron muchos años, fue una pareja importante, yo lo tomé así, no sé si él para conmigo también porque él dijo muchas cosas que me hicieron daño luego del juicio, que fue por golpes, drogas. Decían que quería sacarle plata, yo me enamoré de Norberto Palese. No le guardo rencor, si me lo cruzara tomaría un café, le mando un beso y fuerza para seguir”.
Tiraboschi resumió su historia: “Nos conocimos cuando yo trabajaba con Sofovich. Me invitó a cenar, nos pusimos de novios, nos pescó el periodismo, nos fuimos a vivir juntos y ahí me mostró su otra cara, la triste. Había golpes, porque yo no quería drogarme con él, no era adicta. Si lo hubiera sido, hubiera seguido al lado de Cacho”.
A pesar de que las cosas no terminaron bien entre ellos, ella no siente bronca: “Pasaron muchos años, soy una mujer que no soy rencorosa, no odio y sé perdonar, entiendo que un adicto es un enfermo, lo disculpo por su adicción y porque después nunca más me nombró, podría haber seguido hablando y colgarse”.
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