El verano pasado, Julieta Prandi comenzaba una etapa delicada, con una separación conflictiva, problemas económicos y la sensación de impotencia de haber sido estafada por la persona que amaba. Entonces, todo parecía un callejón sin salida para la modelo. Sin embargo, segura de que el camino que había emprendido era el mejor para ella y para sus hijos, comenzó a luchar para revertir la situación que la aquejaba. Y finalmente lo logró.
Durante los diez años que había compartido con Claudio Contardi, el padre de sus hijos Mateo (ocho años) y Rocco (cuatro), Julieta creía tener una familia perfecta. Hasta que pudo sacarse la venda de los ojos para observar la realidad. Entendió entonces que era el momento de darle un giro a su historia. Y tomó la decisión de separarse.
No fue fácil. Después de largos meses tratando de que su ex abandonara el hogar familiar, en febrero de este año no le quedó más remedio que irse con sus hijos a un departamento alquilado. En ese momento se limitó a decir públicamente que con Contardi ya no se elegían como pareja. Y evitó dar detalles para tratar de resguardar a sus hijos. Pero no pudo evitar que los rumores que hablaban de cuentas poco claras en el matrimonio empezaran a circular.
Sin poder acceder a sus ahorros y tratando de disimular los tormentos que padecía, Julieta volvió con todo al trabajo para tratar de afrontar los gastos de sus hijos. El año pasado había renunciado a Incorrectas, por América, y nadie sabía por qué. Y en enero se la había notado muy dispersa en un desfile de Pinamar al que había sido convocada. Pero los motivos recién quedaron claros mucho después, cuando por fin se animó a contar el infierno que atravesaba desde hacía años.
En el mes de mayo, Julieta empezó a dar algunos indicios. Ahí reconoció que había tenido que dejar la casa que compartían en zona norte porque Contardi no se quería ir. Y habló de “mentiras” y “diferencias irreconciliables”.
Por entonces, Prandi había protagonizado el video “Bailame”, del músico Matías Zanuzzi, con quien pegó muy buena onda. Y todo parecía indicar que el amor había llegado nuevamente a su vida. Pero la relación no logró consolidarse, así que Julieta volvió a abocarse de lleno al trabajo.
Los conflictos con su ex no cesaron. En octubre se supo que la modelo había denunciado a Contardi por “violencia familiar” y que la justicia había dispuesto una restricción perimetral para que el hombre no pudiera acercarse a ella, y una medida por la cual sus hijos no podían quedarse a pernoctar con él.
Los motivos de esta denuncia los explicó la propia Julieta en una extensa nota con Teleshow, a corazón abierto. Allí contó que había vivido sometida a violencia psicológica. “Estás vieja, no servís para nada”, eran algunas de las tantas frases que, según sus propias palabras, utilizaba Contardi para humillarla y hacerle creer que no podría subsistir si no era a su lado.
Prandi también relató los artilugios que su ex habría utilizado para quedarse con sus propiedades, cuando ella, enamorada y embarazada, no podía ni sospechar que ese hombre la pudiera estafar. Y también explicó el mecanismo de manipulación con el que Contardi utilizaría a su hijo mayor, al que obligaba a referirse a su madre como “la putita”, para dañarla a ella. Entonces, todo quedó más que claro.
Los problemas continuaron, pero todo quedó en manos de la Justicia. Para entonces Julieta ya había dado el primer paso para salir, definitivamente, del sometimiento al que había sido empujada: había podido hablar. Entonces sí, el camino de la felicidad comenzó a vislumbrarse. En noviembre fue convocada por APTRA para conducir los premios Martín Fierro de Radio junto a Gustavo López. Y se lució como nunca.
Como para que el año terminara de la mejor manera a nivel laboral, fue convocada para protagonizar Atrapados en el Museo en Villa Carlos Paz durante la temporada de verano, con Pedro Alfonso, Fredy Villareal y Flor Torrente, entre otros. Y ya firmó contrato para empezar a trabajar en Radio Mitre a partir de marzo.
Pero para que 2019 pudiera cerrar definitivamente de manera positiva, faltaba el amor. Y llegó de la mano de Guido Sardelli, el guitarrista del grupo Airbag. Julieta lo conoció cuando el músico y sus hermanos, Patricio y Gastón, estuvieron como teloneros de la banda Muse, en el Hipódromo de Palermo. Entonces comenzó la amistad y arrancaron los rumores...
Finalmente, después de que ella estuviera como invitada especial en el recital que el trío diera el sábado 14 en el Teatro Vorterix, la semana pasada Prandi confirmó que está saliendo con el músico. Y aunque todavía no le puso el título de novio, todo parece indicar que la relación está muy bien encaminada.
Es verdad que, aunque ya salió el divorcio de Contardi, Julieta todavía no puede estar tranquila hasta que no se defina la división de bienes, se arregle un régimen de visita y la cuota alimentaria de sus hijos, y se termine, definitivamente, con la violencia psicológica. Pero lo importante es que pudo escapar de la situación en la que estaba atrapada. Y que, ahora, está dispuesta a luchar por encontrar su verdadera felicidad.
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