Ella misma se reconoce intensa y siente que ese vértigo la llevó a vivir “6000 vidas en una”. Sin embargo, lejos de cualquier arrepentimiento, Jimena Cyrulnik agradece incluso los malos momentos que le tocó vivir y que hoy la llevaron a este momento “de disfrute”.
Así lo explicó la propia modelo y conductora en ¿Quién quiere ser millonario?, el ciclo que conduce Santiago del Moro a través de la pantalla de Telefe y al que llegó acompañada por sus dos amigas y ex compañeras de Versus, Maia Chacra y Jazmín Rodríguez.
“Ahora que tengo hijos digo por qué tuve que chocarme con un camión de frente para aprender esto, pero fue lo que me tocó, como me crié, las bases que tenía de mi casa. Mi vieja hizo lo que pudo conmigo, mi viejo se fue cuando era muy chiquita, después falleció, después yo empecé a trabajar en el medio, iba muy rápido por la vida y tuve que aprender a los golpes", comentó.
“Yo soy muy de buscar sensaciones, yo quería que la vida me atraviese y así fue, jugué un poco con los límites y hoy a esta edad miro para atrás y digo bueno, viví 6000 vidas, pasé por mucho, aprendí un montón, agradezco lo bueno y lo malo lo agradezco más. No me arrepiento de nada de lo que viví, de nada. Hoy puedo sentarme a aconsejar a una mamá de una chica que tuvo anorexia, o alguien que tuvo algún problema con algunos excesos”, continuó.
"Hoy siento que tuve una vida que me sirvió de mucho y estoy en un momento de disfrute. Fui mamá, mis hijos me hicieron increíble, me enseñan todo el tiempo, y no paro de aprender. Soy una mujer que vive muy intensamente todo, soy muy apasionada de todo, pero es la vida que elijo, no me arrepiento de nada y creo que la vida es muy corta, es una sola y quiero llegar a viejita y decir qué buena vida que tuve”, subrayó.
“Hoy me siento a esta edad como muy plantada, me parece que todo lo que me pasó y los años no fueron en vano. Y es tal cual, estuve muy arriba, muy abajo, la pasé muy bien, tuve momentos feos y pude como capitalizar todo lo malo y transformarlo como en herramientas para salir adelante”, concluyó al respecto, para luego recordar aquella etapa de espiritualidad y cabeza rapada.
“Venía muy acelerada, me aferré mucho a lo espiritual durante un tiempo, me afeité la cabeza, dije no quiero trabajar más, me alejo del medio. En ese momento a mí me hizo bien, por más que de afuera decían qué le pasó a esta chica, por qué se afeitó, por qué dejó de trabajar. Y yo lo necesité, me ayudó a salir del lugar en el que estaba y me dejó una fe enorme”, se sinceró.
Claro que más allá de esas luchas, Jimena también tuvo que atravesar una separación de la que también supo salir fortalecida.
“Yo me separé después de 14 años de matrimonio, pero me separé muy bien. Estoy muy orgullosa de cómo lo manejamos. Hicimos terapia de pareja, terapia de familia, pero entendimos que cuando hay algo que termina...la realidad es que se transforma más que se termina. Lo hablamos entre nosotros, lo hablamos con los chicos y la verdad que se dio como con una madurez emocional que hasta me sorprende a mí", destacó.
"Se fue él a un complejo cerca de casa, y la verdad que tenemos como una dinámica...Trabajamos juntos, somos socios en nuestra empresa de trajes de baño, así que nos vemos todos los días, nos llevamos bien, y estamos haciendo un arte de lo que fue la separación. Por ahora venimos como muy bien y empezando otra etapa de mi vida. Entendiendo que la vida es una sola y mientras estés vivo y tengas salud, todo lo demás viene solo, así que estoy muy feliz”, concluyó Jimena, quien llegó hasta la pregunta por los 300 mil pesos.
“Según datos de la OMS de 2018, ¿cuál fue el país sudamericano que con 10,8 litros de alcohol puro per cápita marcó el mayor consumo de la región?" fue la pregunta. Sin embargo, desafortunadamente para ellas, se inclinaron por Argentina cuando la respuesta correcta era Uruguay, por lo que debieron conformarse con los 180 mil pesos que llevaban ganados hasta ese momento.
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