Fue un año muy bueno para ella, tanto a nivel profesional como personal. Sin embargo, el 2019 aún le tenía reservado a Graciela Alfano un regalo de Navidad: la llegada de su primera nieta, Nina.
“Acá estamos festejando Navidad, nacimiento, todo junto, felices y contentísimos. Estoy muy emocionada, realmente todo el mundo lo dice que ser abuelo es impresionante, sobre todo el primero, y es una emoción muy fuerte, la verdad siento que emocionalmente me pasó un tsunami”, expresó la flamante abuela en diálogo con Teleshow.
“Es una cosa que no se puede explicar, solamente los abuelos lo saben y mantenemos el secreto. La gente tiene que llegar a viejo, son las cosas que traen los años. Es un tsunami de emociones, no podes creer. Desde que te dicen comenzó el trabajo de parto ya empezás con una cosa de distintas emociones, de esperanza, de temor, de rezar, crees en todos los santos de nuevo. Y además en un día tan particular como el de hoy”, agregó.
“Fue un parto lindísimo, natural, pesó casi 3,800 kg. Es preciosa, qué va a decir la abuela", afirmó entre risas, para luego agregar que "mi nuera estaba divina, la nena divina, y Gonza con el gorrito, el mameluco, las ojotas de ella, parecía un ekeko con tantas cosas colgando”.
“Le caímos en masa, el abuelo Quique con mi otro hijo, Fran, mi sobrina, por supuesto la mamá de ella, los hermanos. Después vinimos a mi casa, seguimos comiendo, brindando por Navidad, por Nina. Es una cosa muy linda, el nacimiento de un niño es como que une a la familia. Yo me abracé con mi consuegra, no es que nos conocemos tanto ni somos tan amigas, pero la emoción es muy fuerte, como muy especial”, explicó.
“Los chicos habían decidido justamente ir a la casa de mi consuegra, yo creo que también tenía que ver con que ella se sintiera más cerca de la mamá. A mí me dio un poquito de cosa porque ellos viven en El Talar, entonces les dije ‘¿tan lejos van a estar?, miren que ya es la fecha’. Ella estuvo toda la tarde ahí, nadando, todos le decíamos ‘dale Delfi, nadá, hacete unos largos, no te quedes quieta’, estábamos todos ansiosos, queríamos que nazca ya", narró sobre las horas previas.
"Y justo después de brindar me dijeron ‘estamos yendo a Buenos Aires, vamos a dormir acá en Buenos Aires’. Cuestión que estaba arreglando todo para que vinieran hoy al mediodía y me dicen ‘no, cambio de planes’. Pero fue realmente muy lindo, muy bueno”, comentó. “Es como que me reseteó, uno ya a esta altura no tiene cuentas pendientes, pero es como que te resetea la cabeza, te pone en el mejor modo que podés estar”, se sinceró, para luego hacer un balance del año que está a punto de terminar.
“Fue un año muy bueno a nivel profesional, y todas esas cosas que revelé (como el abuso que sufrió entre sus cuatro y siete años de edad) fueron por mi nieta. He tenido actos de valentía, de coraje y amor, porque yo no quería que se repitan, entonces esta nena me dio la energía para enfrentarme con mis fantasmas, para ponerlos afuera, para hacerlos públicos, que de eso se trata. Nuestra relación ya fue un milagro de limpieza desde antes de nacer. Cuando la vi le dije ‘loca, yo por vos ya hice un montón de cosas y no te había visto la cara’, te juro que no entendés nada”, concluyó todavía embargada por la emoción.
SEGUÍ LEYENDO