“Que nadie se ponga ninguna medalla por sacar a Maradona de la droga, a mí me sacó Dalma”, sentenció hace unos días Diego Maradona en una entrevista que brindó en TyC Sports, y dijo que el momento en que sintió que había tocado fondo fue cuando estuvo en coma.
Tras la repercusión de la nota en la que el Diez habló de todo, Dalma Maradona rompió el silencio en Los ángeles de la mañana. “No lo había visto, me quede como… (cara de sorprendida), él ya lo había dicho”, dijo.
La mamá de Roma recordó que alguna vez su papá había contado que cuando ella tenía tres años, le golpeaba la puerta para que saliera del baño: “Él tenía que salir. No sé si tenía consciencia de qué era lo que pasaba, pero sí. De hecho cuando él empezó a contar de su enfermedad decía: ‘Dalma no me dejaba pasar una’. Él sabía que si iba a mi casa tenía que estar bien porque ‘Dalma estaba ahí en la puerta’, esperando cuando llegara a las tres de la mañana. Él sabía que si no venía bien, yo le cortaba el rostro”.
La actriz recordó que en más de una ocasión su padre la recordó en aquellos tiempos como “una enana que hacía preguntas” y que lo dejaba “tecleando” sin saber qué hacer.
Sin embargo, dijo que las declaraciones de su papá le parecieron “injustas”: “No fui solamente yo, sino Gianinna y mi mamá también. Es como dice, mi hermana le pedía por favor no te mueras, directamente así. Él cuenta que trataba de salir de ahí, pero no podía”.
“Yo tengo el mismo recuerdo pero del otro lado con gente que me decía: ‘Bueno, que sé yo, hay que esperar, no sabemos lo que puede pasar’”, dijo Dalma, y contó que un médico hasta les llegó a decir que no sabía si el ex deportista se iba a morir o no.
Para cerrar, Dalma se refirió al primer encuentro entre su papá y su hija Roma, que nació en marzo. La actriz describió dicho momento como “espectacular” y explicó: “La escuché a Rocío que dijo que fue gracias a ella que conoció a mi hija. Es un montón, creo que entre un abuelo y un nieto no hay nadie que se pueda meter, ni siquiera yo. Mi papá dice que la luz de su vida es Benjamín y es el único que lo reta y le dice cosas. Sí había que hablar con ella porque si no, no podías llegar a mi papá en ese momento. Mi papá no tenía teléfono”.
La comunicación entre las hermanas y el director técnico hoy es mucho más fluida: “Ahora hablamos directamente con él. Él ya venía diciéndome que la quería conocer a Roma y yo seguía enojada por el casamiento. Es el día de hoy que sigo enojada, pero siento que tengo que pasar de hoja, por mi hija. Mi hija no tiene nada que ver con eso y me parece espectacular que pueda tener una relación con su abuelo. Benjamín se desespera por mi papá y mi papá también. Nunca privaría a mi hija de eso”.
Sobre el encuentro en sí, recordó: “Cuando la vio a Roma se desesperó, ella es lo más arisca del mundo, eso lo tiene de mí, le empezó a acariciar la cara y fue re hermoso. Yo estaba chocha. Vi eso y me pareció espectacular”.
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