No fue un fin de semana más para Lourdes Sánchez y el Chato Prada. La pareja pasó la mañana del domingo en el Barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, ubicado en el sector norte de la localidad de Ciudadela.
Si bien no era la primera vez que iba la bailarina, esta vez lo vivió distinto al estar acompañada por su familia. Según relató a Teleshow, el motivo de su visita fue para ver a los 100 chicos que juegan en el Club El Apache, cuyo sueño en el Bailando 2019 es arreglar la cancha. “Está muy deteriorada. Necesita muchas cosas. Si Dios quiere lo vamos a cumplir”.
El jueves pasado, la pareja que forma con Fede Bal quedó eliminada en la semifinal del certamen que conduce Marcelo Tinelli, después de que el público decidiera, a través del voto telefónico, que Flor Vigna y Facu Mazzei llegaran a la final.
El domingo por la mañana, acompañada por el Chato y su hijo Valentín, de tres años, visitaron Fuerte Apache y llevaron regalos para los chicos. “Cuando llegamos, bajamos del auto y Valentín se puso a llorar. Yo creí que era porque había muchos niños, y le dio miedo. Pero no, lo que él quería era volver al auto para poder darles los juguetes”, narró con emoción sobre la experiencia solidaria que compartió.
“Lourdes estaba muy comprometida con el sueño. Yo lo veía en casa porque hablaba todo el tiempo con los chicos”, agregó el productor ejecutivo de ShowMatch. “Fue todo muy emocionante. Nos recibieron muy bien, son todos muy cariñosos. Valentín jugó al fútbol por primera vez y lo hizo en la cancha en donde jugaba Carlos Tevez cuando era chico. Hay dos señoras que viven en frente y tienen como un palco de lujo. Tomamos mate, comimos unas empanadas”, detalló y describió como “increíble” la sensación de que su hijo jugara en donde lo hacía el futbolista de Boca.
“Valentín es hincha de Independiente, pero a partir del domingo, también es hincha del Apache”, aseguró el productor.
Lourdes había utilizado su cuenta de Instagram para compartir algunas imágenes de su visita al barrio y según su pareja, “estaba muy emocionada escuchando a cada uno de los nenes”. “Los vecinos estaban felices. Es gente laburadora y muy cariñosa, que nos hizo el aguante durante todo el año yendo al piso cuando bailábamos con Fede. Me gustó mucho haber vivido esto acompañada por mi marido y mi hijo”, amplió la bailarina.
“Es gente encantadora y con mucha necesidad. Fue una experiencia maravillosa. Nos fuimos muy emocionados y con ganas de estar cerca de todos esos chiquitos que son tan amorosos, cariñosos y respetuosos”, concluyó el Chato Prada.
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