Hace poco tiempo, Luis Novaresio reconoció abiertamente su sexualidad y comenzó a mostrarse en público junto a su pareja, Braulio Bauab.
Invitado a PH, Podemos Hablar, el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff por la pantalla de Telefe, el reconocido periodista habló en profundidad de su decisión a partir de una de las preguntas del conductor que sirvieron como disparador.
“Pasen al frente los que supieron alejarse de aquello que les hacía mal”, fue la consigna propuesta por el ex CQC. “Le voy a preguntar a Luis, ¿de qué se alejó usted?”, indagó Andy.
“Me alejé del prejuicio y la culpa. Yo era bastante más prejuicioso y más culposo de lo que creía. Vino este cambio, esta salida del closet que me tiene muy contento y muy feliz”, se sinceró.
"Bien Luis, ¿qué te pasa cuando contás?", le preguntaron.
“Estuvo bueno. Siempre digo que no tenía claro cuánto de importante podía ser, no sólo para mí, sino para montones de personas que me llamaron. Pibes muy jóvenes me decían ‘te banco’ porque pude hablar con mi viejo. Lo más impresionante fue una mamá que me escribió y me dijo ‘mi hijo tiene 25 años, hace tres que no se habla con su padre y el día que vos lo contaste llegó, tiró el celular sobre la mesa y le dijo hijo, ¿salimos esta tarde?’", relató.
"¿Cuál era tu miedo Luis?", le preguntó entonces Kusnetzoff.
“Quienes trabajaron conmigo lo tenían totalmente claro, nunca careteé esta historia. A lo largo de este tiempo yo sentí que tenía que dar un doble examen, de que podía ser más o menos inteligente, más o menos talentoso, pero aparte, como el tipo es gay, tenía que dar un nuevo standard, y la verdad que no fue así”, contó, para luego referirse a un hecho que lo marcó en su juventud.
"En algún momento, en Rosario, lo llegaron a usar para amenazarte, voy a hablar de esto?, eso me parece tremendo", introdujo el tema Andy.
“Eso fue en plena nota, no lo nombro porque se murió. Fue un intendente de cerquita de la ciudad de Rosario al que yo denuncié con pruebas, y efectivamente era ñoqui en la Cámara de Diputados y tenía a tres de sus familiares en la Cámara. Entonces yo le digo yo sé, y el tipo me dice si yo cuento lo que yo sé de usted. Yo tenía veintipico, y quedé paralizado, no pude seguir la nota. Yo tengo 55, hace 30 años atrás”, recordó, para luego hablar de cómo lo había manejado con sus padres.
“Con mi viejo es imposible que no esté claro. Yo hice lo que ellos pudieron hacer, que era quizás no ponerlo en palabra, pero convivir con mi relación de aquél momento como si fuese mi pareja. Una vez mi viejo me paró y me dijo ¿vos estás bien?, y yo le dije que sí, y me dijo pero sos feliz?, muy feliz. Y mi viejo me miró y me dijo “lo único que no quiero en la vida es que vos sufras, cualquier cosa me avisas”. Con mi vieja no, vivió hasta hace casi tres años y fue mucho más explícito. Yo nunca presenté a nadie como mi socio, estamos haciendo un proyecto juntos, pero así abiertamente no”, reflexionó.
"Te hubiera gustado?", preguntó entonces Andy.
“Ahora que pasó este cuento sí, pero yo soy de una familia donde los silencios fueron más importantes que las palabras. Y yo creo que en el silencio muchas veces se dice todo, no tengo ninguna cuenta pendiente con ese tema ni nada de eso”, concluyó.
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