La historia de amor de Isabel Sarli y Armando Bó trascendió la pantalla grande y fue conocida por todos, tanto en la Argentina como fronteras afuera. Sin embargo, ese amor prohibido tuvo un lado que pocos conocen y que Víctor Bó, hijo del recordado director, dejó conocer durante su paso por ¿Quién quiere ser millonario?, el ciclo que conduce Santiago del Moro por la pantalla de Telefe.
“Llevo 30 años de análisis y todavía no le encuentro la solución (risas). Imaginate, tenía que hacer escenas románticas con la amante de mi viejo, así que imaginate que era bastante difícil. Pero lo que pasa es que mi padre era un ser humano tan excepcional que podías aceptar. Se hacía querer tanto...Pero cometió un grave error conmigo que me ayudó mucho para progresar como ser humano. Mi viejo fue un ser humano extraordinario, el más bueno del mundo, pero no fue un buen padre", arrancó.
"¿Sabés por qué?, porque me trató como un amigo, era el cómplice de él, y yo con mis hijos no, yo soy el padre con mis hijos, no soy amigo de ellos. Yo no les pregunto una intimidad a mis hijos, pero soy un padre muy presente que estoy muy al lado de ellos, y no soy amigo de ellos. Entonces, la vida tiene ciertos momentos que vivís y te sirven de experiencia para progresar como ser humano y ser mejor, y yo creo que mis hijos son fuertes porque pudieron criar sus alas libres”, continuó, para luego referirse a la relación que mantuvo él con la icónica artista.
“Con la Coca fue una relación bastante particular, porque cuando teníamos escenas de amor nos reíamos los dos de nerviosos. Pero la relación fue amistosa, te diría, yo lo banqué toda mi vida a mi viejo y lo bancaré, y sé que Isabel lo quería mucho a papá, pero no sabés cómo lo quería mi vieja a mi viejo. Mi vieja se murió cuando mi viejo se murió de tristeza”, recordó. “Papá nunca durmió fuera de casa, esas cosas que se hacían antes, papá nunca pasó una Navidad fuera de casa”, agregó al respecto.
“Cuando mi viejo muere se quebró esa relación que había, con Isabel se quebró. No mal, porque decidimos vender las películas y cada uno cobró sus derechos, cada uno siguió su vida y yo seguí la mía”, se sinceró el actor, quien reconoció que no fue a despedir a la Coca cuando ella murió.
“No lo hice, no lo sentí, sufrió mucho mi familia y especialmente mi vieja. No sabés qué persona era mi mamá. Todo el mundo cuenta un montón de historias, pero la verdadera historia es que mi vieja nunca se fue de al lado de mi viejo. Un día lo encaré, y le dije viejo, te quiero hacer una pregunta, ¿estás enamorado de Isabel?, ¿por qué no te vas de casa y la dejas tranquila a mamá? Y me dijo ‘yo no me voy a ir porque yo la amo y yo me voy a ir con las patas para adelante de acá’, y se fue con las patas para adelante. No me jode hablar de esto porque me encanta de hablar bien de mi mamá, lo amó tanto que le bancó todas sus infidelidades”, se explayó.
“Cuando mi viejo se enfermó yo la iba a buscar a Isabel a tomar el té con mi papá y después la llevaba, y mi mamá lo aceptó y le pareció un acto de amor”, concluyó al ser consultado sobre si su madre y Sarli se habían cruzado en algún momento.
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