Guantes blancos, riguroso esmoquin y una peluca a los Carlitos Balá: así se presentó Álvaro Navia en Polémica en el bar, generando el desconcierto de todos. “Pero, ¡¿usted quién es?!", indagó Mariano Iúdica. “Oscar Cebada -se presentó el humorista-, el nuevo chofer presidencial... ¡del excelentísimo presidente Alberto Fernández! ¡De pie, señores!”. Y explicó su parentesco: “Soy primo de Oscar Centeno”, en referencia al ex chofer de Roberto Baratta. Pero aclaró: “No tengo nada que ver con mi primo. Yo soy Cebada, soy trigo limpio”, dijo, sobre quien escribió los célebres cuadernos.
“Ya está todo preparado para que mañana asuma el nuevo presidente -anticipó-. Pero ya de arranque tenemos un problema con la banda presidencial. Se la pedimos a Macri, pero es más flaquito; Alberto tiene zapán, está un poco gordo. ¡Y no le entra! Imaginate que le decimos: ‘¡Señor Presidente!’, y le queda acá (se señala el pecho), no le entra...”.
Cebada la sacó entonces de su bolso, sorprendiendo a Iúdica. “¿Por qué la tiene usted?”. “La traje para retocarla. Y... yo tengo que hacer todo. Ya (están) recortando gastos. Le dieron todo a Kiciloff, todo va a la provincia (de Buenos Aires)”. Acto seguido, le colocó la banda al conductor, pero antes miró a cámara, pícaro: “En esta Argentina cualquier cosa puede pasar...”, dijo.
“Por norma, un presidente no puede manejar. Le sacan el registro”, intervino el Negro Oro. “¡Menem manejaba!”, acotó Chiche Gelblung. “De contrabando manejaba”, insistió el periodista, quien adelantó de qué manera se realizaría la asunción. Pero Cebada lo interrumpió. Porque al igual que su primo, que “anotaba tood”, él también lleva un registro en su propio cuaderno. “Y lamento decirle al señor González Oro que todo lo que dijo, nada que ver -lo chicaneó-. Tengo el itinerario desde que Alberto se levanta hasta que llega, la agenda de actividades antes de ir al Congreso”.
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Y empezó su repaso. “6 AM. Despetar a Alberto, secarle las lágrimas y decirle que no le queda otra más que asumir -informó Cebada-. 6.20 AM. Llegan los hermanos Vernucci, lo peinan, le recortan el bigote y le prestan la tijera por si se quiere cortar las...", pero Iúdica, oportunamente, le tapó la boca. “6.35 a 45. Toca en la guitarra un tema alegórico al que vivimos: ‘Socorro’, de los Beatles. 7 AM. Desayuno; unos mates dulces, porque de tragos amagos va a tener de sobra. Y a las 7.30 salimos al Congreso, pero antes llenamos al tanque, por si Macri antes de irse ¡aumenta de nuevo las naftas!".
Cuando ya se estaba despidiendo, Cebada debió responder un llamado en el celular; era su esposa. “Sí, quedate tranquila que te consigo lugar para todos... Sí, sí... Tus papás, sobrinos, todos. Yo mañana consigo lugar para todos. Te mando un beso, te quiero”. Al escucharlo, Iúdica se entusiasmo, creyendo que las reservas eran para la asunción: “¿Me consigue lugar para mí?". “No -respondió, mirándolo de costado-, ¡los lugares que les consigo son en el Gobierno!".
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