La difusión de las fotos hot de Luciano Castro violó la intimidad del actor y tuvo repercusiones en todo su círculo íntimo. Su esposa, Sabrina Rojas, sus dos pequeños y su hijo mayor (fruto de una relación anterior), Mateo, fueron los principales perjudicados por este escándalo.
El sábado pasado Castro y Rojas visitaron el programa PH, Podemos Hablar y contaron cómo lograron superar aquel episodio. El actor, además, no pudo evitar emocionarse al revelar la charla que tuvo con Mateo, y aseguró: “Mis hijos son lo mejor que tengo”.
La pareja hizo un repaso sobre lo sucedido. Rojas recordó que en el verano pasado tuvieron una crisis y que “cada uno hizo de su vida lo que quiso”. Y cuando se reconciliaron se contaron el uno al otro qué hicieron “porque somos públicos y puede saltar”. Así como él le dijo a su esposa que había mandado fotos íntimas a través de las redes sociales, también se lo confió a su hijo, ya que era consciente de que fue un error y de que en algún momento podrían salir a la luz.
En palabras de Castro: "La charla con mi hijo es distinta a la de mi mujer. Para mí es mucho más angustiante hablar con mi hijo que con mi esposa, porque uno tiene en la cabeza la responsabilidad de ser padre, y pensar cómo puede afectar y cómo puede llegar el efecto rebote a él. Pero mientras yo pueda hablar con él, y lo pueda tener cerca...”
“Tuvimos una buena charla. Me dijo cosas que no me gustaban, pero prefiero tener un hijo que me diga las cosas en la cara de frente y cosas feas, cosas que no me gustan, a tener un hijo sumiso y que diga ‘si papi, no pasa nada’. Entonces yo estoy orgulloso y feliz de tener el hijo que tengo”, subrayó.
Entre lágrimas, el actor dijo que recordarlo le genera “mucha emoción”. “No es para causar ternura, porque el tema de ser consciente pasa por otro lado. A mí me emocionan mis hijos porque son lo mejor que tengo”, aseguró el actor. Fue entonces que su mujer le dio un tierno beso y le dijo: “Te amo, mi amor”.
Claro que antes de ese momento, y estando ambos como invitados, no podían dejar de referirse a la crisis que vivieron meses atrás. “¿Como pasamos de la crisis al bailecito en Brasil?”, preguntó Andy, haciendo referencia a las vacaciones que pasaron en una de las paradisíacas playas del país vecino.
“Una capacidad de diálogo enorme, por más que no sea grato muchas veces el diálogo. Pero es un pacto que tenemos como pareja y lo ejecutamos. Eso nos hace muy bien, es sanador”, aclaró él.
“Si hay amor, siempre vale la pena el diálogo. La pasás mal, revolvés mucha mierda, en esa mierda retrocedés y decís ‘esto no se puede’. Pero después volvés. Creo que es por el diálogo, la verdad absoluta: a partir de ahí ves si te podés elegir. Porque si la verdad absoluta no está, volvés a caer porque seguís siendo parte de una relación que es una mentira", agregó ella.
Respecto a cómo ha influido el aspecto mediático en sus casi once años de relación, Rojas indicó: "Nunca nos pasó de enterarnos por la tele algo que hizo el otro. Pero sí es verdad que cuando empieza a hablar mucha gente y a fantasear muchas cosas te saca un poco de energía y terminas enganchándote con cosas que sabés que son falsas. Pero te agarra una desesperación por aclararlo y después decís: ‘¿A quien? ¿Por qué?’”
Y concluyó: "En estos años hemos tenido ocho mil crisis y también alguna que otra separación. Una vez se nos fue de la manos y no me preocupa, porque cuando escuchás y hablás le pasa a todo el mundo: es insostenible una relación siempre con armonía”.
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