Luciana Salazar es una de las figuras más populares del espectáculo. Desde que nació su hija Matilda, la conductora la lleva a todos lados. Cuando participaba en el Bailando 2019, la pequeña siempre aparecía en el estudio y se robaba la atención de Marcelo Tinelli. Las Salazar fueron al programa de Susana Giménez y la niña no pasó inadvertida.
Desde que comenzó la entrevista, Matilda estaba inquieta: estuvo caminando y corriendo sin parar en el estudio, mientras su mamá charlaba de diversos temas con la diva de Telefe. Además, la producción del ciclo le puso a su disposición una caja llena de juguetes para que se divirtiera. La niña que cumplirá dos años el 15 de diciembre aprovechó para jugar con una pelota.
“Por ahí de grande se convierte en futbolista”, dijo Luciana, entre risas, sobre las travesuras de su hija en el ciclo de Susana. En dialogo con Teleshow, aseguró: “Estaba hiperactiva porque para ella ya era como trasnoche. Cuando terminó el programa, estaba cansada y se quedó planchada en el auto, pobrecita”.
Además, la modelo reconoció que Matilda se siente como un pez en el agua cada vez que visita un set de televisión. “Cuando entra a un estudio se enciende. Lo disfruta”, reconoció. Ya que no siente ningún tipo de vergüenza frente a las cámaras y le gusta acaparar la atención, quizás en un futuro, siga los pasos de su mamá y se convierta en una artista del espectáculo.
“La pasé muy bien, lo que pasa es que a Susana la conozco, entonces es todo muy relajado. Y en el corte fue más divertido porque empezamos hablar de las botas de leopardo que tenía puestas y se las sacó para ver de qué marca eran. Yo la quiero mucho a Susana. Desde que arranqué en el 2002, todos los años que hizo programa fui su invitada, menos a los especiales”, recordó.
Durante la charla con Giménez, Luciana se refirió a la popularidad que tiene la pequeña: “A Matilda ya la reconocen, yo la llevo a la plaza del barrio privado donde vivo, pero mi mamá la lleva a la plaza común y la reconocen, ella es súper dulce. Mi mamá es todo, me ayuda un montón”.
“Siempre soñé que me iba a casar e iba a tener seis hijos, como mi tía”, dijo la entrevistada, en referencia a Evangelina, la mujer de Palito Ortega. Luego, aclaró entre risas: “Menos mal que no los tuve porque es una tarea ardua, y más que estoy sola”. Aunque, no descartó tener más hijos en un futuro: “Con pareja me encantaría. Tengo óvulos congelados y tengo cuatro embriones; me salieron todas nenas, no tengo ningún varón".
Sin dar muchos detalles de su vida privada, Salazar admitió: “Estoy conociendo gente, pero trato de mantener mi vida privada”. Con respecto a sus gustos, señaló que ya no mira tanto el físico de los hombres y se mostró sorprendida que ahora se acercan a ella personas de menor edad. “Me bajó mucho el target, me escriben chicos de 30 para abajo, yo miraba gente más grande que yo, pero ahora me escriben chicos jovencitos, unos bombones”, finalizó.
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