La ausencia de Benjamín Vicuña el viernes pasado en el festejo por el final de las grabaciones de Argentina, tierra de amor y venganza, el éxito que lo tiene como uno de los protagonistas, les llamó la atención a sus compañeros. Aunque por estas horas sus compromisos laborales lo ubican en Chile, un vuelo de dos horas y media lo hubiese traído hasta la Argentina, donde además están su pareja, Eugenia la China Suárez, y su hija Magnolia.
De todos modos el dato sería menor si no fuera porque esta circunstancia sucede en medio de confusas situaciones y nuevas versiones que rodean a la pareja acerca de una eventual crisis sentimental. Alejados por la distancia física, Benjamín y la China también lo estarían a nivel personal. Luego de concluir las grabaciones de la ficción de El Trece, la actriz no solo se cambió el color de pelo, volviendo a su castaño original, y con el lema “yo de vuelta”, sino que además no voló de inmediato a Santiago de Chile al encuentro del actor, habida cuenta de que ya no afronta responsabilidades laborales aquí, en Buenos Aires. Y además, borró de su cuenta de Instagram muchas de las fotos y los posteos compartidos con Vicuña, dejando solo algunas. Desde mayo (es decir, seis meses atrás) no sube ninguna imagen con él.
La (¿ex?) pareja tiene su casa en un country de zona Norte, a metros de Panamericana y la Ruta 197, en Don Torcuato. Lugar ideal por la cercanía de los estudios que allí tiene la productora Polka, donde grabaron todo el año, y también adecuado para el desarrollo de la vida familiar. Rufina, la hija mayor de la actriz –que tuvo con Nicolás Cabré–, va al colegio en la zona.
Para los vecinos de ese barrio exclusivo, es un secreto a voces la crisis entre la China y Benjamín. Y hablan de que están separados, directamente. Y de que los roces por la convivencia ya son insalvables. Las versiones suceden por ahora a través de voces de terceros, pero las señales que dejan los protagonistas no hacen más que alimentarlas. Hasta se especuló con la posibilidad de la aparición de un comunicado que las confirme o las desmienta, lo que no sucedió.
Lo cierto es que los rumores de crisis surgieron hace tiempo. Pocos meses atrás un empleado de maestranza de esa misma casa del country, al acudir al lugar para realizar una tarea de su oficio, escuchó una discusión entre Suárez y Vicuña, en la que ella “lo echaba de la casa”. Aquellos dichos se desmintieron de inmediato. Fin de la escena.
A fines de la semana pasada Elena Rivera, la actriz española que protagonizó con Vicuña la ficción Inés del alma mía, desató múltiples comentarios cuando subió a su cuenta de Instagram una foto que tomó por las calles de Madrid: retrató una gigantografía de Vicuña que encontró en la vía pública y musicalizó con el tema “Sex bomb”.
Otro elemento curioso en torno a una eventual crisis de la pareja fueron los dichos de Benjamín, justificando la postergación del casamiento que habían anunciado para este año. “Fue un año muy intenso de lo laboral, con mucho viaje. No nos corría nada, yo tengo mi familia súper consolidada, con mi mujer, viviendo juntos. Era medio ridículo meterle tanta presión a algo que queremos hacer bien, lo queremos hacer lindo. No lo tenemos descartado. Lo queremos hacer en un lugar apropiado”, dijo Vicuña en una entrevista para la televisión chilena, minimizando el hecho, aunque la pareja se haya comprometido hace dos años y no concrete la anunciada boda.
"Siempre pensé que volver a amar era la respuesta. Encontrar a alguien que me hiciera creer de nuevo en el amor; pero no fue así, ocurrió algo mejor, me encontré a mí misma y ya no hubo nada ni nadie que pudiera reemplazarme”, escribió la China en sus redes para completar un panorama sospechoso que aún no tiene confirmaciones ni desmentidas oficiales. La actriz aprovechó el feriado para compartir historias con sus amigos en las redes, en pleno almuerzo, lejos de versiones que no son las primeras y podrían no ser las últimas.
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