Durante muchos años, cada vez que Diego Maradona juraba por algo, lo hacía por “la Dalma y la Gianinna”, que eran las únicas hijas que él reconocía y que nacieron como fruto de su relación con Claudia Villafañe, en 1987 y 1989, respectivamente. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la familia se fue agrandando con hijos que Maradona tuvo con otras mujeres y a los que fue reconociendo por voluntad propia en algunos casos, y obligado por la Justicia en otros. Aunque finalmente llegó a aceptar a todos. Ahora todo indica que, de confirmarse los nuevos pedidos de filiación, podría llegar a sumar, al menos, 11 herederos. ¿Quiénes son cada uno de ellos?
El primero en sumarse a la nómina de los “avalados” por El 10 fue Dieguito Fernando, hijo de Verónica Ojeda, que nació en febrero de 2013. Maradona abandonó a la madre del pequeño cuando estaba embarazada, para luego oficializar su noviazgo con Rocío Oliva. Después mantuvo varios idas y vuelta con Ojeda, quien incluso llegó a perder otro bebé de Diego, de pocas semanas de gestación. Lo cierto es que, aunque en esta caso la paternidad del actual DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata nunca estuvo en duda, la relación con Dieguito jamás terminó de afianzarse. El primer cumpleaños que compartió con el pequeño fue el último, cuando el niño estuvo conviviendo con él en México. Pero el diálogo habría vuelto a cortarse.
El caso de Jana es bastante particular. Nació en 1996 tras la breve relación de Diego con Valeria Sabalain, quien por entonces trabajaba como mesera en la disco La Diosa. Y como el ex jugador no quiso someterse a un análisis de ADN, la Justicia le otorgó el apellido Maradona basada en distintos testimonios y pruebas aportadas por la demandante. Durante años fue la propia Villafañe la encargada de depositarle la cuota alimentaria a la niña, sin que Maradona quisiera saber nada de ella. Pero en 2015, y habiendo cumplido la mayoría de edad, Jama decidió ir a buscar a su padre a un gimnasio de Palermo. Y desde el preciso instante en que presentó ante él, ambos entablaron un vínculo entrañable.
Siguiendo la misma línea, cuando nadie lo esperaba Diego confirmó lo que todos sabían: que Diego Junior también era su hijo biológico. Nacido de la relación del ex jugador con la italiana Cristiana Sinagra, había llegado al mundo en 1986 en Nápoles, meses antes del nacimiento de Dalma. Y aunque la Justicia le dio el apellido que le correspondía, Maradona lo negó, lo escupió en público y aseguró que nunca jamás lo reconocería. Sin embargo, en 2016 (cuando Junior vino al país para participar del Bailando), finalmente aceptó públicamente su paternidad, y comenzó a tener una relación fluida con él y con su familia.
Pero cinco hijos no parecían ser suficientes para el ex jugador. A principios de este año, su abogado Matías Morla sorprendió al mundo al asegurar que Diego tendría otros tres hijos, y quizás un cuarto, en Cuba. Serían de la época en la que el ex futbolista estuvo haciendo un tratamiento de rehabilitación en Varadero, por lo que tendrían entre 18 y 20 años. ¿Los nombres? Dos mujeres, Joana y Lu, y dos varones, Javielito y el que todavía no estaría confirmado, Harold. Es verdad que en la isla caribeña muchos dudan de la veracidad de esta información, ya que nunca se comentó por allí nada sobre la existencia de ningún hijo de Maradona. Pero, según el letrado, El Diez estaría dispuesto a reconocerlos.
Hace un tiempo se supo de la existencia de Santiago, un joven platense que también reclama ser hijo de Maradona. Su mamá, Natalia Garat, quien falleció cuando él tenía apenas 3 años, habría mantenido una relación con Diego en 2001. Por mucho tiempo, Santiago creyó que Marcelo Lara, la pareja de su madre, era su verdadero papá. Pero un día, cuando tenía 13 años, se enteró por la tapa de una revista que podría ser hijo del ex jugador. Ya habiendo cumplido la mayoría de edad, decidió iniciar una demanda de filiación. Hasta el momento, Morla dijo que Maradona estaba dispuesto a someterse a un análisis de ADN para determinar su paternidad, algo que podría concretarse antes de fin de año.
Por último, en estas semanas se conoció el caso de Magalí, otra supuesta hija de Diego. La joven, que fue adoptada de chiquita, se reencontró con su madre biológica hace pocos meses. Y según contó recientemente en una entrevista para la televisión italiana, la mujer le confesó que en 1995 había mantenido un affaire con Maradona, producto del cual había quedado embarazada. Desde ese momento, Magalí decidió entablar una demanda de filiación y todo indica que el director técnico también habría mostrado su predisposición para someterse a un análisis de ADN.
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