A los 52 años, Claudio Paul Caniggia dio un vertiginoso vuelco en su vida. Durante más de 30 años fue un futbolista de bajo perfil, silencioso, sin vida mediática, más allá de la exposición de Mariana Nannis. Pero en pocos meses pegó el volantazo: dejó Marbella, se instaló en la Argentina, se puso de novio con una periodista 26 años más joven, y dejó la noche y las adicciones por la vida sana. Ahora, hace gimnasia y yoga. Y con dos nietas de su hijo mayor, quiere volver a ser padre.
Su carrera en el fútbol profesional comenzó en River, en 1985, y en poco tiempo se convirtió en uno de los jugadores más importantes de la Argentina. Fue uno de los pilares fundamentales del Mundial de 1990, compañero de andanzas de Diego Maradona (dentro y fuera de la cancha). Fue uno de los héroes nacionales de aquella Copa del Mundo de Italia, autor de dos goles fundamentales: a Brasil en octavos y a Italia en semifinales. Luego, fue coequiper de Gabriel Batistuta en el ataque de la Selección campeona de América en 1991. Jugó hasta 2004, cuando se retiró en Qatar Sports Club.
Desde el inicio de su carrera Claudio fue un joven tan ágil como callado. Brindaba pocas declaraciones y casi no hablaba de su vida privada. Conoció a Mariana Nannis y formó una familia en Europa: se casaron y tuvieron tres hijos.
No parecían tener nada en común. Claudio se mostró siempre con una imagen casi desalineada, desde su pelo largo pelo de la juventud -que hoy mantiene- hasta su postura casi curvada al moverse. Mariana siempre mostró una actitud ostentosa. Mientras él se escondía, ella salía a mostrar sus lujos. Caniggia nunca dejó de viajar y trabajar en emprendimientos relacionados al fútbol, al tiempo que Mariana aparecía como una líder de familia.
Tuvieron una vida llena de escándalos. Ambos se alejaron de su familia de origen, y formaron un clan con sus tres hijos. La madre de Caniggia, Nélida Tomasa Iglesias, se suicidó en 1996, arrojándose del balcón del hogar familiar. Los rumores siempre indicaron que, a pesar de sufrir una gran depresión, la decisión de la mujer se debía a que Mariana no la dejaba ver a sus nietos. “Quizás no fui capaz o no me di cuenta… Es una cruz que voy a llevar siempre. Un hijo siempre va a decir: ‘Podría haber hecho más’. Quiero recordar a mi madre cuando era feliz. Daría cualquier cosa para que mi madre esté viva", señalaba Claudio días después de su muerte.
El padre de Caniggia tampoco tuvo relación con su descendencia. Conoció a los mellizos en el 2012, poco antes de morir, luego de reclamarlos por televisión, cuando Charlotte fue parte del Bailando. Y con Claudio solo se hablaban telefónicamente, siempre a la distancia.
El hijo mayor de la pareja cultivó un bajo perfil como el padre, y se dedicó a profesionalizar su carrera en el arte. Pero fue el primero que rompió con la hegemonía familiar, convirtiéndose en la “oveja negra” de la familia. Kevin Axel se enamoró de una mujer mayor que él, con dos hijas. Los rumores indicaban que la niña menor es hija del joven, y que su abuela -Mariana- se niega a tener trato con la pequeña. Aunque nadie de la familia confirmó ni negó la versión. Solo Claudio hizo declaraciones asegurando que tenía dos nietas, sin especificar si eran de sangre.
En todos esos años Nannis siempre habló de las adicciones de Caniggia, y aseguró que lo tuvo que internar en varias ocasiones. Así como también sostuvo que el deportista tenía amantes, aunque siempre regresaba a su lado. Y hasta se mostraba despreocupada por vivir esa situación. Sin embargo, cuando se sentó en el living de Susana Giménez, dejó al descubierto una realidad que había permanecido oculta a los ojos del mundo: de acuerdo a su testimonio, Claudio Caniggia ejerció sobre ella violencia física y psicológica. Y esta semana, además, relató que fue víctima de violencia sexual dentro del matrimonio: “Como yo no quería tener sexo, me agarraba, me pegaba, y después se acostaba conmigo”, relató Mariana. Además, denunció amenazas de muerte.
El último verano Caniggia decidió quedarse en la Argentina. Sumergidos en una profunda crisis matrimonial, el ex futbolista se mudó al departamento del Hotel Faena, propiedad familiar. Allí conoció a Sofía Bonelli, una joven periodista de 26 años, vecina del lugar. Y se enamoró.
Desde ese momento, cambió todo. Se alejó de Mariana Nannis y comenzó a contradecirla en público -lo que nunca hizo en 30 años-. Se distanció de sus hijos, en especial de Alexander, con quien tiene más enfrentamientos. Su vida social fue mucho más activa: se empezó a mostrar de noche, en restaurantes, con amigos. Habló con la prensa en varias oportunidades. Y finalmente decidió confirmar su separación de la madre de sus hijos.
Claudio blanqueó su romance con Sofía, con quien se encuentra en pareja desde febrero de este año. Se dedicó al deporte y a la vida sana: hace fitness, sale a correr por Puerto Madero, se cuida en las comidas, hace yoga y meditación, y se muestra con un gran estado físico. Con su pareja suelen viajar a Río de Janeiro, donde disfrutan de la naturaleza y de las playas, alejados de los escándalos. Acaban de comprometerse en Tulum, México. Y Caniggia hasta confesó que quiere volver a ser padre.
Claro que esta nueva vida de Caniggia se contrapone con su conflictivo divorcio con Mariana Nannis y las graves acusaciones pública. Y será la Justicia quien deberá dar aquí su veredicto.
SEGUÍ LEYENDO