“En las clases de pole dance a veces tengo alguna compañera a la que le da miedo hacer algo y yo siempre les digo que se dejen de joder, que si yo con 100 kilos puedo hacer ese truco, ellas obvio que pueden. Soy una hincha positiva y siempre busco ayudar al que puedo. Incluso mi profesora me reta y me dice que me paso más tiempo colaborando que tomando la clase".
Belén D’Alessandro es la nueva incorporación a Sex, viví tu experiencia, la obra teatral sobre erotismo de José María Muscari. “Sex es diversidad y en esa diversidad faltaba el color sexual de una mujer plus size. Por eso sumamos a una mujer de curvas reales como Belén”, indicó el director que estuvo a cargo de la convocatoria de la que participaron 60 artistas, y en la cual terminó eligiendo a la bailarina de 33 años.
“Cuando le leí a mi novio los requisitos, en uno de los puntos decía: ‘Tiene que estar cómoda con el nudismo’. Y él mismo comentó: ‘¡Beli, como si fuera tu estado natural!’”, le cuenta D’Alessandro a Teleshow sobre cómo se preparó para el casting de la obra y cuánto lo charló con Tomás, con quien está en pareja desde hace 10 años.
El día anterior al casting Belén preparó una coreografía y armó un look que incluyó unas botas con taco de 20 centímetros -"Para hacerme la linda", dice-. Al llegar a la audición, celebró haberse encontrado con cuerpos reales, como el suyo. “Lo mejor fue ver mujeres empoderadas por lo que estaban haciendo, talentosas en todas las áreas, cantantes bestiales, bailarinas ultra sensuales y actrices impresionantes", enumera.
A medida que se presentaban, las aspirantes se iban eliminando el mismo día. “Yo había ido a divertirme, y cada vez que decían mi número, que indicaba que continuaba en carrera, me moría de risa: no podía creer que seguía avanzando. En un momento quedamos tres chicas y después de varias pasadas, cuando ya estaba por terminar el proceso, preguntaron si alguna tenía algo más para mostrar que no hayan visto aún. Ahí conté que hacía pole dance, me trajeron un caño, bailé un poco, hice alguna pirueta, evité la muerte al borde del escenario, y bajé con gracia. Creo que eso fue lo que ayudó a volcar la balanza hacia mi lado”, relata quien estudia dicha disciplina desde hace una década.
“Encontré una comunidad muy amorosa que siempre me apoyó y nunca me hicieron sentir diferente por mi tamaño. De hecho, las profesoras exigen lo mismo de todos sus alumnos. Obviamente adaptado al nivel de cada uno, pero las restricciones te las ponés vos”, detalla Belén que comenzó a tomar clases porque siempre le llamó la atención “el trasfondo sexy”.
“La nueva integrante es Belén”, anunció Muscari. “Ahí nomás, semi desnuda, muerta de calor y con lágrimas de alegría, me vino a felicitar todo el elenco que estaba presente. Yo soy muy payasa, así que me puse a hacer caras y voces raras”, recuerda quien también dicta clases de pole dance y de flow. “Siempre fui partidaria de que al teatro nacional le faltaba cuerpo. Me encanta ver a las bailarinas diosas esculturales y por suerte nunca tuve un trastorno que me hiciera sentir mal por verlas a ellas diferentes a mí, pero entiendo que no es el caso de la mayoría de las personas más grandotas, y me parece fantástico que el ambiente esté más abierto a la crítica del público y animarse a mostrar otros cuerpos. Porque son todos reales, ninguno es imaginario. Por otro lado, está bueno poder ir a ver una obra y encontrar gente más parecida a vos, tanto más gordos como mucho más flacos”, analiza Belén, es oriunda de Tigre y ex estudiante de teatro musical en la escuela de Julio Bocca y en la Escuela de Música de Buenos Aires (EMBA).
Con su carisma, destreza y confianza en sí misma, Belén recibe a diario mensajes en las redes sociales de mujeres que tienen complejos con su cuerpo. “Nunca me consideré como modelo de nada, pero siempre me pasó que me pusieran como ‘el buen ejemplo’ al hacer cosas que no suele hacer un cuerpo gordo. Por otro lado, chicas con las que audicioné me felicitaron, me dijeron que la rompí, que soy hermosa y que soy la representante de todas en este circo", agrega la joven que tomó clases de ballet, jazz, contemporáneo y tap -"como para no aburrirme"- y que actualmente está haciendo canto.
Además, desde que comenzó a mostrar su experiencia a través de videos que comparte en las redes sociales, aumentó la cantidad de seguidores en su cuenta de Instagram. “El otro día hablaba con una amiga y le dije que soy ‘gordinfluencer’, porque me empezaron a seguir mujeres que me admiran por lo que hago”.
A pesar de que su pasión es estar sobre el escenario y mostrar sus dotes, hace siete años que trabaja en el equipo de sistemas de una empresa. Y hay una explicación lógica. “No me interesa hacer carrera, pero quiero ganar más plata”, le dijo a su jefa cuando ingresó. “Ella sabe que no tengo un perfil técnico, aunque en todo este tiempo aprendí bastante. Igual me quiere porque soy expeditiva y hago bien lo que me corresponde. Mi veta artística siempre la vi más como un pasatiempo que me da vida, me encanta y trabajo para poder pagar las mil actividades que hago después de horario. Esto que está pasando ahora de poder ganar dinero real trabajando de mi hobby es increíble", resalta Belén, que el 1 de noviembre debutó en Sex, viví tu experiencia, en el complejo Gorriti Art Center.
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