Kieran Culkin fue conocido durante muchos años como “el hermano menor de Macaulay”, el nene de la película Home Alone (Mi pobre angelito). Tercer hijo de Kit y Patricia, la familia se completaba con Christian, Dakota (fallecida en un accidente de auto en 2008), Macaulay, Rory (actor), Shane y Quinn. El padre de la familia fue representante de estrellas y en su juventud también actor. Pero su objetivo era que sus hijos se convirtieran en estrellas de Hollywood.
Así fue como Macaulay consiguió su papel protagónico en la comedia de 1990, interpretando a Kevin McCallister. Por su parte Kieran, de apenas 8 años, (dos menos que su hermano), debutaba en la misma película, pero en un papel pequeño, haciendo de uno de los hijos menores de la familia.
El filme fue un verdadero éxito. La historia del nene que era olvidado por sus padres en plena Navidad en su mansión en Nueva York, se convirtió en la película más taquillera hasta ese momento.
En 1991, cuando Macaulay tenía 11 años, ya había alcanzado su primer millón de dólares, gracias al contrato que logró firmar por su protagónico en la película My Girl (Mi primer beso). Así se convirtió en el sostén familiar de un clan que vivía de sus ganancias. Hasta que dijo “basta” y su decisión atravesó a la familia de forma desgarradora.
A partir de allí Kieran comenzó, de a poco, a armar su carrera y la dinastía familiar viró sus ojos a él. ¿Cómo se crece en una familia como la de los Culkin? Es difícil responder, pero lo cierto es que el hermano menor estaba destinado a vivir y trabajar bajo la sombra del niño estrella de Mi pobre Angelito. Y todo esto sucedía bajo el autoritarismo de su padre.
En una entrevista a la revista Vanity Fair en 2018, Kieran afirmó tener dificultades con su papá. “Él no es un buen tipo y tampoco tuvo un rol tan importante en mi vida hasta mis 15 años. Una vez, durante los 90, desapareció de casa durante tres semanas (sus padres ya se habían separado y ellos estaban a cargo de una niñera cuando su padre se iba). Nadie lo registraba, hasta que alguno preguntaba ‘¿dónde está papá’?. A nadie le importaba realmente. Mi mamá se ocupaba de nosotros y cuando él se ausentaba era todo mejor”, recuerda.
Y mientras Macaulay no hacía más que acumular escándalos en su vida, Kieran optó por un perfil bajo que incluyó participaciones en películas independientes que lo llevaron de a poco al reconocimiento de los grandes productores. Así fue como logró su protagónico en 2012, en el filme Igby goes down (Las locuras de Igby) donde compartió cartel junto al ídolo de los 90, Ryan Phillippe y la actriz Susan Sarandon, que interpretaba a su madre. La película logró participar de muchos festivales, mientras que Kieran obtuvo una nominación al Critic´s Choice Awards en la categoría mejor intérprete joven. La pelicula relataba la vida de un niño rico que trataba de encontrar su lugar su lugar en el mundo en Nueva York.
Casado desde 2013 con Jazz Charton y padre de una niña, Kinsey Sioux, Kieran acumuló muchas buenas actuaciones también en la televisión. Su participación en Fargo en 2015 fue el trampolín para lograr tal vez el mejor rol hasta ahora en su carrera, en la serie Succession. Kieran interpreta a Roman Roy, uno de los hijos de Logan (Brian Cox) un magnate multimillonario que debe elegir su sucesor para manejar sus empresas. Connor, Kendall, Shiv y Roman son estos cuatro hermanos que protagonizan esta especie de El Padrino de la televisión chica donde todos aspiran al premio mayor que es la dirección absoluta de las empresas de Logan, un hombre que está enfermo pero que renace como el ave fénix cada vez que siente que alguno de sus hijos quiere quedarse con todo el poder.
Kieran encontró en Roman el papel a su medida y es tal vez el más auténtico de los hermanos que nos regala los momentos más bizarros de la serie de HBO. Y quizás por esta fineza en su trabajo obtuvo la oportunidad de obtener un Globo de Oro en la última entrega.
Las historia de Succession se vincula en cierta manera a la vida de los Culkin: muchos hermanos luchando por encontrar su lugar en el mundo bajo la lupa de un padre abusivo y autoritario.
Pero Kieran intenta llevar una vida tranquila, sin escándalos lejos del ojo observador de su padre y de la presión de Hollywood. Algo que tal vez también intentó Macaulay, pero sin dudas no logró.
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