“Pedí ayuda hace seis meses cuando no llegaba a soportar estar tanto tiempo drogado”, confesó Ulises Bueno y contó que desde ese lapso no consume y se siente mucho mejor. Su cambio además de repercutir en su salud, lo ayudó a mejorar la relación con su hija Alma de diez años.
El cuartetero y hermano de Rodrigo contó en PH, Podemos Hablar que hasta hace un tiempo “consumía": “Trabajaba de lunes a viernes y la adicción fue cada vez más grande. Me costó tomar la decisión pero dije que tenía que hacer algo por mí, sentía que me estaba muriendo, me pasaban cosas feas”.
El click para animarse a pedir ayuda fue una noche mientras miraba un documental de Nicky Jam en su casa: “La historia de él me conmueve porque sale (de las drogas) siendo un artista consagrado”. Luego se refirió a los preconceptos que hay en su provincia con los músicos del género: “Hay un prejuicio, yo quería dejar de cantar para desintoxicarme, viajar y estar con mi familia, pero como son, te dicen ‘viene otro si dejas un mes y te suplantan’”.
En ese momento Ulises llamó a su mamá Beatriz Olave y a su hemano Flavio: “Les dije que necesitaba rehabilitarme, quise hacer una clínica en mi casa. Ya estaba cansado, sabía que me esperaba el peor final o la salvación, tenía dos opciones”, dijo y reveló una pesadilla que tuvo: “Me pasó soñar con verme en mi velatorio, al otro día me desperté y no tuve más ganas de consumir, me levante transpirado y no toqué más".
“Es difícil cuando uno se cría en un ambiente nocturno. No me acostaba, pasaba siete días sin dormir, hacía todo mal. Ahora de lunes a jueves me acuesto a las nueve y media de la noche. Yo puedo tomar alcohol y algunos desinhibidores que son normales, pero hago el show y me vuelvo a casa”, contó.
Además de hablar con su familia, lo hizo con algunos de sus amigos para decirles que por un tiempo iba a dejar de verlos: “No puedo estar con ellos hasta que no esté bien fuerte. Estuve preso 17 años bajo la droga como si estuviese en un lugar oscuro, mi mundo era distinto, no salía al patio a tomar mate, estaba con alcohol y excesos todo el tiempo".
Dese hace seis meses que pudo recomponer su relación con Alma, su hija de diez años: “Yo no la veía y ahora estamos bien, ella es hermosa. Son cosas a las que me cuesta adaptarme y ahora ¡ser papá! y yo antes estaba en mi mundo”.
Ahora, Ulises intenta recuperar el tiempo perdido con la nena para lo que la invitó a Disney y la respuesta de ella lo sorprendió: “Me dijo que no, que lo que más le gustaría a ella era que la fuera a ver jugar al hockey, me partió el alma. Me tomé un avión desde Buenos Aires a Córdoba para verla”.
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