Silvia Montanari murió a los 76 años en el Sanatorio de La Providencia, en la Ciudad de Buenos Aires, tras una lucha contra el cáncer. Sus colegas, la despidieron durante la tarde del sábado, para darle el último adiós.
Su hijo, Rodrigo Aragón es cantante y vive en Miami pero desde hace varios días estaba en Buenos Aires acompañando a su mamá. Esta tarde estuvo en la casa velatoria para despedirla.
“Hay momentos en los que está desconectada, un poco perdida, no sabe quién sos. Te habla de cosas de otro momento. Nosotros éramos vecinas de Quilmes y por ahí me habla de cosas de Quilmes. Es muy triste, pero así es la vida. Cuando vivís muchos años te pasan estas cosas con tus seres queridos", había contado Nora Cárpena hace unos días a Teleshow.
Justamente, la actriz y panelista de Incorrectas fue una de las primeras personalidades en asistir a la cochería Zuccotti Hermanos, en Palermo. Desde el domingo por la mañana sus restos reposarán para siempre en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita.
También se acercaron al lugar Dorys del Valle, Mercedes Carreras, Ana Acosta, Zulma Faiad, Marta González y María Rosa Fugazot, entre otros amigos de la actriz que participó de ficciones como Alta Comedia, La banda del Golden Rocket, Son de Diez y Gasoleros, entre otras.
En la pantalla grande participó en las películas La gran ruta, El Pibe Cabeza, Todo o nada y El Boquete, entre otras, mientras que en el teatro actuó en los espectáculos Tengamos el sexo en paz, Brujas, El Enterrador, la mencionada Mujeres de ceniza y Los Corruptelli, que marcó su vuelta a la comedia en 2016, de la mano de José María Muscari.
Una de sus apariciones públicas había sido en marzo de este año cuando en el Palacio San Miguel, la Asociación Argentina de Actores le entregó una distinción a la Trayectoria.
Durante el último tiempo a Silvia la acompañó su hijo Rodrigo Aragón, que vive en Miami y viajaba constantemente para estar con ella, y sus amigas Nora Cárpena, Zulma Faiad y Mercedes Carreras.
“Silvia está bien de ánimo y contenta, a veces se queda dormida, supongo que debe ser por la medicación. Suele mirar televisión en la habitación donde tiene una ventana y puede ver los árboles. En La Providencia la cuidan mucho y está bien. Es muy triste, pero así es la vida. Cuando vivís muchos años te pasan estas cosas con tus seres queridos”, había contado Cárpena.
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