“Asado, rock, fútbol y amigos”. Daniel Osvaldo vivió un martes disfrutando de lo que más le gusta. Se juntó en Lomas de Zamora junto a su grupo de amigos, con quienes comió un asado, mientras de fondo sonaba su estilo de música favorito. El mismo que toca desde que se retiró del fútbol.
Su día estaba planeado desde hacía varias semanas, cuando ya se sabía que esa noche Boca disputaría el partido de vuelta por la semifinal de la Copa Libertadores contra River. El primero fue en el Monumental y ganó 2-0 el equipo que dirige Marcelo Gallardo, de manera tal que anoche el club xeneize debía revertir el resultado.
Fanático de Boca, aunque él no se fue bien de la institución –ya que se peleó con el entonces director técnico Guillermo Barros Schelotto–, su amor por la camiseta sigue intacto y por eso decidió ir a la cancha por la noche, acompañado por sus amigos.
Antes de llegar a La Bombonera, Daniel Osvaldo pasó a buscar a su hijo Morrison por la casa de Jimena Barón, con quien hasta hace unos meses había protagonizado un escándalo mediático. Parecían diferencias irreconciliables, pero los padres de Momo supieron dejarlas atrás y llegar a un acuerdo por su hijo.
Incluso el último fin de semana, el ex futbolista saludó a su ex –con quien entre idas y vueltas tuvo una relación de cuatro años– por el Día de la Madre y lo hizo con un destacable mensaje. “¡Feliz día a todas las madres! En especial a las más importantes de mi vida”, escribió el actual cantante en su cuenta personal de Instagram.
Jimena, por su parte, compartió sus sensaciones sobre el partido con sus seguidores en la misma red social. “Me dejaron sola viendo el partido”, fue lo primero que escribió la actriz, y agregó que mientras veía el encuentro comió arroz integral. “Tristísimo”, calificó.
Luego encontró a su hijo en uno de los palcos que están ubicados sobre el campo de juego, de manera tal que la transmisión lo enfocaba de fondo atrás de algún jugador. Fiel a su característico humor, la cantante hizo divertidos comentarios describiendo las caras de su hijo.
“Momo atrás re atento, jugando con el celular”, ironizó en una de las imágenes en las que su hijo aparece manipulando el teléfono de su padre, sin prestar atención al partido.
“La cara de ogt de Momo. Estoy llorando de risa viendo el partido”, agregó en otra historia de Instagram junto a una foto en la cual esta vez el niño sí estaba concentrado en el encuentro. Detrás de él, no se visualiza la cara, pero se logra percibir (por los tatuajes) que está parado junto a su padre.
Finalizado el encuentro que ganó Boca, aunque no le alcanzó para revertir el resultado y River clasificó a la final de la Copa, Morrison se fue a dormir a la casa de su padre, que este miércoles compartió una foto del desayuno con su hijo.
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