“Puedes ser un gran campeón...", canta Charly García, alzando su puño izquierdo. “...Jugar en a Selección...”, continúa, mientras en la pantalla gigante, ubicada a sus espaldas, Diego Maradona repite una vez más su memorable gol a los ingleses, en México 86. “...Y no tienes ni un poquito de amor para dar”, completa, frente a los teclados, el hombre del bigote bicolor sobre ese clásico llamado “Yendo de la cama al living”.
La descripción no alcanza para comprender todo lo que sucede en ese video que Cabito compartió en su cuenta de Instagram. “Qué me importa el Boca - River”, escribió el humorista, en clara referencia a que mientras todo un país seguía la semifinal de la Copa Libertadores, él estaba allí, en una celebración quizás más trascendente: Charly festejaba sus 68 años con un recital para unos pocos invitados (no más de 30), entre los que estaban Pedro Aznar, Zorrito Von Quintiero, Juanse (con ellos tres hizo “La grasa de las capitales”), Palito Ortega, José Palazzo (representante del músico) y Cabito, claro.
‘Me siento pendejo y juguetón’, confesó Charly, antes del recital
“Cuando muchos en los momentos más oscuros de nuestra historia no hicieron nada y hoy se llenan la boca, él se jugaba la vida haciendo canciones. Feliz cumple, Dios”, reflexionó el actor, quien además registró un pasaje de otra canción “De mí”, otro tema que cantó Charly secundado por Rosario Ortega en los coros. “Ser testigo no tiene precio. Quiero llorar”, dijo el ex integrante de Basta de todos.
“¿Cómo llegan los 68 a tu vida?”, le pregunta su amigo Nico Cuño en la previa de show que realizó en las primeras horas de este miércoles 23 de octubre, el día de su cumpleaños. “Yo me siento pendejo y juguetón, y recopilando cosas, con mi viejo", responde el ex Sui Generis y Serú Girán, quien dice encontrarse muy conectado con su papá. ”Va a estar", confía, sobre un recital que seguía sumando así elementos especiales, y al que en esa charla con Cuño (responsable desde hace años del look del cantante, con su firma Key Biscayne) anticipaba que sería como "un Colón reducido y (con) buena energía”.
Y lo fue, por supuesto.
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