Son las siete de la mañana en la casa de Graciela Alfano y ella está disfrutando un suculento y nutriente desayuno. No sabemos si todavía le sigue hablando a las tostadas que acompañan el manjar, pero lo que sí se sabe es que será lo último que comerá hasta la mañana siguiente, puesto que durante 24 horas no probará bocado alguno. Ella, una de las mujeres más hermosas de la Argentina, practica la “autofagia”, el proceso de última moda a nivel nutricional.
El mismo permite un trabajo regenerativo de nuestro cuerpo, científicamente avalado, que algunos gurúes de la belleza aplican a la pérdida de peso, la longevidad y una apariencia más joven. La palabra, derivada del griego, hace referencia a la idea de “comerse a uno mismo”, que sería el mecanismo por el que las células de nuestro cuerpo se degradan y reciclan sus propios componentes.
Alfano se hace llamar “ícono” en sus cuentas de las redes sociales y por cierto lo es, para bien y para mal, en la fauna televisiva que hoy la encuentra en el panel del ciclo Los Ángeles de la Mañana (El Trece). Ella tiene el plus de diva aunque en los últimos años las controversias le hayan bajado un poco el precio. Una mujer extremadamente bella, que se ha cuidado toda la vida por su trabajo y su estética, y que sigue siendo tendencia por su figura.
Pero ¿Cómo hace Alfano a los 66 años para estar espléndida? Esta nota quedaría mejor en manos de los especialistas en nutrición o de moda, pero sus confesiones sobre la dieta que lleva adelante ameritan ampliar la mirada y saber un poco más de qué se trata la autofagia que practica.
“Yo practico el ayuno una vez por mes, por lo menos; entre mi desayuno de las siete de la mañana de un día hasta las siete de la mañana del siguiente”, contó Alfano a Marina Calabró en Lanata sin filtro. “De esta manera, cuando estás ayunando, no gastás energía en el proceso de digestión o asimilación de nutrientes; entonces los órganos que están involucrados en esos procesos, descansan, por lo que vos aprovechaste para eliminar y para la depuración de toxinas, células dañadas, tejidos enfermos y todo lo que es, entre comillas, nuestra basura”, explicó la ahora panelista de televisión.
Y amplió: “También hago lo que se llama ayunos intermitentes, diarios, en los que mi última comida es a las siete de la tarde y mi próxima a las siete de la mañana siguiente, por lo cual durante doce horas mis órganos descansan de todo eso y pueden usar esa energía para otros procesos. Tomo todas las mañanas jugo de limón con una pizca de bicarbonato de sodio y un poquito de agua, y es súper beneficioso”.
Pero este proceso de ayunos en los que consiste la autofagia no es el único que la ex jurado del Bailando realiza en su vida cotidiana: “Otro de los tips, yo se lo copié a una señora china que vino a mi casa a comer asado una vez. Ella pidió durante la comida una taza de agua caliente y le colocó una cucharita de miel; la revolvió y la tomó mientras comía el asado. Yo le pregunté para qué lo hacía, y ella me explicó que esa era la forma que los orientales en sus culturas milenarias suelen acompañar todas las comidas, poniendo miel o una cucharadita de azúcar, porque ayuda a quemar las grasas, y desde entonces lo practico. En todas mis comidas pongo una taza de agua caliente con miel; ingresa glucosa al organismo, que sirve para el funcionamiento del cerebro, además”, relató Grace.
La panelista del ciclo de Angel de Brito está fascinada con la miel y sus beneficios: “Según tengo entendido, un famoso místico de la India, sostiene que la miel, por su composición molecular, es lo más parecido a la sangre humana. Es un impresionante y fabuloso nutriente, por lo que uno podría estar solo comiendo miel durante días. Si nos fijamos en los osos, que atacan los panales, veremos que no están para nada desnutridos”, concluyó.
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