Las segundas partes no siempre son malas o las peores. Como le pasó a Francis Ford Coppola con la película El Padrino II, AC/DC también tuvo su oportunidad de superarse, cuando parecía imposible. Bon Scott cantaba en el grupo de los hermanos Malcom y Angus Young, escoceses radicados en Australia, que terminando la década del 70 ya estaban viajando por el mundo con su bagaje de hard rock y conquistando no solo Oceanía y Europa, sino también los Estados Unidos. Scott estaba impresionado por un tipo que había visto cantar en un bar inglés allá por 1973. La banda era Geordi y el tipo era Brian Johnson. Cuando Bon Scott murió después de un coma alcohólico en 1980, fue ese mismo cantante quien lo reemplazó en AC/DC. Y mejoró cualquier marca.
Su entrada a la banda de los Young fue, sin dudas, con el pie derecho. “Llegás a las Bahamas, donde no habías estado antes y comenzás a escribir las letras de las canciones de uno de los álbumes de hard rock más vendidos en la historia”, lo espeta el conductor Dan Rather en su programa The Big Interview. El periodista se refiere e a Back in Black, el disco que salió en 1980 y que sigue siendo una biblia para los cultores de género y para todos los amantes del rock. El primero de AC/DC con la voz de Brian.
“Una de las cosas que más recuerdo de estar en la isla es que no me salían las letras. Un día me ve el productor del disco en el desayuno y me pregunta si todo estaba bien, yo le digo que sí. Enseguida llegó lo que llaman una tormenta tropical, el cielo se puso negro, empezaron a sonar los truenos”, le contó Johnson al entrevistador. El bloqueo se había ido y la hoja en blanco comenzó a llenarse con “Hell’s Bells”: “La lluvia torrencial viniendo como un huracán, el destello de luz blanca… realmente me dieron un informe del tiempo”. Así, el músico repasaba entre risas, fragmentos de una de las canciones más escuchadas de la historia del rock (“I’m a rolling thunder, a pouring rain. I’m comin’ on like a hurricane. My lightning’s flashing across the sky”). “Todos esos factores ayudaron y cuando las cosas son tan geniales, cuando las cosas suceden tan rápido, no te das cuenta”, se sinceró el músico.
Brian Johnson nació hace 72 años en Dunston, Inglaterra, y además del rock and roll, con los años se enamoró de los autos y del fútbol. Back in Black (1980), fue el primer disco que grabó inmediatamente después de ingresar en AC/DC y gracias a su voz y a la potencia de inolvidables canciones como la ya mencionada “Hells Bells”, “You Shook Me All Night Long” y la que le da nombre al disco, ese álbum superó los 50 millones de copias vendidas. Batió récords y los llevó a la cima: el grupo se hizo rico, famoso y convocante.
El padre de Brian fue sargento de la marina británica y minero de carbón; su mamá, italiana, cuidó de él y de sus tres hermanos como cualquier ama de casa. Brian cantaba en el coro, iba a los boy scouts y en los 60 se hizo fanático del rock and roll. En los 70 ya tocaba en algunos grupos, mientras lidiaba con la vida familiar y con la crianza de sus dos hijas Joanne y Kala, producto de su matrimonio con Carol. Más cerca del glam que del hard, el grupo Geordie le dio la oportunidad de profesionalizarse. Con ellos estuvo de gira por Europa y Australia, tocaron en la televisión y sacaron cuatro discos.
Mientras por la noche se transformaba en un astro del rock, de día este padre de familia trabajaba reparando ventanas y techos de autos. Del taller al escenario, con su clásica gorra puesta, para que no le cayera pegamento en el cabello. Así como Angus impuso el uniforme escolar, Brian se destacó siempre por esa visera de tipo laburante, sin mucho glamour, pero que lo hizo inconfundible. Cuando a comienzos de 1980 se sumó a AC/DC le puso su voz estridente, su look y todo su talento: a partir de ahí, el grupo no hizo más que crecer.
No detenga su motor
Finalmente, Brian se divorció de Carol y se casó con Brenda, quien es su esposa actual, con la que convive en Florida, Estados Unidos, y con quien comparte su pasión por los autos. En una entrevista para la CNN, Brenda reconoció que ese gusto por la velocidad se le despertó durante una gira de conciertos que tuvo parada en la Argentina, lugar en el que su esposo alquiló una pista de kartings. “Empezamos corriendo karts, solo por divertirnos un poco y entonces Phil Rudd dijo ‘tenés que correr un coche de verdad, B.´”.
En esa misma nota para la cadena americana, Johnson hizo gala de su buen humor mientras probaba el asiento del auto de carreras: “Veré si mis pies llegan a los pedales porque soy muy bajito”. Más allá del chiste, el músico es un fan de los fierros y quienes entienden del tema saben que Johnson va en serio. “Conduce un coche de carrera de la misma manera en que sale de gira, quiero decir que con Brian es todo o nada”, dijo Larry Ligas, el representante de Predator Performance, la empresa que lo había invitado a correr.
A pesar de su sonrisa y su energía, Brian tuvo que enfrentar situaciones muy difíciles. Por un lado, los graves problemas judiciales de Phil Rudd, a quien hace referencia Brenda Johnson. El baterista de AC/DC estuvo acusado por tenencia de drogas y, lo que es peor, instigación a un homicidio. Luego llegaría la demencia declarada del guitarrista y fundador Malcolm Young, quien finalmente falleció en 2017. Y en el medio la pérdida de audición del propio Brian, cuyo último recital con el grupo fue el 28 de febrero de 2016 en Kansas. Para las fechas restantes en los Estados Unidos y Europa del Rock or Bust Tour, fue convocado Axl Rose, quien se convirtió en su eventual reemplazante.
Es menester que sea rock
Contra toda especulación, Johnson dijo en varias entrevistas que no fueron las más de 40 décadas arriba de un escenario, a todo volumen, las causantes de su sordera. ¿Entonces? Según su propio análisis del problema, las fallas auditivas tendrían que ver con subirse a manejar autos de carrera sin protección en los oídos. Sin vueltas, el cantante aseguró que era lo peor que podría haberle pasado en la vida y, a través de un comunicado de prensa, expresó en 2016: “Ser parte de AC/DC, grabar discos y actuar para millones de fieles seguidores en los últimos 36 años ha sido el trabajo de mi vida. No puedo imaginar seguir adelante sin ser parte de eso, pero por ahora no tengo elección. La única cosa segura es que seguiré estando siempre con AC/DC en cada concierto, en espíritu o en persona”.
Ese mismo año también se retiró quien fuera bajista del grupo desde 1977, Cliff Williams, y para ese entonces Malcom ya había sido reemplazado por su sobrino Stevie Young. Nada fue lo mismo, pero los fans seguían ahí. Al pie del cañón (como el de la tapa de For Those About to Rock - We Salute You de 1981), los seguidores se entusiasmaron con la noticia de que Brian habría encontrado la solución para su sordera en las manos del médico especialista Stephen Ambrose. El profesional, de un modo poco tradicional, le había enviado un mensaje abierto a través de YouTube. “No dejes de actuar”, le dijo y lo invitaba a probar su novedoso método para recuperar la capacidad auditiva.
Ambrose es el creador de la tecnología ADEL (Ambrose Diaphonic Ear Lens) y habría dado resultados en Brian. Si bien el cantante se mostró luego cerca del médico, no volvió a los escenarios, aunque hace unos meses comenzaron los rumores de la salida de un nuevo disco de AC/DC. El puntapié inicial lo dio el periodista estadounidense Eddie Trunk, quien contó en su programa radio que el grupo habla de un nuevo disco y de nuevas presentaciones: “Tengo fuentes que me han dicho que van a hacer una gira con Brian de nuevo. Todo eso no está confirmado, pero lo obtuve de algunas fuentes de confianza”. El ingeniero histórico de la banda, Mike Fraser, también dio indicios de que están trabajando en algo pero no hizo mayores declaraciones al respecto. “Creo que es casi seguro que AC/DC por lo menos lanzará un disco y será algún tipo de homenaje a Malcolm, como Back in Black fue un homenaje a Bon Scott. Así que no tengo ninguna duda al respecto y estoy bastante seguro de que también vayan a hacer shows”, había adelantado Trunk.
Motivos para creer en un retorno no faltan. En el último tiempo se filtraron fotos de Rudd y Johnson en las escaleras de un estudio de grabación de Vancouver, en donde también se los vieron a Angus y a su sobrino Stevie Young. También se conoció una imagen de Cliff Williams y Johnson, publicada en Instagram, junto a un personal trainer, en el gimnasio de un hotel, que fue borrada rápidamente, pero que se terminó viralizando en las redes sociales. La revista especializada Jam Magazine, además, publicó que “cinco años antes del LP Black Ice, el decimoquinto lanzamiento de estudio de AC/DC, Angus y Malcolm Young vivieron juntos y escribieron cientos de canciones, muchas de ellas fueron grabadas y han sido escondidas hasta ahora”. Según la publicación, la única condición de Rudd para sentarse en la batería, es que el disco sea grabado con Johnson en la voz, y no con el cantante de los Guns N´Roses.
Mientras se entretiene entrevistando a colegas como Robert Plant o Sting en A life on the road, el programa que se emite en Gran Bretaña y los Estados Unidos y que él mismo conduce, el cantante deja la puerta entreabierta a un futuro cercano en la música. No va para atrás ni para tomar impulso, con 72 años y una vida dedicada al espectáculo, Brian Johnson siempre encuentra una bandera a cuadros que le indique una nueva línea de largada.
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