Martín Piroyansky (33) debutó hace casi un cuarto de siglo en televisión con el ciclo Magazine For Fai. Sin embargo, siempre pudo mantener su bajo perfil y poco se conoce sobre su vida privada. Alguno de los beneficios de gestionar sus propios proyectos. Supo estar en el prime time de canales líderes, y también en el under. Acaba de estrenar Porno para principiantes y habló con Teleshow sobre cómo surgió su vocación, las dificultades del oficio y sorprendió al decir que si alguien quisiera hacer una biopic de Ricardo Fort, él se ofrecería a escribirla y a protagonizarla.
Dirigida por Carlos Ameglio, el filme en el que también actúan Nicolás Furtado, Daniel Aráoz, Carolina Mânica y Nuria Flo está ambientado en Montevideo, en la década de los 80: “Aborda el mundo del piorno amateur, allí interpreto a un director uruguayo, con una energía más baja una versión mía”. Por una necesidad económica Víctor -su personaje- se ve obligado a dirigir un filme porno: “Me siento identificado con un chico que quiere dirigir, que es su pasión, después la historia es disparatada”.
Es que la primera vez que entró a un set de filmación como actor, para participar de Sofacama, a los 19 años, se enamoró del séptimo arte: “Dije ‘esto me encanta, me gusta como trabajan todos’. Fui autodidacta, no lo recomiendo, simplemente fue mi camino. Confío en los directores y es mi escuela, lo que aprendí lo aprendí de ellos. Mi escuela es hacer".
Al terminar la secundaria y tener más tiempo entre un trabajo artístico y el siguiente, Martín comenzó a descubrir su gusto por escribir y crear historias. Una cosa llevó a la otra y un día se transformó en director: “Muy ingenuamente empecé, tenía una idea para hacer un corto, gente para hacerlo, estudiantes. Terminé dirigiendo una película con una productora grande, como fue Vóley. Fue en forma escalonada y natural”.
El actor se refirió a las dificultades que hay en el país a la hora de encarar un proyecto: “Está más complicado que nunca, cada vez hay menos apoyo al cine nacional y está en crisis. Se está filmando en peores condiciones de lo que se solía hacer. Yo disfruto de vivir todo el proceso, mucha gente que se da cuenta que quiere dirigir pero se le hace largo la previa o editar, a mi me gusta vivir todo el periplo".
Su trabajo tiene muchos altibajos, cosa que a veces es complicada: “Actuar es muy lindo, pero también es duro . Terminé el colegio y me dediqué de lleno. En esa época hacía Socias, grababa tres días y los tiempos libres me destruían. Entonces empecé a escribir. La gente tiene la fantasía de que estamos ocupados y no. Tenemos mucho tiempo libre. Es muy poca la parte del año que uno está ocupado y vivimos un cambio de ritmo muy duro para la psiquis. Tenes una película y estas todos los días de 7.00 a 22.00 sin parar y se termina y tenes tres meses libres, que suena bien, ¡pero tres meses …!”.
Es por eso que destacó la importancia de que los chicos aprendan a aburrirse. “Hay un trabajo constante de escribir, estar pensando, soñando, incluso te aparecen ideas en cualquier momento de la noche, eventualmente consigo financiación y las llevo adelante”, dijo Martín, que ahora ocupa sus días escribiendo una peli y una serie que dirigirá.
Sus inicios: “Era como una clase de teatro filmada”
Su papá hacía teatro y a él siempre le gustó acompañarlo y verlo: “Me parecía divertido, además en los actos del colegio tenía roles importantes y a mi mamá se le ocurrió mandarme a estudiar teatro. Ahí descubrí un código nuevo de humor y una forma de aprender distinta”.
Sus primeras clases fueron con Nora Moseinco y tenía de compañera a Violeta Urtizberea, entre otros actores hoy conocidos. Gracias a eso, Mex Urtizberea, que lo conocía por su hija, lo llamó para trabajar primero en el ciclo de humor Magazine For Fai y luego en Perdona Nuestros Pecados. Más tarde interpretó al hijo de Germán Kraus en Campeones de la vida, llegó el teatro y “un trabajo llama a otro”.
“Los primeros tiempos en la tele eran como un juego, que era un poco la condición para que lo hiciera, si se parecía a trabajar ya a mi familia y a mí no nos interesaba tanto. En Magazine nos dirigía mi profesora, había una cosa con la improvisación, libertad y un código que todos manejábamos, era como seguir en clase pero siendo filmados", recordó.
Siempre de perfil bajo, al principio no le gustaba la fama: “Después la adolescencia es una época complicada para cualquiera y encima ser reconocido por una programa de televisión, me generó una relación medio tirante con la accionista, al la vez significa que te está yendo bien”. ¿Cómo logra que se hable de su trabajo y no de él? “Es un trabajo estar un poco al costado, hago mis cosas entonces puedo elegir proyectos, eventualmente aparezco en un cartel en al calle y hay épocas donde me reconocen un montón y otras que no, viajo mucho en subte”.
El año pasado Martín hizo un chiste en las redes sociales que pronto se viralizó. Compartió una foto de una portada de un guión sobre una supuesta película sobre la vida de Ricardo Fort, dirigida por Ariel Winograd. Aunque se trató de un chiste, el actor dijo que le parecía divertida la idea de hacer una biopic sobre el chocolatero. Si alguien se lo propone... “la hago de inmediato ¡y hasta me siento a escribirla!”.
“Es un personaje increíble, único y que no se parece a nadie, en su familia hacen las golosinas con las que todos crecimos y de golpe sale él que es un actor, cantante, súper excéntrico con ese look, está totalmente expuesto. Me fascina mucho la gente famosa totalmente entregada donde les ves la fragilidad, me parecen increíbles esos personajes”, dijo y agregó: “Era gracioso y tierno a la vez. Son personajes que necesitan afecto, que los miren, alguna falta tienen y tuvo ese final trágico, pero me parece super cinematográfico, porque además canta, baila, actúa, es hijo de una familia super poderosa, va a Miami”.
SEGUÍ LEYENDO