Mirtha Legrand habló sobre su continuidad en El Trece, y desató enojos y polémicas

El último fin de semana no fue la excepción: Mirtha Legrand lo volvió a hacer. En esta ocasión no fue el Presidente el blanco de sus críticas, ni tampoco un invitado que se sintió incómodo con alguna pregunta incisiva de la diva, y menos aún el cruce con algún político. En esta ocasión la conductora desató enojos y polémicas cuando decidió hablar acerca de su continuidad en El Trece y una propuesta que había recibido la semana pasada. Sus palabras provocaron un cimbronazo dentro del canal y mucha molestia en el programa de una de las conductoras más queridas de la emisora, como lo es Mariana Fabbiani.

En el programa del sábado, Chiquita le contó a Marcelo Polino que el canal le había propuesto hacer los almuerzos de manera diaria en el horario de las 14.30. Ese segmento lo ocupa desde hace siete años el ciclo El diario de Mariana. Según Mirtha, Adrián Suar, Pablo Codevilla (dos hombres fuertes de El Trece) y su nieto y productor general, Nacho Viale, le propusieron hacer su ciclo en 2020 en ese horario. La diva decidió responder la propuesta al aire: declinó la invitación, alegando cuestiones de salud. Pero esa revelación dejó expuesta a Fabbiani, quien quedó en el ojo de la tormenta sin tener nada que ver con el tema.

Como todos los veranos, Legrand quería hacer su programa desde Mar del Plata, pero el ciclo es muy costoso para esta época de la televisión argentina. Y por más que Mirtha sea una enorme vidriera para la ciudad, por ahora no se acercó ningún sponsor o alguna entidad oficial que solventara la inversión que implica transmitir desde La Feliz. Estas idas y vueltas habrían desencadenado la propuesta para hacer el ciclo diariamente, ocupar el horario de Fabbiani pero solo durante el verano.

Que Mirtha haya contado al aire una negociación habría causado molestias en las altas esferas de El Trece. Según pudo saber Teleshow, por esta circunstancia la conductora no saldría al aire durante el verano y volvería a la pantalla a fines de abril o principios de mayo.

El Trece tenía varias ideas de programación que guardaba en el más absoluto de los secretos y que Mirtha hablara obligó a que lo que se iba a anunciar a fin de año, tenga que hacerse en las próximas semanas. En los pasillos del canal de Constitución se comenta que Legrand habría intentado jugar una carta para continuar al aire sin pensar en las consecuencias que podrían ocasionar sus palabras en la pantalla que la tiene contratada desde hace cinco años.

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El otro enojo tiene que ver con la producción de El diario de Mariana. El equipo del magazine siente que los dichos de la diva fueron un ataque directo contra ellos y su continuidad, en un ciclo que le da trabajo a 50 familias, y que el sábado a la noche se enteraron que terminaban sus tareas el 31 de diciembre.

“A veces hay que tener noción de que hay otro, hay que ser empático, y cuando se habla del laburo hay que redoblar los cuidados, sobre todo porque somos colegas, compañeros de canal”, consideró Marina Calabró, panelista del programa de Fabbiani, en el ciclo Lanata sin filtro. Apuntó directamente contra el proceder de Mirtha. “Quizás a veces las balas las esperás del fuego enemigo, hay que ponerse en los zapatos del otro”. Y agregó: “No es habitual que se exponga públicamente lo que tiene que ver con negociaciones para rearmar una grilla de programación”. De esta manera, Calabró fue la voz del equipo que, por las palabras de Legrand, se sintió mortificado.

Además, Fabbiani le habría dicho a sus allegados que estaba muy dolida con todo lo que estaba pasando, ya que no había una decisión tomada para que el programa termine, y que todo se definiría a mediados de este mes, ya que solo había tenido una conversación con las autoridades del canal. Por eso Mariana cree que lo de Mirtha habría sido un ataque personal, además de una provocación.

Legrand habría pedido el celular de Fabbiani para aclararle la situación, pero esta relación parece estar rota. También se comunicó con Suar para disculparse por todo el embrollo que provocó con sus dichos. Pero más allá del gesto, el enojo sigue. Y el futuro de la conductora en el canal es incierto.

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