Lleva casi tres décadas viviendo en el mismo lugar. Sin embargo, durante todo este tiempo, contrariamente a lo que ocurre con La Mary, su residencia esteña, es poco lo que se ha podido ver de la mansión que habita Susana Giménez en Barrio Parque.
Sin embargo, acaso incentivada por la llegada del buen clima, la diva se permitió compartir algunas imágenes del jardín de su residencia a través de las historias que subió a su cuenta de Instagram.
“Mi jardín en primavera”, escribió la conductora en la primera de ellas, donde se ven las flores que inundan el lugar. En tanto, luego sumó otras dos con las leyendas “Spring” (primavera) y “Grow” (creciendo), que también dan cuenta del colorido propio de la “estación del amor”.
Más allá de la belleza de sus plantas y flores, el jardín encierra una historia muy cercana a los afectos de Susana, ya que allí está enterrado Jazmín, su inolvidable mascota. “A Jazmín lo tengo enterrado en la entrada de mi casa de Barrio Parque, allí está su tumbita”, reconoció la diva sobre la última morada del Yorkshire que fue su compañía inseparable durante 17 años.
Vale recordar que Susana se instaló allí durante la década del 90, cuando hacía apenas algunos años que estaba al frente del por entonces programa Hola Susana. Luego de buscar durante un tiempo, finalmente se inclinó por una casona de estilo francés, que según datos oficiales de la Ciudad de Buenos Aires contaba en aquel momento con una superficie de 403 metros cuadrados, menos de la mitad de la que es en la actualidad.
Para fines de la década, luego de su escandalosa separación de Huberto Roviralta, la diva decidió adquirir la casa de al lado, de un estilo más moderno y un terreno de 357 metros cuadrados. A partir de ahí, comenzó a reformar ambas viviendas, sacó dormitorios y baños de la nueva, mudó la cocina de la casa original a la antigua y desarrolló una impresionante obra para que pareciera que siempre hubo tan solo una propiedad. En el nuevo casco se ubicaron las dependencias de servicio, se amplió la cocina, se colocó una ante-cocina, se agrandó el lavadero y se colocaron cuatro habitaciones y un living-hall para los empleados, que a su vez se comunica con las habitaciones.
De esa forma logró recrear tres ventanales en el segundo piso exactamente iguales al formato que tenía la casa original. Por otro lado, se desarrollaron molduras y hasta tejas exactamente iguales. Fue así como tras varios meses de trabajo, se lograron unificar por completo las dos casas, quedando conformada lo que es hoy su famosa casona de Barrio Parque.
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