La película De nuevo otra vez, de la directora argentina Romina Paula, recibió este sábado el premio al mejor largometraje latinoamericano en la 67° edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
“La película es en parte sobre la maternidad. Elegí ser madre, la maternidad es algo que se elige y es urgente la legalización del aborto en Argentina”, señaló Paula tras alzarse con el premio. Además, agradeció al Festival por haber seleccionado su obra, que ella misma definió como “pequeña”.
Por el premio a la mejor película latinoamericana, correspondiente a la sección Horizontes Latinos del prestigioso Festival, competían trece cintas, de Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Guatemala, México, Perú y Uruguay.
De nuevo otra vez es el debut como cineasta de la directora teatral y actriz Paula. En la película se cuenta la historia de una mujer -encarnada por ella misma- que vuelve por un tiempo a la casa de su madre -encarnada por Mónica, la mamá de la artista en el mismísimo hogar familiar- acompañada por su pequeño hijo Ramón -su propio niño-. A la vez, hay un registro casi documental con fotos de su familia, donde recupera de alguna manera los orígenes y explota sobre la vida de sus antepasados, inmigrantes alemanes que llegan a la Argentina, hablando en un lenguaje cotidiano que inevitablemente va a extinguirse.
En la película se mezclaron recursos como diapositivas, voces en off y monólogos. “Me pregunté mucho qué es o cómo se puede contar la primera persona en el cine. ¿Es la nuca, como en las películas de los hermanos Dardenne? ¿Ver una nuca es una primera persona? Una cámara subjetiva para ver un café porque la protagonista lo está mirando, ¿es primera persona? ¿Qué es la primera persona en el cine? No tengo una respuesta para eso, pero creo que el ejercicio quizás es bastante ése. Como si la pregunta fuera: ¿es una primera persona esta película? ¿Y cómo se cuenta esa primera persona? ¿Es el off? ¿Ella en pantalla es la primera persona? ¿O ella es tercera porque la estás viendo?”, reflexionó la dramaturga en diálogo con Infobae tras el estreno del largometraje.
Mezclando recursos como diapositivas, voces en off y monólogos, la película brinda una mirada particular sobre la maternidad. “No hay un modo único de maternidad. Termina siendo algo muy personal que tenés que ir descubriendo. Eso mismo es lo áspero. Podés leer todos los libros que quieras antes de ser madre. Es como la experiencia cuando sos niño y tus padres te dicen algo y no podés recibir esa información hasta que no lo atravesás vos. Es lo más viejo del mundo ser madre. Cuando estás con la panza todas las que tuvieron un hijo te quieren contar algo. Entonces vos decís: ‘Acumulo información, algo de esto me va a pasar’. Pues no, ¡te pasa el caso que no te contaron! La sensación siempre es: ‘A mí nadie me dijo’. Y probablemente te lo dijeron pero no lo pudiste escuchar. Hay algo de eso. Por eso mismo también mi sensación minuto a minuto de estar con ese nuevo ser humano en el mundo es la perplejidad absoluta. Ojo, para nada es algo negativo la perplejidad. Pero siento que no hay un conocimiento previo que te pueda hacer anticiparte a eso o estar preparado”.
En referencia al rodaje, contó: “Cambió mi manera de querer controlarlo todo. Como en la primera etapa filmamos solo lo de mi familia y el material que tenía era ese, dije: ‘Quiero más de los actores’. Quería verlos más. Entonces les escribí monólogos con cosas que me interesaban y que me parecía que les podía adjudicar. Lo de las diapositivas con fotos de mi familia apareció en una primera versión del guión. Es un material que tenía que una vez usé para una obra de teatro. Siempre me parecieron unas fotos muy lindas, sacadas por un fotógrafo amateur. Eran fotos familiares pero que tenían un potencial. A la vez, nunca las había visto en grande. Las vi como diapositivas a trasluz, después tamaño computadora y ahora tamaño cine, que es increíble. Y, además, como el material es analógico, se ve bien en ese formato”.
El martes pasado la alfombra roja del Festival de San Sebastián se tiñó de verde para un “pañuelazo” a favor de la legalización del aborto, en la previa de la presentación del documental de Juan Solanas, La ola verde (Que sea ley), presentado en el encuentro por la actriz Muriel Santa Ana.
La foto, en la que actores, directores y miembros del jurado como Mercedes Morán, posaron con el pañuelo verde a favor de la interrupción legal, segura y gratuita del embarazo, fue organizada por el director del Festival, José Luis Rebordinos. “Él se puso la causa al hombro, está interiorizado con la lucha”, explicó Santa Ana a Teleshow, y agregó: “Fue quien convocó, le dio impulso y fuerza al acto, que fue muy convocante”.
Con información de AFP.
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