Habían estado grabando Abbey Road y sabían que era el final. John Lennon, George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr tenían los días contados como The Beatles y en septiembre de 1969 lanzaron su último álbum y empezaron a recorrer la salida hacia un divorcio grupal. Estaban en Londres y, en las mismas oficinas de Apple cuyos tejados hicieron famosos por su show en la terraza, se saludaron y cerraron una de las etapas más fructíferas de su carrera y de la historia de la música mundial.
El tiempo quiso que Yoko Ono, segunda esposa de John Lennon, pasara a la historia como la culpable del fin, pero lo cierto es que los Beatles estaban cansados de las giras y no querían seguir haciendo música juntos. Si bien John fue uno de los promotores del quiebre, al poco tiempo Paul estaba dando a conocer su flamante material solista y George y Ringo tampoco se quedaron de brazos cruzados. Cada uno quería seguir escribiendo su propia historia, una nueva.
(Video: "Don't Let Me Down de The Beatles / Youtube)
John y Yoko tenían un plan trazado: pensaban trabajar su activismo por la paz y grabar discos juntos. Durante la década del 70, John se concentró en su carrera solista y sacó álbumes geniales como Imagine (1971) y otros olvidables –para la crítica- como Rock'´n Roll (1975). Después de un parate que duró cinco años sin sacar material nuevo, volvió en 1980 bien pegado a Yoko con Double Fantasy, ya consolidados como un dúo.
Ese álbum iba a ser el comienzo de una trilogía que habían planeado juntos y quedó trunca por la muerte de John el 8 de diciembre de ese mismo año, 1980. Un fanático le disparó en la puerta del edificio Dakota donde vivía con su pareja, en Nueva York. John Lennon tenía 40 años y un montón de música que aún esperaba ver la luz, por eso su viuda siguió trabajando en el material. Y viviendo en el Dakota. Yoko sumó su parte a lo que ya había desarrollado el ex Beatle y en 1984 lanzó Milk and Honey, en nombre de los dos, un disco inolvidable y desparejo que cerró a la fuerza una historia de amor y canciones.
Tiempo al tiempo
35 años después, una canción de Milk and Honey vuelve en la voz de dos amigos tan cercanos como sensibles. Paul McCartney se sumó a Ringo Starr para cantar "Grow Old
With Me", un tema de Lennon que justamente habla de envejecer junto a Yoko. La vida le fue arrebatada, pero la revancha llega a cargo de quienes quedaron de la vereda de enfrente cuando él eligió una vida personal y profesional junto a Ono.
Según la prensa británica, el próximo disco de Ringo se llamará What's My Name y allí se incluirá esta versión. De esta manera queda sellado un nuevo pacto de amistad entre los dos únicos Beatles que quedan vivos, su amigo fallecido y el guiño a la viuda, con la que se han amigado con el correr de la vida. Cuando trabajaban en Antohology durante la década del 90, McCartney, Starr y George Harrison (que moriría en 2001) barajaron la posibilidad de que entrara ese tema, pero luego lo desestimaron.
Milk And Honey incluye los tracks grabados por Lennon durante las sesiones de Double Fantasy, su último álbum en vida, y que no fueron incluidos en ese entonces. El formato que mantuvo Yoko cuando John ya no estaba fue el mismo: algunas canciones de Lennon y otras escritas y cantadas por ella. El resultado es un disco desparejo y extraño, con composiciones redondas de rock & pop clásico (la parte de Lennon) y canciones diferentes a todo lo conocido, incluso adelantadas para su época (las de Ono).
Yoko dijo después que "Grow Old With Me" era para John "una canción que acabaría siendo un clásico". También que quería trompetas y arreglos de sinfonía, pero estaban trabajando con un tiempo límite para publicar Double Fantasy (que salió para Navidad) y así fue que la canción no entró y quedó para el disco siguiente. Un álbum en el que John ya no estaba.
(Video: "Grow Old With Me" de John Lennon & Yoko Ono / Youtube)
La herencia de Abbey Road
Por estos días, Abbey Road cumple 50 años de su lanzamiento y para celebrarlo, el historiador de los Beatles, Mark Lewisohn encara una gira de 21 fechas por el Reino Unido con Hornsey Road, su más reciente espectáculo basado en ese álbum. El show hace hincapié en las historias detrás de las canciones y las vidas de John, Paul, George y Ringo. Un dato interesante (y simple) que destaca Lewisohn de los de Liverpool es que, en ese momento, que parecía el fin de sus carreras, todos tenían entre 26 y 29 años. Con menos de 30 estaban cerrando la etapa creativa más rica de sus vidas.
"Hornsey Road tiene que ver con Abbey Road, las personas que lo hicieron y el momento en que lo hicieron. Este logro artístico fue creado en un momento agitado en la vida de los Beatles, y voy a revelar la rica historia, refrescar las historias notables detrás de su creación y traerlo todo de vuelta a la vista, el sonido y el olfato. Voy a ofrecer una mirada original y sorprendente a esta colección de grandes canciones, magníficamente grabadas por los Beatles y su productor George Martin hace cincuenta veranos, y empaquetadas en esa carátula altamente imitada de los cuatro en el paso de cebra en el Norte de Londres", adelanta el biógrafo.
De esta manera, Lewisohn promete una mirada novedosa sobre la última obra en vida de los cuatro juntos: "Explicaré la creación del álbum en el contexto de la escena de la música contemporánea de 1969, y describiré a los cuatro Beatles como amigos, compañeros de banda e individuos artísticos en la cima de sus poderes creativos, coronando los muchos eventos que sientan precedentes de sus seis años anteriores".
En medio de la promoción de este show, Mark destapó otra olla… ¡Los Beatles no habrían querido terminar su discografía con Abbey Road! El autor le dijo al diario británico The Guardian que fue para la época en la que editaban ese álbum, y mientras Ringo se recuperaba en el hospital de un dolor intestinal, que Lennon sacó una grabadora y dijo: "Ringo, no puedes estar aquí, pero esto es para que puedas escuchar lo que estamos discutiendo". Y ahí nomás, comenzaba a trazar un plan para la creación de un nuevo álbum.
Según Lewisohn, en la cinta encontrada se escucha que John propone componer el siguiente disco repartido en cuatro canciones de Paul McCartney, otras cuatro de George Harrison, otras cuatro de él mismo y dos de Ringo Starr. Indudablemente la sociedad Lennon McCartney ya estaba terminada, pero quizás quedaba algo más para dar juntos. ¿Llegaron a barajar algún concepto que luego fue desestimado? ¿Por qué no siguieron adelante? ¿Se separaron por Yoko? Los años y la música curan heridas, tanto que hoy Paul y Ringo pueden cantar una canción que John escribió para la mujer por la que les dijo adiós y con la que terminó sus días: "Dios bendiga nuestro amor, pasando nuestras vidas juntos, hombre y esposa juntos, un mundo sin fin".
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