Julieta Novarro habló con Teleshow sobre la historia de Microteatro
¿Qué se puede hacer en 15 minutos? Tomar un desayuno, darse una ducha o ver una obra en Microteatro. Esta propuesta de entretenimiento exprés que ofrece ver una pieza teatral en 15 minutos, en un sala de 15 metros cuadrados, con una capacidad para 15 espectadores. Antes o después de una función, se puede tomar o comer algo en el bar. De esta manera, el teatro se adapta a los nuevos hábitos culturales, en los que el público decide qué quiere ver, por cuánto tiempo y elige cuánto gastar.
Hace dos años se inauguró Microteatro Buenos Aires, un multiespacio que fusiona el teatro con una oferta gastronómica. Todos los meses artistas del off y del comercial presentan 30 espectáculos, unidos por una temática en común. Son seis salas en las que se realizan entre 48 y 60 funciones, dependiendo del día. La cartelera se renueva al inicio de cada mes. Julieta Novarro, una de las fundadoras de Microteatro, habló con Teleshow sobre este boom cultural.
Los comienzos
"Microteatro nació en España en el 2009. El lugar era un prostíbulo que se estaba por demoler. Entre dramaturgos, artistas y actores presentaban obras en cada cuarto del burdel. Hicieron obras en tanto y en cuanto hubiera público, y se repetían entre 15 y 16 veces a la noche. Lo llamaron 'Microteatro por dinero'. Tuvo un éxito sin precedentes en Madrid, una ciudad donde el (teatro) off es escaso. Esta propuesta fue innovadora, salía un euro la entrada y fue de carácter eventual. Después de este éxito, ellos propusieron armar un espacio ya fijo y seguir repitiendo esta idea", dijo la directora teatral.
Hoy, Microteatro está presente en varios países del mundo, como España, México, Perú, Estados Unidos y la Argentina. Aquí, todo comenzó cuando Pablo Bossi, productor y cineasta, compró la licencia y le ofreció a Julieta sumarse a este proyecto junto a sus hijos, Cabe y Paul Bossi, productores de Pampa Films. Luego, remodelaron un galpón en Serrano 1139, ubicado entre los barrios de Villa Crespo y Palermo, para exportar esta experiencia escénica a Buenos Aires.
De manera rápida este novedoso formato fue aceptado tanto por el público, como por escritores, actores y directores. En 2018, pasaron 215 mil espectadores y este año proyectan que llegarán a un 20% más. "Durante julio vinieron 26 mil personas, en realidad se vendieron 26 mil entradas. Hay que tener en cuenta que una persona puede ver dos o tres obras, pero es realmente un número, sobre todo en julio que es un mes difícil, por las vacaciones, los chicos. Para nosotros fue impresionante, esperemos que se pueda sostener en el tiempo", aseguró la hija del cantante Chico Novarro.
Precios económicos y espectadores selectivos
Debido a la crisis económica, disfrutar de un espectáculo se convirtió en una salida que no muchos pueden pagar. En el teatro comercial, una entrada cuesta en promedio $730. Según Novarro, una de las razones por las cuales el público vino tan rápido a Microteatro es por el precio económico de los tickets: los miércoles, jueves y domingos hay entradas por $130, y un combo que a partir de la segunda obra sale $110. Se pueden ver tres obras por $330. Si se suma el gasto de la comida, unos $300 o $400 más, todavía no supera los $1000. Mientras que los viernes y sábados, los días que más gente asiste, los tickets salen $180.
Más allá de que estos precios populares, la venta de entradas no alcanza para solventar los gastos. "Acá el teatro es deficiente, ¿qué quiere decir? Esta estructura la sostiene el bar, si la gente no consume, el teatro no se puede sostener. Nos damos el lujo de hacer teatro, es casi filantrópico", explicó la directora. Además, señaló que las compañías independientes son las que se llevan un 70% de lo recaudado por las obras, mientras que la sala se queda con el 30% restante. "El factor económico es atractivo para los actores, los dramaturgos y para la gente que está involucrada en cada compañía", agregó.
Julieta habló de las claves del éxito de Microteatro
Otro aspecto interesante es que "el espectador se siente dueño de la noche y decide cuánto tiempo quiere pasar en el teatro, cuánta plata quiere gastar y de qué manera". Sumado a que la gente puede disfrutar de dos ambientes distintos: abajo hay un clima típico de un bar nocturno, con música, gente hablando y mucho movimiento. Mientras que arriba es más tranquilo, ideal para que los actores puedan trabajar en las salas sin ningún tipo de interrupción o ruidos molestos. Y no deja de ser un ambiente descontracturado, ya que las personas pueden ver el espectáculo mientras toman alguna bebida. "Antes de que nosotros abrieramos 'Micro', acá estaba lleno de escombros y Mauricio Kartun (dramaturgo) tuvo una mirada muy inteligente cuando nos dijo: 'Claro, bajás a tomar algo y subís a tomar teatro'".
Cómo contar una historia en 15 minutos
Cada mes, la cartelera ofrece piezas teatrales muy diferentes. El espectador debe elegir qué obras desea ver y comprar las entradas. En el bar de la planta baja hay pantallas que indican los horarios y hay guías que se encargan de anunciar la obra que está por comenzar por altavoz. En el primer piso, se accede a la sala correspondiente para ver las funciones. Es una experiencia diferente al teatro tradicional, ya que los actores y el público comparten un espacio de 15 metros. Por la cercanía física, el espectador se siente parte de la historia.
En septiembre, el eje temático que une a todas las obras es "por amor". Se destaca La encamada, una historia en la que Candela Vetrano y Andrés Gil (pareja en la vida real) parodian la famosa entrevista que hicieron John Lennon y Yoko Ono. Mientras que Gustavo Garzón protagoniza Número de reclamo con la dirección de Daniel Hendler. Además, debutan Kevsho, Lucas Spadafora y Sofi Morandi en 10 minutos con Yeyé, un espectáculo que ya cuenta con todas sus funciones agotadas. Y Arturo Bonin presenta la obra No pasa, con la dirección de Rubens Correa.
La directora teatral explicó cómo se crean obras breves e interesantes
"El desafío de contar una historia en 15 minutos es enorme, es muy difícil escribirla, es muy difícil dirigirla, es muy difícil actuarla. Realmente tiene que tener los condimentos justos. Si en una historia de 15 minutos, a los 2 minutos te fuiste con tu pensamiento a otro lado, no volvés más, no tengo manera de traerte. Te tengo que atrapar. Si son 15 minutos de una obra que es un plomo, para vos es una eternidad. Incluso hay obras que viéndolas ya nos damos cuenta de que están pasadas de tiempo. Por eso insistimos tanto en que se cronometren las obras", manifestó Julieta.
"Con respecto a la actuación, es lo mismo, están actuando a 20 centímetros del público. El tipo de actuación tiene que ser otro. No puedo hacer lo mismo como si estuviese en la sala Casacuberta del Teatro San Martín, porque realmente también te alejo. Entonces, tiene que tener gancho, tiene que tener cierta espectacularidad, y a la vez tiene que ser una historia a la cual puedas llegar", aseguró.
Tres miradas femeninas
Julieta Novarro, Mey Scapola y María Figueras, quienes tienen una trayectoria en el mundo actoral, forman el equipo de curaduría y se encargan de elegir las obras que forman parte de la cartelera. Por mes, les llega por correo electrónico alrededor de 300 guiones como parte de la convocatoria abierta en la que cualquier persona puede participar.
"Somos tres mujeres, pero nuestro objetivo es a la inversa del desafío que hay hoy en la sociedad de la deconstrucción. Nosotras tratamos de tener una mirada completamente objetiva, no una mirada femenina, ni feminista, ni una mirada masculina, ni machirula. Tratamos de que haya pluralidad, que estén todas las voces, todas en una propuesta mensual", señaló la directora de Microteatro.
"Más allá de ser un equipo liderado por mujeres, eso no significa que rotemos, que entre otra persona a hacer curaduría, mi idea es que entren varones al equipo. Todos los programas de radio y de tele tendrían que incluir a mujeres, pero para nosotros es al revés, tendríamos que empezar a incluir hombres. El desafío de hoy es la objetividad desde nuestro lugar de mujeres empoderadas", dijo Novarro. A dos años de la apertura, el balance es positivo, pero los desafíos continúan. Por este motivo, están trabajando en la próximas aperturas de Microteatro Mar del Plata, Córdoba y Chile.
SEGUÍ LEYENDO