Antonios Rios, a solas con Teleshow
Nació en el Chaco, se crió en Buenos Aires. Mudanza forzada: a su padre lo echaron del trabajo y un Antonio Ríos de siete años debió instalarse en Capital con sus cinco hermanos. A partir de allí, en su vida nada resultó sencillo. Con el correr del tiempo llegaron las pérdidas, siempre dolorosas: su madre, una hermana (víctima de mala praxis), su mejor amigo, dos parejas suyas. Pero siempre tuvo la fortaleza para continuar y la tozudez para no bajar los brazos. Resiliencia: esa palabra lo define.
En la música, Ríos empezó siendo adolescente pero triunfó ya de adulto. Pasó por el grupo Sombras, luego estuvo en Malagata; más tarde -y después de tanto esfuerzo- se convirtió en solista: "Nunca me faltes", su gran éxito, continúa sonando en cualquier fiesta que aspire a ser divertida.
Aquí, la historia de un hombre que vivió mucho en sus 65 años.
—¿Cómo era tu familia?
—Muy humilde. Hemos pasado bastantes cosas tristes cuando éramos chiquitos. Mi viejo estaba solo y nosotros eramos cinco. Él trabajaba y mi hermana mayor también, en una casa de familia. En mi casa pasábamos mucho frío.
—¿Qué te dijo tu papá cuando vio todo lo que lograste?
—Estaba orgulloso. Lloraba y me decía algo muy bueno que siempre lo recuerdo: "Ahora que sos famoso no te olvides nunca que la plata va en el bolsillo. No cambies nunca el corazón. Sé siempre igual".
—¿En algún momento te llegaste a desviar?
—No, nunca, gracias a Dios. He ganado mucho y he perdido mucho, pero no, nunca.
—¿Qué hiciste con tu primer gran sueldo?
—Hice mi casa.
"Nunca me faltes", el gran hit de Antonio Ríos
—¿En qué perdiste dinero?
—Mis amigos me aconsejaron mal. Yo quise hacer una compañía discográfica, quería ayudar a todos los chicos que recién comenzaban.Y me fundí, no pude administrarlo.
—¿Te pudiste recuperar fácilmente de esa quiebra?
—Tuve que seguir. Si yo me tiraba a deprimirme, era peor.
—¿Qué cosas te dio la fama y qué cosas te sacó?
—La fama me dio todo, era lo que yo quería hacer. Me sacó de estar en una vida más tranquila. Me sacó de trabajar 14 horas por día.
— Tenés 19 hijos.
—Sí, y yo feliz, porque están todos bien. Dos de mi cinco mujeres fallecieron de cáncer. Isabel a los 46 años y Marta a los 57.
—¿Por que te separaste tantas veces?
—Todas eran muy celosas conmigo. Y algunas se enojaban porque en los comienzos no ganaban demasiado dinero.
—Tu ultima señora era muy joven…
—Sí. Mariana de Melo, que estuvo casi cinco años conmigo. Cuando entra a mi vida me dijo que tenía 23, y tenía 18.
—¿Cómo era Mariana con tus hijos?
—Y… era muy celosa. Muy, muy celosa.
—¿Hasta de tus hijos?
—Sí, totalmente. No me dejaba verlos.
—¿Qué mensaje le das a quien recién comienza en esto?
—Que no aflojen. Si ven que tienen posibilidades, que sigan insistiendo. Hay un dicho que dice persevera y triunfarás.
—¿Es el lema de tu vida?
—Sí, totalmente. Yo sé que es así. Yo la busqué, y mucho. Imaginate que empecé a cantar a los 13 años y triunfé a los 35.