En la escuela le hacían bullying, aún así, a ella le gustaba ir. El amor y la contención de su familia la ayudaron a salir fortalecida de la situación y a forjar su carácter. Amante de las milanesas, pero fóbica a la mayonesa, mamá de un bebé y de otro en camino, ella abrió su álbum de fotos y recuerdos con Teleshow.
Fecha de nacimiento: 7 de abril de 1987
Nombre completo: María Belén Lucius
Belu, como es hoy conocida, vivía en el barrio de Villa Urquiza con su mamá, su papá, su hermana menor Emilia y su perrita ovejera Yanka. Los días de la influencer se dividían entre su casa, la escuela y el club.
La actriz iba al colegio Moruli y le iba muy bien: "Tengo un privilegio con la atención, las cosas me quedan en la cabeza, no necesito estudiar en mi casa, tengo memoria visual entonces me acordaba en qué pizarrón y con qué tiza estaba escrito todo. Fui escolta", dijo y agregó: "¡Era re traga!".
Sin embargo, en la escuela no todo era color de rosa y sus compañeros le hacían bullying. "Me decían gorda, nerd, fea, ¡menos mal que no usé anteojos!, porque era lo único que me hubiese faltado para que se rieran de mí", dijo, con su humor característico. Y siguió: "Gracias a Dios y la contención de mi hermana y mis papás pude salir adelante airosa de esa situación e incluso fortalecida. Ellos me dieron confianza y autoestima y me hicieron creer en mí misma, que el de afuera de es de palo y que digan lo que digan, siempre te van a criticar y uno se tiene que hacer respetar y querer".
En su caso, la contención y el amor de la familia fueron las claves para superar las cosas que pasaban afuera. Aun así, ella "amaba ir al colegio" y agregó: "Era de las que nunca faltaba, no sabía qué hacer en casa, aunque alguna vez me he hecho la enferma, pero porque estaban pasando Mi pobre angelito y quería verla capaz".
En esa época, levantarse con el despertador para ir a estudiar no era engorroso: "Nunca tuve problemas con el sueño hasta que nació Bauti y ahora duermo cuatro horas por día como mucho".
A la hora de comer… "Amaba las milanesas con puré cuando me quedaba a almorzar en el colegio, pero muero por las pastas, me gusta toda la comida menos la mayonesa, soy fóbica", confesó y dijo que no era ni es fanática de las golosinas y redobló la apuesta: "Podría trabajar en un kiosko y no llevarlo a pérdida, en lo dulce me gusta más la parte de pastelería".
Es que junto con su hermana, uno de sus entretenimientos era justamente cocinar: "A mi papá le gustaba dormir la siesta. Hacíamos mucho club, pero cuando estaban cansados nosotras cocinábamos, yo le hacía galletitas a papá, pero Emi era la más pastelera de la familia, hacía budines. Yo amo las tortas con dulce de leche: dulce de leche, crema y merengue. Y si abajo le ponés un brownie, es la mejor torta del mundo".
En la tele, sus programas favoritos eran Chiquititas, Amigovios y Verano del '98, aunque un día la pantalla chica le "dejó de interesar": "Hacía mucha vida de club, piano, danza, hockey y no tenía mucho tiempo de mirar la televisión".
Es que por aquellos años, ella ni se imaginaba actuando: "La actriz de mi familia es mi hermana, incluso es actriz recibida, directora de artes escénicas, pero nunca pensamos que podía terminar yo en el palo".
A la hora de vacacionar, solían pasar unos días en el verano en Necochea, donde también estaban sus abuelos y primos: "Siempre fuimos una familia muy unida y tengo los mejores recuerdos. Siento que soy una privilegiada porque entiendo que no todos tienen esta posibilidad y me encantaría trasladarla a Bauti y que se nutra de lo mismo: mucha familia, mucha comprensión, compañerismo, amistades".
A su hijo Bautista de un año y al hermanito en camino (está embarazada de casi ocho meses) les pasará los valores que aprendió en su casa: "Respeto, responsabilidad, compañerismo, humildad, compromiso con el trabajo, el valor de la palabra. Somos una familia tipo de barrio y tenemos los valores de una familia tipo de barrio".
Siendo influencer, ¿se imagina cómo hubiera sido su infancia con la tecnología a la que hoy tienen acceso los niños? "¡No! Prefiero no pensarlo porque es lo que va a vivir Bauti ahora y no me quiero asustar. Sé que todo tiene sus pros y sus contras. Antes la gente caminaba mirando para adelante y ahora mirando para abajo y hay un poco de eso tecnológico que me asusta, pero nos tendremos que ir acostumbrando y tratar de balancear naturaleza y vida al aire libre con tecnología".
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